No voy a mentir si reconozco que Alejandro Parreño era uno de mis favoritos de Operación Triunfo, por ser diferente a los demás. Tampoco que ya le he dedicado algún monográfico sobre su trabajo y que además me genera muy buenas vibraciones. Hace unos meses lanzaba el primer single de la nueva etapa de la banda Nómada, El mundo que no conocí, y ahora llega el segundo: Infinito (Alias Music, 2019). Además éste será el nombre del LP que se encuentra preparando.
Alejandro ha dicho sobre la canción que "La escribí para Laura, la maravillosa madre de mi hijo. Según mi forma de ser, el amor incondicional, como la energía, nunca se destruye, se transforma. Es INFINITO". Así que es una declaración de amor con nombre y apellidos, sin darle vuelta a posibles interpretaciones. Alejandro se sincera con esta canción sobre la confrontación que existe entre el corazón y la mente, el querer y el saber como querer. El amor con infinito, eterno, de una u otra forma, pero sigue estando ahí. Seguramente si repasáis vuestra vida veréis que hay algún amor infinito en el espacio tiempo.
Para el videoclip han contado con la dirección de Bruno Marín (Alas de Volver, Se nos escapa de Nil Moliner) donde vemos al grupo tocando en lo que podría ser una fábrica vacía y Alejandro aparece en algunos momentos mirando hacia el infinito de las estrellas tras un viaje a oscuras en un coche. Todo es infinito.
Infinito tiene producción Manuel Tomas, con guitarras de David Lozano y Carlos Gómez, bajos de Natxo Tamarit, a la batería Adri Cachorro y a los teclados Carlos Álvarez. Todos ellos también han trabajado en el disco Infinito.
Artwork Infinito realizada por Sonia Soler
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