"Me quejo de que nadie me comprende,
que pienso bien demasiadas veces
Me gusta nunca equivocarme
miento para retratarme"
Cuesta. Cuesta mucho más que Cabeza de León (Autoeditado, 2011) -para servidor el mejor disco del 2011, por encima de The Sound of Arrows o La Casa Azul-, pero quizás cuesta más, porque hay más allá en La Grieta (Autoeditado, 2014), el segundo disco de Jero Romero. Me he dado cuenta esta semana, después de mucho tiempo tratando de entender que es lo que había querido hacer Jero en él.
Pensando que era el único que le estaba costando encajar la evolución / nuevo sonido / juego experimental que ha hecho el cantante toledano me vi rodeado de algunas personas a las que les había pasado lo mismo. Esta semana ha sido la elegida ¿Por qué? Porque había dejado de oír para empezar a escuchar. Me había dejado perderme en sus melodías, a veces no tan armónicas y directas como su predecesor, y escuchado con mucha atención las letras.
La Grieta da un salto, quizás más costoso, pero una vez que se consigue superarlo vemos como vuelve a rodearnos en un abrazo, quizás más oscuro, como si estuviéramos en medio de un bosque. Es mejor estar perdido, reencontrarse con el disco, y seguir andando por esos caminos escondidos que no nos dejan ver donde esta el final... quizás no sepamos si llegaremos a algún lugar, o quizás nos quedaremos allí perdidos acompañados por sus canciones.
Así es La Grieta, tan complicado, tan sencillo, tan rítmico, tan experimental como uno desee verlo en su fuero interior.
Y caer por ella, es simplemente un placer. Sadomasoquismo de buenos gustos musicales.
O al menos son los míos. Y quizás, simplemente, toda explicación es lo que yo he sentido esta semana al escuchar sus ritmos y dejar que entrara por los poros de mi piel.
O al menos son los míos. Y quizás, simplemente, toda explicación es lo que yo he sentido esta semana al escuchar sus ritmos y dejar que entrara por los poros de mi piel.
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La Grieta se puede escuchar en:
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