7 de julio de 2012

Adventure Time | Surrealismo ¿para niños?

El mundo de las series infantiles da mucho juego, sobre todo porque a veces el mundo infantil creo que esconde bastante perversión más allá de lo que la chavalería puede entender.

Si en mi época más joven series como Pepper Ann hablaban tranquilamente de la muerte en alguno de sus capítulos, el descubrimiento de estos días ha sido: Adventure Time.

Una serie dirigida a un público infantil con un logo que recuerda completamente al de la saga Zelda y una sensación de surrealismo desde la cabecera hasta los finales.

Los protagonistas son un chaval  llamado Finn y un perro de nombre Jake, que teóricamente son hermanos adoptivos, también hay muchas princesas, aunque la principal se llama Chicle, un hombre muy malvado llamado Rey Hielo que está enamorado locamente de Chicle, animales extraños y todo ello en un ambiente postapocalíptico. Sólo viendo algunos capítulos uno se puede fijar en las referencias de metros abandonados, ciudades bajo el agua...

Acompañad esto a unos argumentos de lo más complejos que uno se plantea que desayunen, comen y cenan sus guionistas. El creador es Pendleton Ward y su pulsáis en su nombre veréis que la paranoia también está en su web.

El primer capítulo se llama Pánico en la Fiesta de Pijamas, y ya avanza hacía donde van a ir las cosas: La princesa Chicle y Finn, deciden hacer unos hechizos para revivir a muertos, les sale mal quedándose como zombies, ¿Solución? Reunir a todo el pueblo en el castillo ¡Y hacer una fiesta de pijamas donde nada es lo que parece!

Aunque quizás uno de los más divertidos, Las entrañas de la bestia, es en el que se encuentran con un monstruo que lanza fuegos artificiales por el bosque. En su estómago se han montado unas especies de Osos Amorosos una rave controlada por un hombre bastante parecido a un popular cantante. Aquí os lo dejo, no os va a dejar indiferentes.



Adventure Time os enganchará por ese concepto colorista, pop, actual, desfasado, sus dobles sentidos, y hasta por la perversión que se puede leer entre líneas. Hacerse fan es muy facil.

Bonus Track: Atentos al caracol que sale en casi todos los capítulos como si fuera una especie de ¿Dónde está Wally?

2 comentarios:

  1. Uno se pregunta qué deben de entender los niños entre tanta psicodelia. Como con Bob Esponja, todavía me acuerdo del capítulo en el que Bob y Patricio adoptan un bebé... alegato a favor del matrimonio gay en toda regla.

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  2. Desde que el Pull lance sus camisetas, me las compro jajaja

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