El viernes por la noche la capital recibía un gran número de personas tóxicas. No, no os equivoquéis, no es la toxicidad de la que hablan los libros o la que cuenta Zahara en La Pareja Tóxica. Es los seguidores de Salvador Tóxico, el proyecto de Javier Castellanos (al que muchos conoceréis por haber sido durante muchos años parte de Algora), que se reunían al calor de las calles para disfrutar del concierto presentación de Catálogo de Planetas (Autoeditado, 2016), su segundo disco.
La cita la teníamos en la sala Republik Club, típico lugar que pasas por delante trescientas veces y no sabes que es una sala de conciertos. Aunque cuando uno baja sus escaleras y ve la oscuridad que se encuentra no sabe si es una sala de conciertos, un cuarto oscuro o un pasaje del terror, para que nos vamos a engañar.