Hay un momento en el que se deja atrás el verano. En ocasiones sucede cuando regresas de las vacaciones, pero otras veces estas no coinciden con la época estival... pero puede que por tema del tiempo casi que ni haga falta que sea verano.
Una de las experiencias más placenteras es la de poder bañarse en pleno mes de octubre en la playa, disfrutar de un sol que pica, leer relajadamente, ver todo tipo de hombres interesantes... Compartir con un muy buen amigo esas pequeñas sensaciones que tú no tienes a menudo. Charlas sobre que es moderno, y que no lo es, el futuro más inmediato, o gritar en esa montaña rusa que aún no habías probado.
Quedar a comer, contarte la vida, reírte de los dramas comunes, y disfrutar de esas conversaciones que siempre te apetecen tener con pocas personas. Contarte proyectos mutuos y tomar un buen batido de café con vistas a Iglesias de barrios que tendrán protagonismo en una novela que ardo en deseo que podáis leer dentro de muy poco.
Salir a tomar cañas, beberte un poco la ciudad de una forma lenta y relajada, como si el tiempo se ralentizara. Saber que en breve te vas a ver rodeado de hombretones gritando como locos cuando ella cante Your Disco Needs You ¡Y bailando como loco!
Familias que tienen nuevos miembros con los que se les cae la baba, gatos que de tanto jugar se vuelven bestias dejándote las manos llenas de recuerdos, pero después duermen contigo la siesta acurrucado entre tus piernas... Después regresas a tu casa, a visitaar a tus vecinos, y que te descubran discos como éste.
Familias que tienen nuevos miembros con los que se les cae la baba, gatos que de tanto jugar se vuelven bestias dejándote las manos llenas de recuerdos, pero después duermen contigo la siesta acurrucado entre tus piernas... Después regresas a tu casa, a visitaar a tus vecinos, y que te descubran discos como éste.
Pero alguno se preguntará: ¿Y esto que tiene que ver con el nuevo disco de Erlend Øye, Legao (Bubbles Records, 2014) que salió a la venta la semana pasada? Tiene que ver en que todas esas situaciones podían venir acompañadas perfectamente por el segundo disco en solitario del miembro de bandas como Kings of Convenience o The Whitest Boy Alive.
Un disco que, perfectamente, nos plantea como se produce un paso del verano al otoño. Entre temas con toques más tropicales que golpean como ese sol que pica el cogote [habrá que rescatar el tema La Prima Estate que publicó el año pasado], a los que piden a gritos caminar por las calles de la ciudad pisando hojas secas y con sonrisas cómplices junto a ti.
Escucha recomendada por Javier Castellanos
Un disco que, perfectamente, nos plantea como se produce un paso del verano al otoño. Entre temas con toques más tropicales que golpean como ese sol que pica el cogote [habrá que rescatar el tema La Prima Estate que publicó el año pasado], a los que piden a gritos caminar por las calles de la ciudad pisando hojas secas y con sonrisas cómplices junto a ti.
Escucha recomendada por Javier Castellanos
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