No entiendo como nunca llegué a publicar una entrada hablando del segundo disco de Javiera Mena. Con el nombre de Mena (Warner, 2010) nos dejó bien claro lo que quería: letras con mensajes y pista de baile. Ambas cosas me ponen bastante palote contento, y a aquel disco le di muchas más escuchas de las que realmente recuerdo.
En el 2014 nos llega la nueva entrega en formato álbum: Otra Era, cuya portada en Spotify han decidido censurar y tapar los bonitos pechos de la chilena. El año pasado nos presentaba Espada, un hit con vídeo de Canadá, y hace unos meses lo hacía con La Joya, ¿Qué esperábamos del disco? Pues en mi cabeza era un "Vas a ver tú que después el disco no va a ser lo que esperamos. Total, un drama".
Esto se encontraba provocado un poco por la estela provocada por un par de fracasosamorosos anteriores. Exactamente dos ejemplos: los discos debuts de de Kiesza y el de Mark Daumail. Ambos prometían discazos después de sus brillantes avances, los EPs Hideaway y Mistaken respectivamente, pero el resultado fueron que los avancesa eran los únicos temas potentes. Sus discos se desinchaban tras pocas escuchas. Pero tranquilos, aún queda esperanza con Javiera.
Esto se encontraba provocado un poco por la estela provocada por un par de fracasos