Molina Molina es de esas personas que han ido evolucionando con los años, que algunos los recordamos de sus inicios como proyecto musical. Ese momento en el que pensaba cosas que serían divertidas, creyó que sería presidente y hasta viajó a Oz. Ha pasado el tiempo, ha cambiado de discográfica, se quedó hasta algún proyecto por el camino... Pero ya tenemos aquí Lujo Asiático (Metales Preciosos, 2023), su segundo álbum de estudio tras La Gran Esperanza Blanca.
Dos años ha estado trabajando en este nuevo disco del que hemos ido escuchando buenas parte de ellas en este tiempo. La apertura del disco se hace con Imán, el último single publicado, y la búsqueda de la separación de una persona que no acaba de salir de la mente. Le sigue Delicadeza, la canción que tiene a dúo con Miranda!, ¿Puede que sea uno de los artistas que más duetos tenga en su trayectoria con todo tipo de artistas?. En estos dos canciones ya demuestra que hay una vena más electrónica, bailable y elegante pero sin perder quién es. Siento que me muero también era una conocida desde hace unos meses, en el que vemos la ilusión de compartir ese algo con otra persona... pero igual que la cosa sube, al final uno se da cuenta de las intenciones. En Blanco es la canción que parece llevarle un poco más al pasado, pero con su nuevo sonido.
Líquido es una de las nuevas que descubrimos junto al lanzamiento del disco, con un rollo ochentero de esos que se pegan fácilmente. Un estribillo que parece que te hace sobrevolar por encima de la canción. Con Lógico también vimos que parece fácil crear una canción con la que bailar lento y la búsqueda de olvidar. Últimamente, y su comienzo que suena como si fuera una canción del Mario, que fue el primero de los temas que conocimos del disco, exactamente hace un par de años. Se acabó MMXXIII que es otro pelotazo bailable que no te permite que te pegues al asiento. Si hace unos días en el Love the 90s escuchaba la original de Paradiso, ahora Molina Molina nos propone su versión de Bailando. Porque a este señor siempre meter alguna canción ajena le gusta.
Junto con Últimamente, Parece que fue mi otra canción favorita de lo que ha ido editando en estos dos años. Encaja perfectamente con el resto de las canciones del disco. Llegamos hacia el final del disco con dos canciones: Lo he pensado hoy, que sería la balada del disco, y Terremoto, el cierre, en el que descubrimos una voz femenina - que no aparece acreditada por motivos misteriosos de las subidas de las canciones a estas plataformas- que es la de Valeria, la hija del propio Molina, y que hace una ruptura con el resto del disco en forma de una rumba.
Lo que refleja Lujo Asiático con una serie de sentimientos, sensaciones, estados que ha ido pasando y que en cada canción se pueden observar, en este disco que ha sido grabado junto al productor Aaron Rux y que propone ponernos a bailar pero con cierto punto de reflexión.
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