11 de agosto de 2010

Na na na na na na na (Tarareando la melodia "Jurassic Park")

Mientras el proyecto de Parque Jurásico IV sigue en marcha, o eso dicen que llevan ya unos años con él, hace unos días me di cuenta que sin comerlo ni beberlo me metí en algo parecido a una aventura similar...



Todo es tan Parque Jurásico... pero sin dinosaurios
Un coche, cuatro personas, una perra -literalmente, sin eufemismos, ni metáforas-, se iban a un día de campo, caminata, neverita y pretendiendo disfrutar del buen tiempo en algún punto de la península. El sol brillaba, el buen tiempo, cruzamos el rio para tomar la comida, cosas caseras bien buenas, buena comida, tranquilidad. Mucha gente iba y venía...

Una vez ya con la tripa llena empezamos a andar. Como buen bosque no había cobertura, ni llevábamo los móviles, únicamente un bañador puesto, una camiseta y una cámara de fotos... por suerte el sol ya no daba tanto porque se había nublado el día.

Con media hora ya caminada, se levantó algo de viento y el cielo se cubría cada vez más. Nosotros seguimos, el camino pasaba entre bonitas lagunas para bañarse, el rio y escalando un poco las piedras para tratar de llegar al nacimiento del rio... de repente ya el viento era mayor, las nubes encapotaban tanto que se había oscurecido un poco y lo peor fue que sonó un trueno.

Atentos a la estampa: bosque, sin móviles, con rocas para escalar, a una hora camino de vuelta sin poder hacer otra cosa que o llegar al final -y después tener que volverse-, ya la cosa se ponía fea. Llegó un momento en el que no sabia si estaba en Jurassic Park -imaginaba que aparecería un dinosaurio de alguna esquina-, en una edición de anónimos de Supervivientes o me había perdido en un sueño en la selva tropical.

Llegó un punto en el que comenzamos el regreso al coche, pero claro eso era otra hora en la que yo rezaba porque los rayos no fueran cercanos a los truenos... pero Dios o quien sea no me escuchó, y yo ya lo único que quería era regresar. La lluvía ya había comenzado y caía muy bien. De toda la gente que encontramos a la ida, no quedaba nadie, éramos los últimos en aquel lugar y yo no quería que alguno nos cayéramos por esas rocas que ahora estaban aún más resbaladizas, los truenos sonaban más cercanos y los reflejos de los rayos hacían que salieran unos "ays" de mi boca.

La perra que la pobre a veces no sabía por donde saltar había que llevarla en brazos para sobrepasar ciertos lugares que aquello parecía una prueba chunga de El Gran Juego de la Oca o del Fort Boyard -que seguro que sólo unos pocos recuerdan el paso de este programa por España-. El silencio, el viento, la lluvía monzonica... algunos ya estaban helados, mi cabeza ya se había ido no se donde, otros que estaban encantados como si nada.

Tranquilos sobrevivimos o eso o soy un espíritu que sabe utilizar ordenadores lo cual seguro que no se ve todos los días y es mucho más espectacular.

Ya podeís quitar la música de "Jurassic Park" en este momento

Regresando felices de haber sobrevivido

En estos días el que inspiro la excursión -el novío de mi mejor amigo, más majo él yo que le pedí unos días tranquilos-, me descubrió un temazo grande y buen rollista como éste, que irónicamente sale en una película como es Volver de Pedro Almodovar. Con todos ustedes A good thing de Saint-Etienne.

Agradecimientos -y starring de esta gran producción- Carlos, Joseba, César y Lola 
El lugar de los hechos es en la búsqueda del nacimiento del rio Matarraña.

1 comentario:

  1. Jajajajajajajajaja, perdona pero fueron unos días tranquilísimos.........imagínate como son los demas.........jajajajajajaja.
    La tromentilla de nada........solo qué algunos se creian que estabamos en las temporadas del monzón y aquello era Banglades(sin acritud ya sabes).
    besossssss

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