11 de marzo de 2016

El futuro no existe / Niño Burbuja se suben al Porsche Delorean


Para conocer un poco sobre Niño Burbuja tenemos que irnos a hace poco más de tres años cuando, por medio del crowdfunding, editan su primer disco Calpico (2012), ritmos bailables, letras llenas de mensajes. Después llegaría el EP Fortaleza (2014), que tiene un punto más experimental. Ambos fueron autoproducidos y ahora, con discográfica de la mano, nos llega un disco con un nombre que es toda una declaración de un psicólogo, un filósofo o un realista: El futuro no existe (Menta, 2016).

El grupo, formado por Cristian Argelaguet, Marco Lipparelli y Daniel Prieto han grabado el disco con la producción Hans Krüger en los Montreal Studios y masterizado por Víctor García. 

El disco comienza de una forma intensa y potente llamada Ovnis en el after dejando claro que el sonido nos va a llevar, cual Delorean, hacía los 80 y el italodisco. Jugando en el terreno de los últimos discos de las formaciones de Teenage y La Prohibida, aunque orientando a un sonido con puntos más alternativos. Oscuro y Blanco, o como los extremos no son en realidad tan diferentes llenos de sintes ochenteros. Magnífico podría ser una transformación de una de las canciones de Sabrina Salerno junto con un toque de Bravo Fisher!. Y es que musicalmente se nota que han hecho lo que han querido jugando con un sonido que aunque no llega a ser radiofórmula pero se le acerca.


Fieles es toda una oda a la realización del sexo anal. Cual "Quiero que tu espada me atraviese sólo a mí" de Javiera Mena, aquí nos encontramos con "Tú en tu placer, tú en tu placer (y yo detrás)" es "Te estoy dando por culo y estás disfrutando un montón". Ahora llegamos al éxtasis de velocidad de El futuro no existe, El Cristal, el primer tema que conocíamos de este álbum y con el que presentaban el crowdfunding del vinilo (¡Quedan cuatro días para poder hacerse con uno!), aceleración, subidón, entre el amor y las drogas. De los de pegar saltos en los conciertos con todas las fuerzas.

Promesas nos lleva hasta los ritmos contagiosos Dorian y el italodisco se desata en Euforia, Temporal jugando con los sintes y disfrutando del petardeo bien producido con diversos sonidos. El estribillo es quizás uno de los más pegajosos de todo el disco.

Casi llegando al final, vamos con Fuego que recuerda a los mejores Delorean, los melódicos, los que saben disfrutar haciendo vibrar al oyente. Acabamos al ritmo de Pársec, que no llega a ser instrumental pero casi. Aparece una especie de mantra que se va repitiendo.


El futuro no existe no es un paso más para la humanidad pero es uno nuevo para Niño Burbuja del que también os recomiendo que recuperéis Calpico, no ha perdido en todos estos años.

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