No puede titularse de otra manera. Llegar a un festival a última hora cuando ya han pasado varios de los grupos pero por lo menos con el tiempo justo de ver a los cabezas de cartel, además de alguna propuesta sorprendente, y tener un objetivo: Capital Cities. Es la tercera edición del DCode que se celebró por primera vez en el 2011 y por el que han pasado grupos como The Sounds, My Chemical Romance, The Shoes, The Killers, Sìgur Rós...
Mientras llegábamos al lugar ya caída la noche sonaban los ecos de Love of Lesbian en el escenario principal: no había problemas ya los vi el año pasado en el Día de la Música, en su actuación en el BAM o en su concierto fin de gira algo también de La Riviera. Quizás me quedé con ganas de Varry Brava que apuntan a tener un directo hiper bailable pero eran los primeros a las cinco y media de la tarde con toda la caló de la capital.
La zona VIP del lugar era una especie como de pueblecito la mar de mono, con un puntito low cost al malrollero que aparece en Big Fish: sus sillas, mesitas, y hasta tenían puestas unas pantallas para aquellos que han venido de postureo, un porcentaje importante de los que estaban en este recinto, pudieran ver perfectamente los conciertos tal y como se mostraban en las grandes pantallas al lado del escenario y detrás de las torretas de sonido. Lo realmente bueno de esta zona son los baños, donde no había grandes colas de espera, y las barras de comida y bebida no estaban llenas de gente como en la zona general que parece que fueron un campo de batalla por lo que se comenta por las redes.
Por el poder de la pulsera que te deja salir y entrar del recinto, algo que, irónicamente, en este festival era un privilegio |
Así ya toda la gente ocupaba las instalaciones deportivas de la UCM donde se realizaba el festival, una buena excusa para "volver a la universidad", lo que es en realidad un campo de rugby, las porterías lo delataban. Gente, gente, mucha gente en un público que distinguíamos en dos diferenciados:
- Venimos a ver a estos grupos que nos gustan: una buena parte de los allí presentes, muchos específicamente para algunos grupos, seguidores de Love of Lesbian, Amaral... es decir los que molan, los que van a disfrutar de los conciertos.
- Venimos a meternos un en fiestón: otra buena parte los cuales eran fácilmente identificables por ir como muertos vivientes, gritando en plan hooligan casi sin saber donde estaban, y, en los casos más extremos, con cara de "Necesito ir urgentemente a rehabilitación".
- Venimos a ver a estos grupos que nos gustan: una buena parte de los allí presentes, muchos específicamente para algunos grupos, seguidores de Love of Lesbian, Amaral... es decir los que molan, los que van a disfrutar de los conciertos.
- Venimos a meternos un en fiestón: otra buena parte los cuales eran fácilmente identificables por ir como muertos vivientes, gritando en plan hooligan casi sin saber donde estaban, y, en los casos más extremos, con cara de "Necesito ir urgentemente a rehabilitación".
Pero volvamos a lo estrictamente musical en lo que creo que no hay queja con una selección de grupos interesantes. Llegamos justo en el momento que estaban empezando los Vampire Weekend, a los cuales vimos de refilón atravesando la masa de gente guapa que había en el festival, pero de verdad, cuánta gente guapa, GUAPA, lo que es es, para llegar hasta el escenario Campus Live situado en el otro extremo del lugar. Esto era como ir pasando entre zombies pero guapos y no muertos, aunque miedo me hubiera dado que hubiera habido algún incidente entre tanta gente... y algunos descontrolados.
El cantante de Reptile Youth cual Dios la tercera vez que se tiró al público |
Allí actuaban los Reptile Youth al que fuimos porque era una recomendación y hay que hacerlas casos. Había dos opciones 1) Que nos gustara mucho y decidiéramos quedarnos todo el concierto, 2) Que fuera el horror y nos fuéramos a ver Amaral. La primera ganó porque la verdad que ese juego que tienen entre una música del rollete de Mendez, con la voz del cantante de Pulp y algún tema que parecía escrito por Scissor Sisters. El cantante iba extremadamente feliz y contento, tanto que se lanzó al público tres veces durante su actuación, se dedicó a pegar botes descontrolados y discursos de exaltación de la amistad. Realmente tocaron temas interesantes entre el pop y lo electrónico, les daré más escuchas.
