19 de agosto de 2019

[ Cuando nos fuimos a Toledo a ver a La Casa Azul ]

"Todas tus amigas se dan cita en este bar..."

El pasado miércoles La Casa Azul echaba el cierre por vacaciones de sus conciertos hasta septiembre. La última cita prevacacional era en las fiestas de Toledo así que unas amigas y servidor conseguimos que se alinearan los astros para poder ir todos. Pedid un deseo porque estas cosas, como que el Metro de Madrid por la noche se acabe de ir y el siguiente pase en cinco minutos, traen buena suerte.

"¿Cómo podría convencerte de que soy yo tu amor secreto?"

Si cuando decía lo del metro, no era de broma. El metro, el cercanías estuvieron a punto de hacerme perder mi transporte a Toledo. Por suerte... cogí un taxi y llegué a tiempo. Si en Madrid hacía calor, en Toledo hacía una chicharrera maja, maja, menos mal que vinieron a recogernos en coche. Y que fuimos a una casa sin piscina. Porque aunque algunos pensaran que no pensábamos bañarnos, si que lo hicimos. Estaba de fresquita el agua que daba gustazo.

"Era el momento"

Aunque en realidad a lo que nosotros nos apetecía era el comer. La Casa Azul actuaba dentro de los actos de las fiestas patronales de Toledo en el recinto ferial de La Peraleda. Situado a las afueras del centro de la ciudad, llegamos bien pronto. Tanto que nos encontramos con las pruebas de sonido del grupo con Guille Milkyway a la cabeza y ya a un grupo de seguidores sentados esperando en primera fila. Qué momentos aquellos en que yo también lo hacia (suspiro).

"No más Myolastán, no más doxilamina no más..."

Al lado del escenario de los conciertos teníamos... ¡Una feria!. Cuidado, las ferias no han cambiado absolutamente nada desde que yo era pequeño: El Tren de la Bruja, los coches de choque, el saltamontes -aunque aquí se llamaba el Mono Loco-, mucha megafonía anunciando cada atracción y, por supuesto, ¡Mucha comida!. Que si unas bravas, calamares, pinchos... lo que ahora hay que no había en antaño era los kebap y un simulador 9D -¡¡¡¡9D!!!!-, por lo demás fue como viajar a mediados de los 80.


Una vez bien comidos, bebidos y con la noche cayendo nos fuimos para el escenario donde antes de la llegada de La Casa Azul actuaban Sabías a lo que venías, un grupo toledano que igual te hacían versiones de Hombres G que tocaban sus canciones propias. Tenían a muchos seguidores entre el público, un público variado que no sólo se componía de toledanos. Entre ellos muchos madrileños que no se habían ido de puente, ni de vacaciones y querían darse unos buenos bailes con La Casa Azul. Es como meterse unos lorazepanes en vena pero por medio de la música. Maravilloso.


El concierto empezaba a las 23h, aunque quien dice las 23h dice casi la medianoche. Fue un día complejo para La Casa Azul, Guille venía de haber cancelado un concierto el sábado anterior -de las pocas veces que ha tenido que cancelar alguno en su carrera- por una laringofaringitis aguda que casi le impedía hasta hablar. Quizás todavía con un poco de ella se enfrento al público de Toledo...


...y fue todo un éxito. El concierto seguía el estilo de los que habíamos visto hasta ahora -sin llegar a las dos horas y media de los conciertos de primavera en el Ochoymedio- lleno de hits. Un non stop en toda regla que se abría con El momento, un clásico desde que lo descubrimos, y El Final del amor eterno, de esas canciones que golpean el corazón de una forma brutal. Una de mis favoritas es No más Myolastán -aunque debería empezar a pensar en cambiar el nombre del ansiólitico por otro que esté en circulación- que fue la siguiente y la oda al "A tomar vientos" que es Los chicos hoy saltarán a la pista. Siguieron Hasta perder el control y A T A R A X I A, donde Guille hizo un poco de magreo con Paco Tamarit -guitarrista del grupo-. La gente ya estaba completamente entregada a su causa.


