30 de septiembre de 2016

Gerard Civat y la seducción de la música


A Gerard Civat le conocí porque formaba parte de uno de esos grupos de pop que el tiempo pondrá en su lugar, como a otra buena parte del panorama nacional, llamado Megaafonía y por sus labores de producción y teclados en Cola Jet Set*. Gracias a algún que otro artículo, o muchos rollo fan, que había hecho de ambos grupos, o verles en directos como el que dieron en Madrid la noche de la emisión del capítulo final de Física o Química y en el Contempopránea de 2011 la noche de las pinturas a lo Ke$ha decidió mandarme un mail hace ya casi cuatro años hablándome sobre su proyecto más personal -no lo decía así, pero es que queda mucho más intenso de esta forma- que tiraba más por el rock y cantando en catalán: Gerard Civat i els Civiets.

Su primera forma de seducción fue la presentación. Cuando alguien se encarga de mandarte un mail a ti y no en masa, lo lees y te das cuenta que así es ya tiene mi atención para escucharle por lo menos. Y lo hice, afortunadamente. Tirando por la vena rock me encontré con un proyecto bastante diferente a lo que había escuchado y con el plus de ser cantando en catalán. A mí es que el catalán me parece muy sexy, y no hablo sólo de sexy el acento para follar, me parece que melódicamente suena muy bien, tiene rollo y me pone.



Hasta esa fecha habían publicado los EPs Grans Èxits de Gerard Civat i els Civets (2011), y Una Part de Tu (2012) y justo por esas fechas en que me presentaba el proyecto, un villancico de nombre Blinis (2012). A mí ya me tenían ganados, completamente. Temas que me trasladan a algún bar del Raval barcelonés donde los bohemios se reúnen en busca de salvar sus ideas, la cultura y exponer sus proyectos.





A partir de ese momento sus apariciones musicales, además de conciertos, han sido casi a cuenta gotas. En busca de la luz (2013) fue su primer tema cantado en castellano donde se defienden igual de bien que en catalán con motivo del concurso "La llum a les ones 2013" con una letra que adapta el texto de una de las ganadoras, Martina Roca.



Tal era lo que me gustaba su música que vi que era fundamental cuando celebré el 5º aniversario de Confesiones tirado en la pista de baile que hiciera su aportación de la cual destaco unas cuantas frases: "Ya lo dicen, a veces uno necesita que le digan que lo quieren, aunque lo suponga. Uno necesita que lo verbalicen. En este caso, que alguien que no es catalán, que no tenga nada que ver conmigo". Y es que sigo pensando que hay un problema en una sociedad donde parece que se hace de menos o se mira con desdén hacia idiomas dentro de nuestras fronteras. No sólo el catalán que, aún así, es el más visible, sino también el gallego (gracias a Óscar y Manu por haberme enseñado un poco más sobre él) o el vasco (De aquí me quedo con el Do the Naidance). Tampoco espero mucho de una sociedad en la que lo que más importa es quien es el nuevo tronista de un programa o se juega a esa doble moral que ya no sólo es americano si no que se ha extendido por el resto del mundo.


A finales de 2014 presentaron dos temas, Obre'm y Tu No Em Coneixes del que, supuestamente, sería su primer álbum, Desglasç pero que se quedaron en dos canciones que no tuvieron álbum. El mundo de la música es complicado, los grupos musicales tienen sus tiempos, y hay un grado de perfeccionismo y de exigencia que si no se llega a él se guarda en un cajón.



A finales de 2015 empecé el proyecto Reinventando las Confesiones y entre las primeras personas que pensé fue en Gerard. Le puse una sola condición: quiero que sea en catalán. Creo que es el idioma en el que se mueve y me apetece mucho que siguiera el estilo que había tenido en las canciones que había presentado hasta la fecha. Bajo el nombre de Gerard Civat, que los Civiets estaban en un descanso (dominical que diría Mecano), a comienzos de 2016 me entregó una joyita llamada Confessions Tirats a la Pista de Ball que es el mejor regalo que le pueden hacer a uno: un grupo que te gusta, que le pidas algo, que se entregue en ello por amor al arte. Aquí la seducción se completa y yo ya estoy con los pantalones bajados, como sutil simil.




Y una vez llegamos a este punto ¿Qué es lo que pasaría? ¿Qué sucedería? ¿Cuándo llegaría nueva música? Hace unos días nos llegaba una nueva muestra que en estos meses no ha parado de seguir "jugando" y disfrutando haciendo música con dos sesiones en directo grabadas en los estudios Crema, Sessions Crema #1 (2016) sus propios estudios, los temas: Tenim TempsDemana'm El Que Vulguis 



Y ahí sigue grabando, repitiendo, echando a la papelera de reciclaje y vuelta a empezar para acabar haciendo lo que más le gusta: hacer canciones y a mí eso me encanta. Tanto que a mi próxima visita a Barcelona espero quedar con él y que me cuente, en un bar con estilo y con unas cervezas, de donde viene y a donde va.


Gerard Civat, Megaafonía y Cola Jet Set en Confesiones tirado en la pista de baile

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*A Felipe de Cola Jet Set le gustaba mucho su tema No Hi Ha Motius y quiso que hiciera una versión en castellano para El Fin del Mundo (Elefant Records, 2015). Por si no lo sabéis al grupo le gustaba tanto todas las canciones que habían grabado para este disco que finalmente tuvieron que seleccionar las que querían y lo hicieron en un concierto en Barcelona. Gerard había adaptado la canción bajo el nombre de Sin Mirar Atrás que ha sido cara B del single Me Levantaré.


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