Como Reptile Youth nos estaba gustando mucho a Amaral sólo pudimos llegar al final. Aquí viene la putada del tercer escenario y que, lógicamente, haya algunos grupos que se solapen, el problema de reducir un festival que inicialmente nació para dos días en sólo uno. Amaral tienen un buen directo y temas para defender en directo. Hacía lo Salvaje, su último disco, y giro hacía una vertiente más indie, llegamos a escuchar algunos de sus temas como Antártida o Cuando suba la marea, también vimos el cierre que lo hicieron con su particular Revolución que convertían en un mashup con su versión en castellano del Heroes de David Bowie. Quedarán a buena altura por su trayectoria, temas y una puesta en directo que, como curiosidad, desde que comenzó la gira de su último disco cuenta con dos miembros de Sexy Sadie: Jaime García Soriano y Toni Toledo.
Llegaba el cabeza de cartel: unos clásicos como Franz Ferdinand. Nunca los había visto en directo hasta ahora y son potentes, sonido perfecto y sobre todo flipé con las sonrisas de felicidad de Alex Kapranos en el escenario. Esos momentos que sabes que alguien es feliz tocando y cantando, ESA era su actitud y lo que transmitía. Hicieron un recorrido a su carrera, pero también hubo momentos mashup como con I feel love de Donna Summer, lo que me recordó a este momento de Madonna, y uno de los grandes momentos fue el Take me out o Do you want que todos, aunque no seamos fans del grupo, nos conocemos al dedillo.
Pero para mí el gran momento de la noche, y realmente por lo que había venido al festival, era por Capital Cities de los que publiqué entrevista hace una semana. Mientras estaban Franz Ferdinand dándolo todo se encontraban con sus pruebas de sonido, que a veces en los silencios de los primeros, se escuchaban, y nosotros en buena posición. Vestidos con cazadoras blancas americanas customizadas con el nombre del grupo fueron desgranando su disco debut, In a Tidal Wave of Mystery, con, quizás, el mejor sonido de todo el festival y con un público bastante entregado. Sebu y Ryan se complementan en los directos con un trompetista y un guitarrista, unas gafas de sol que cambian de color al fondo y muchos himnos de los 80.
¡¡¡Capital Cities!!! (Me tenía que haber pintado las iniciales en la frente o algo) |
Comenzaron casi como cortados pero a medida avanzaban los temas entraron en calor, en Center Stage hicieron que la multitud que les veía bailara una coreo -y sin incidentes-, nos trasportaron al pasado con su versión del Staying Alive (Les pasa como a Guille Milkyway, consiguen igualar las versiones a las originales), se animaron del todo con I Sold my bed but not my stereo, el momento balada de Love Away -segundo instante en el que nos acordamos de Scissor Sisters del festival-, pero el premio a la canción del festival, no sólo de este concierto, fue Safe and Sound que no pierde nada en directo y que hizo bailar a todos los presentes en una especie de delirio colectivo, que siguió con el Holiday -que la regalan en su web- y terminó con ellos bailando un remix con technazo del Safe and Sound, con sus cazadoras al aire, entregados, saludando al público y que convirtieron aquello en una rave de cinco minutos de duración.
Divertidos y encantadores se metieron al público en el bolsillo |
Una pena, de nuevo, que la actuación de los Capital Cities coincidiera en hora con los Buffetlibre que pinchaban en el escenario pequeño, así que mi homenaje fue irme escuchando su disco, discazo, Songs for Elaine de camino a casa, y moviendo así ligeramente los pies, como quién no quiere la cosa.
Procesión de gente por lugares oscuros de la ciudad, hasta llegar a casa, molido, pero contento. Buenos grupos musicales y sobreviviendo a las masas de gente. Puntuación doble.
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