Llegaba el momento piano. Las proyecciones de esta gira son muy Pet Shop Boys, utilizando una pantalla al fondo y dos en medio del escenario, y en este instante más íntimo casi parecía como si de un momento a otro fuera a aparecer Kylie Minogue. No, lo que si apareció fue el speech de Guille que estuvo especialmente brillante en esta noche dándonos grandes frases sobre el sufrimiento, el agradecer los aplausos porque no a todo el mundo le aplauden en sus trabajos (Yo ahora ya imagino que aplaudo al del Lidl cuando me da el ticket de compra) o la explicación de las canciones. Bravo. Al piano sonó Yo también, con Guille en solitario, y con la banda al completo El momento más feliz, una oda a esos pequeños momentos de felicidad.


Ivy Mike es una de las canciones más sensuales de su último disco, vamos una canción para acompañar a un buen polvo, y da ese toque para moverse de forma rítmica como hizo buena parte del público. Recuperaba Sucumbir, una de las canciones de La Polinesia Meridional, y regreso al último disco con Saturno (todo vuela)... Si con la feria había vuelto a los 80, cuando suena Hoy me has dicho hola por primera vez + Me gustas, es un regreso a comienzos del 2000 -amigos, 20 años están a punto de pasar de ese año-, a la universidad y al momento que descubrí a La Casa Azul. Así buena parte del público lo cantaba como si hubiera vuelta a la edad que tenían en aquel momento.


Volvimos al piano con Como un fan para después comenzar al piano con Todas tus amigas. Esta canción la primera vez que la escuché, de extra en su videoclip, fue en plan "Madre mía, que es un homenaje al suicidio" pero no, en Toledo nos explicó que habla del sufrimiento. Pensamos que somos los únicos que sufrimos y lo pasamos mal. Resulta que al final hasta aquellos que parecen tener una vida maravillosa también le sucede, como estas chicas tan perfectas a las que hace referencia. Como todos sufrimos pues ya no nos sentimos tan mal y estamos más feliz. Vaya, que somos humanos. Esta canción es un hit y, especialmente en esta gira, la versión que realizan potencia muchísimo más la canción.


Todas tus amigas abría la recta final de hits. Podría ser peor, gran frase siempre; Chicle Cosmos, que hacía muchos conciertos que no tocaban; Superguay, dedicada a esas personas tóxicas que es mejor tener lejos porque no te permiten mejorar... y llegamos a La Revolución Sexual, el himno al amor (propio sobre todo) de La Casa Azul, de la cual han editado esta versión de los directos en versión estudio. De nuevo una canción que, con ese giro de tuerca, es todavía más adictiva. Aquí ya todo el mundo se volvió loco.


Quedaba el fin de fiesta con Nunca Nadie Pudo Volar que, viendo la reacción de la gente en los conciertos, se ha convertido en una de las canciones de La Gran Esfera que más está gustando. Un fin de fiesta en el que todos estábamos sudando, oliendo a humanidad pero muy felices... y La Casa Azul también. Guille dio las gracias porque habían tenido un día muy duro y agradecía esa noche. Ahora a disfrutar de unas pequeñas vacaciones hasta el siguiente concierto el 7 de septiembre en el DCode madrileño.


A nosotros nos quedaba un poco de noche, encontrarnos con amigos que habían peregrinado también a Toledo y volver a los coches de choque. Los coches de choque en los que ya no suena Rick Astley, pero tampoco los Camela... ahora sólo suena reguetón. Menos mal que estaba ahí La Casa Azul que volvió a hacer relucir la luna.


1. El momento
2. El final del amor eterno
3. No más Myolastan
4. Los chicos hoy saltarán a la pista
5. Hasta perder el control
6. A T A R A X I A
7. Yo también
8. El momento más feliz
9. La fiesta universal
10. Esta noche sólo cantan para mí
11. Ivy Mike
12. Sucumbir
13. Saturno (todo vuela)
14. Hoy me has dicho hola por primera vez
15. Me gustas
16. Como un fan
17. Todas tus amigas
18. Podría ser peor
19. Chicle cosmos
20. Superguay
21. La revolución sexual
22. Nunca nadie pudo volar

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