14 de julio de 2011

Pequeñas mentiras sin importancia | Así es


Domingo por la tarde. Primera sesión en el cine. V.O. En solitario. Así me dispongo a ver la película Pequeñas mentiras sin importancia, dirigida por el también actor Guillaume Canet. Las referencias eran buenas y el argumento prometía bastante, aunque la duración de la película, más de dos horas y media podría hacer pensar que este plan para un domingo caluroso por la tarde no era la mejor opción.

Pero todo se pasa nada más comenzar la película: una fiesta que sin los protagonistas saberlo iba a provocar los cambios en un grupo de amigos. Unas vacaciones de verano, que ya no serán como las que habían pasado hasta ahora.

Guillaume se lanza, por primera vez, a hacer el guión en solitario de la que es su tercera película estrenada. Sabe jugar bien las cartas, enlazando varíos temas, consiguiendo que el espectador llega en algún momento de las historias que se nos plantean en las que sentirse identificado. Llega hasta el corazón, para agarrarlo, retorcerlo y decirte "Esto es la realidad".

Pero juega en ambos palos: el de la positividad y el de la negatividad. Las cosas buenas y las malas de la amistad, llegando a plantearse de una manera ímplicita la frase aquella que decía Kirsten Dunst en Elizabethtown "Alguna vez piensas, ¿estoy engañando a todo el mundo?". La mentira se plantea como algo habitual en el grupo de amigos, en el cual ninguno de ellos se salva de tener sus secretos que oculta hacía los demás.
 
Entre los protagonistas caras conocidas como la interesante Marion Cotallard -esposa de Guillaume, actriz que hemos visto en deliciosas películas como Big Fish, Largo Domingo de Noviazgo o Quiéreme si te atreves-, el atractivo Gilles Lellouche -recientemente visto en Paris o la secuela de Sherlock Holmes- o el maduro Benoit Magimel -también visto en Paris-.

 Al terminar la película con alguna que otra lágrima en las mejillas, uno sale con una extraña sensación en el cuerpo, así como con la moraleja que si dejamos las cosas para mañana puede que no podamos llegar a hacerlas.

Extras sensaciones para un domingo, la verdad.

4 comentarios:

  1. Mi sensación con la película fue ambígua.
    Por un lado, sí, aprecié esa sensación de estar ante un conjunto de situaciones muy reales.
    Pero por otro, me parecía muy irreal que se produjeran todas ellas en tan corto espacio de tiempo...
    Por lo demás, bien, un pelín larga.

    Saludos.

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  2. Quizás el que se sucedan todas juntas y cercanas es porque hay un desencadenante que provoca que todo se acelere... Bueno y que es una película jajaja. Si, quizás peca de un pelín excesivamente larga, pero en general me parece recomendable y deja que pensar al espectador.

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  3. ¡Has tardado en verla! Yo salí del cine con ganas de más, de una serie con estos personajes... me enamoré de todos ellos. Son dos horas y media intensas de conocerlos a fondo y sin embargo, tener la certeza de que te aportarían más, mucho más.

    A mí me llamó la atención qué personaje es el único que termina la película mejor que como la empieza. Curioso.

    No es una película que recomendaría a ciegas, pero a la gente que sé que la apreciará, no me canso de elogiarla.

    PD: Veo que no soy el único al que le pone perro Gilles Lellouche... Aunque la verdad que todo el plantel masculino, excepto Dustin Hoffman 2, daba gusto de ver.

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  4. Muy fan de Gilles, es un hombre super atractivo. Me pone burro, muy burro, que se suele decir.

    Quizás hay gente que no llegue a ver lo que cuenta la peli, o quizás no quiera enterarse, porque el tema es duro lo que cuenta.

    Y si tardé mucho en verla, pero la tenía muchas ganas jajaja

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