"Me puse a andar hacia la calle y pensé donde se fueron mis ganas de perder"
Nena Daconte llevaba unos meses que nos estaba dando pequeñas pinceladas con lo que iba a ser su regreso. El pasado viernes giró la vuelta a todas las cartas lanzando su nuevo disco, suerte... (Daconte Music, 2018), que ya sabíamos que era un nuevo comienzo... aunque ahora comprendemos que hay mucho más en su interior de lo que podíamos suponer.
Este disco supone un regreso tras una época de silencio musical en el que desapareció del escenario mediático. En una entrevista en Los 40 cuenta que sufrió de miedo escénico, fue acumulando, acumulando hasta que vio que aquello no le salía rentable a nivel emocional. Se centró en sus hijos, en hacer terapia -qué sano es que los artistas hablen de ello y que, poco a poco, deje de ser un tabú en esta sociedad- y en dedicarse al interiorismo y componer canciones para otros. Pero pasados unos años vio que tenía las canciones que quería, con quien quería hacerlas y el momento de regresar.
En suerte... Ha abandonado los artificios "externos" que incluían los discos Una Mosca en el Cristal (2010) y Sólo muerdo por ti (2013) para regresar a esa primera etapa donde nos conquistó con He perdido los zapatos (2005) y Retales de Carnaval (2008). Estos dos discos, en la época que compartió con Kim Fanlo, son fundamentales para entender el mundo del pop español. Nena Daconte fue uno de esos grupos que rompieron la barrera entre lo alternativa y el mainstream gustando a un espectro de oyentes muy amplios.
suerte... es un disco mimado, cuidado y lleno de detalles desde las portadas de los singles, las fotografías a los vídeos o las ilustraciones que saldrán cada mes en torno a la suerte [la primera es de la gran Lyona] para complementar. Todo se encuentra hilado.
suerte... Tiene 7 canciones, como número de la buena suerte, y ha contado con Raúl Marín -uno de sus primeros cómplices que aparece en los créditos de los dos primeros discos. Entre otras cosas se encargó de la dirección de los dos primeros clips de Nena Daconte: Idiota y Marta- y la producción de Paco Salázar -con el que ya había trabajado anteriormente en la producción del tema I just call you girl, la única en inglés de su discografía, arreglos en Disparé y tocando en algunas giras -.
Amanecí fue la canción que, de una forma sigilosa y sin promoción, nos llegó para indicar que Nena Daconte estaba de regreso. No fue una vuelta al pasado pero si la sensación de recoger la base de lo que era el proyecto y volver a sacarla a la luz. Es una declaración de intenciones tras una mala época en la que uno vez la luz. Se ahonda en la idea de la simplicidad de todos los sentimientos, hacer las cosas sencillas. Ella la transforma en esta canción. Del minimalismo damos paso a la canción-single del disco: Mi Mala Suerte. Pop de estribillo pegadizo y con coro de fondo, donde ha decidido, en sus 3:34 de tiempo, quejarse de la mala suerte para dejarlo ahí perdido. Siempre con un optimismo que se refleja en la melodía.
Y Qué nos lleva a un pasado, a una relación que ya fue. Como a veces pasa, hay personas que se te quedan ahí aunque haya pasado la ilusión, la emoción, la chispita... un recuerdo que a veces pasa por la mente y sigue provocando alguna conexión neuronal de una forma completamente irracional. Ya no somos niños es la canción más rockera del álbum. Nena Daconte es muy de declaración de intenciones por lo que no se queda corta. El ser humano en plena esencia, la perdida de la inocencia de los niños y por si alguna vez hubiéramos creído que somos ángeles cuando todos somos una mezcla del bien y del mal. El encuentro y el desencuentro. No hay ni buenos ni malos.
En Otra Dimensión vemos el reflejo de dos vidas que se han separado. Una de ellas todavía echa de menos a la otra. La otra ya se encuentra en un lugar completamente diferente. Otra dimensión a la cual ya no se puede llegar por lo que sólo queda aceptarlo. Así canta con tristeza "Que le vamos a hacer". La Llama busca la esperanza por encima de todas las patadas que te da la vida. Esa pelea que a veces sucede con el universo, esa llama que se encuentra ahí pese a todo lo que suceda. A lo Sobreviviré de Mónica Naranjo pero más intimista.
Cerramos con Ya sé el quiero y no quiero, la tristeza de la dualidad humana, nuestro maravilloso cerebro y los sentimientos. Tras una pocas líneas, la canción se pierde en sus instrumentos. Casi parece que nos deja reflexionar sobre esas situaciones... y llega el silencio, como si nos fuéramos alejando del disco lentamente.
suerte... es un disco que necesita escuchas, disfrutarlo, saborearlo y hundirse -para bien y mal- dentro de él. Hay mucho más de lo que parece en un principio y, amantes de lo sentimental, os va a quedar un poso lleno de revoluciones en vuestro interior. Así. Nena Daconte es como esa amiga que siempre estuvo ahí. Aunque hacía mucho que no hablabas con ella pero que cuando lo vuelve a hacer es con las teclas exactas. Bienvenida de nuevo, Mai.
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