Amaia ha sacado su primer disco. Esa chica a la que conocimos poco a poco en el "reboot" de Operación Triunfo. La edición de 2017 que nos hizo emocionarnos como si hubiéramos vuelto a comienzos de la década '00. Amaia Romero nos ganó absolutamente con su forma de ver el mundo, su estilo y su capacidad artística. Ahora nos llega su primer disco, Pero no pasa nada (Universal Music Spain, 2019).
"Es un poco mierda, pero no pasa nada" eso dijo Amaia en las primeras declaraciones tras Eurovision 2018 sobre la posición en la que habían quedado Alfred y ella en el festival con Tu Canción. Así ahora Pero no pasa nada se convierte en el nombre de su disco debut, una declaración de intenciones en toda regla.
Si un problema tiene este disco no es Amaia. Ella ha venido con lo que le ha apetecido hacer, lo que ha querido... Y sólo hay que dar un repaso a sus actuaciones, declaraciones y a su forma de ser. Me parece curioso los artículos donde están disfrutando diciendo cosas como que sus letras son sonrojantes, que no hacia falta tanto tiempo para esto, que si titulares llamativos para no contar nada... Un buen clickbait porque eso es lo que se ha convertido buena parte del periodismo español, incluido el musical. Pero, vayamos al disco.
Comienza en modo de nana con Última vez, en poco más de una canción mete un drama cantado como si fuera el último minuto de su vida, el último beso, el último "te quiero". Amaia tiene 20 años, y me viene a la mente que yo los tenía hace casi otros veinte y la intensidad de aquella época y la posterior también.
Quedará en nuestras mentes es una canción de pop en la que casi parece proyectarse al futuro y vivir en una nostalgia (o melancolía, dependiendo de como queramos tomarlo). Hace un guiño a su productor, Santiago Barrinuevo, mencionando al grupo al que pertenece: Él mató a un policía motorizado. Y tiene un final tan pop retro español. Vamos a dar un aplauso al redactor de Icon de El País que decidió decir que esta canción "Al principio suena como una mezcla entre The Ronettes y Los Planetas y, al final, es algo así como Karina con ansiolíticos". Una canción que ya tenemos interiorizada es El Relámpago. A Amaia le cayó la ramificación de uno de ellos de pequeña, y esta canción puede tener ese punto de ironía a un acontecimiento que podría no haber acabado bien. La intensidad del tema, del sonido ambiente, de la tormenta que acompaña.
Escuchando Pero no pasa nada me ha venido a la mente la primera vez que escucha La fabulosa historia de Zahara [En el segundo párrafo de esta entrada de 2009 está la clave]. Al principio pensaba que era demasiado ñoña, que no encajaba con ella. Un mes después estaba comprándome su disco, diez años después se ha hecho toda una carrera en la que ha ido pasando de la parte más romántica de la vida a la más triste, dura y pasado por diversas fases. Y sigo escuchando La fabulosa historia con esa ternura de la juventud.
Así llega Nuevo Verano que representa perfectamente todo el anterior párrafo. Amores de verano, las pequeñas sensaciones, ese cosquilleo, los mensajes... Tan sencillo como el amor que llamó La Casa Azul a uno de sus discos. Nadie podría hacerlo parece casi una continuación de la anterior canción, esta vez en un modo más intimista aunque, desde mi perspectiva, me suena a una despedida, a algo que ya ha sucedido, a ese regusto que te deja una comida, cuando repasas con la lengua esos restos y dices "Qué bueno estaba", casi hay una idealización de un pasado que en Amaia podría ser un presente.
Quiero que vengas, me ha hecho gracia leer a Radar Pop decir que esta canción que "el estribillo de ésta me recuerda a mi canción favorita de Ellos". No sé si se refería a Decoración, pero puede tener un rollo similar. Lo deja todo claro en esta canción donde hay un enfrentamiento entre dos partes: la luz y la oscuridad, el bien y el mal, lo que nos hace bien y lo que nos hace mal.
El miedo es algo que aparece en buena parte de las canciones, porque el miedo es algo natural y ella así lo toma. En Todos estos años tiene una elegancia que me flipa, así como el recordatorio que se hace con "Quiero imprimir todas tus fotos, quiero imprimir todos estos años, quiero imprimir hasta lo imposible, porque yo quiero imprimirte a ti y que estés aquí". El recuerdo de aquello que fue y seguro que ahora os pueden saltar imágenes de una persona de la que queríais imprimir todas las fotos. Un día perdido o como dejar que un día comienza y termine, lleno de algunas cuestiones cuasi filosóficas sobre la necesidad de la soledad o tratar de entender porque alguien te quiere.
Me ha venido a la mente Shirley Manson con una mezcla de las canciones rajavenas de Drive me home y Cup of Coffe de Garbage al escuchar Cuando estés triste. "Por favor anímate y perdóname, siento que es por mi culpa", ¿Una búsqueda del perdón?. El final se pone en Porque apareciste, en tono de bolero, "Te quiero porque apareciste". Última frase del disco.
Pero no pasa nada, que ya lo dice Amaia. A los que nos gustan artistas como Zahara o Nena Daconte que cantan a los sentimientos, cada uno a su forma, con una producción que engranda cada uno de los temas. Pero no pasa nada si no os gusta, como todo en esta vida, tras dos escuchas a mí me ha cautivado Aunque el mejor resumen lo hizo El Pop en Twitter: "Suena a Natalia LaFourcade si en lugar de descubrir a Chavela Vargas, hubiese descubierto Elefant Records. Está tan bonito como suena"
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