El viernes se levantó gris, como el último disco de
Zahara, que hace que todo su colorido se haya convertido en un tono gris en el que uno se quiere, adictivamente, envolver.
El
Zahara Day comenzaba en RTVE donde grababa por la mañana
Los Conciertos de Radio 3. Allí me planté, junto con Maribel, para disfrutarlo como experiencia más cercana, cuasi minimalista. Una Zahara con vaqueros, camisa de cuadros y botines, que sólo le faltaba un sombrero vaquero para pensar que estábamos en el salvaje oeste.
Entre las esperas en la recepción de visitantes, delante del plató, y después en Espera, espera, espera. Zahara pide salir a probar la camisa para ver sino estropea los planos o satura la imagen. Alguien del equipo dice "Mira como son los modernos" y yo pienso que un moderno sería de los que no saldrían a hacer estas cosas, ni se preocuparía. Sorprendidos se encontraban, también, que hubiera tanta gente en este concierto, que creo que no había nadie de figuración como en antaño solía pasar, que hasta se nos preguntó si Zahara era conocida por algún anuncio de televisión.