Far away but will be with you soon

Érase una vez un autobus en el cual nuestros pasos -y sus ruedas- nos dirigían lejos de aquí a un lugar a unas cinco horas de nuestro punto de partido, en nuestro camino pudimos disfrutar de varías experiencias cinematográficas:

I Love Huckabees, o lo que es lo mismo una rayada sobre un hombre que quiere reencontrarse con si mismo y que no sabe como hacerlo por lo que se pone en contacto con una oficina donde van a ayudarle, algo así como una extraña terapia. Paranoia pura y dura, con Shania Twain por enmedio nombrado por doquier y con su aparición estelar actuando, que no cantando.


Para quitarnos de paranoias pues la siguiente fue la peli de Pixar y Disney Ratatouille, toda una delicatessen para disfrutar de un ratón cocinero, muy bien realizada, buena historia y además posiblemente una próxima atracción para Disneyland Paris de las más caras que tendrá el parque. ¿Quien no querría un ratón cocinero?, y ¿que pensará Mickey Mouse de todo esto?


Una vez llegados al lugar del destino decidimos que una de las mejores que se puede hacer en la inauguración de una casa es hacerla por todo lo alto, en los barcos no se estrellan botellas de cava contra el morro del mismo, pues en una casa se puede lanzar coca cola para decorar todas las paredes, si, es un nuevo estilo que hasta ahora algunos no conocíamos, lo cual provocó alguna que otra cara extraña entre el dueño de la casa y el resto de invitados, pero es que la chica de la foto es así de espontanea cuando lleva bebiendo desde las cinco de la tarde...


Para una fiesta de inauguración es muy importante la música, así que el dueño de la mismo hizo una muy buena selección a base de temas tan variopintos como: La Juani de Facto Delafé y las Flores Azules, Tony the Beat de The Sounds, Tan lejos de ti de Dorian, Valiente de Vetusta Morla, Kids o Time to pretend de MGTM... lo cual era una buena manera de acompañar al alcohol que compramos en unos chinos que cerraban a las 4 de la mañana, ya podían aprender los chinos de por aquí hombre. Y si la mesa que se ve ya estaba con la decoración de Coca Cola que había hecho la chica de la foto superior para inaugurar la casa...


Siempre en estos estados uno se pone en plan "como nos queremos" y nos da por hacer fotos donde nos queda bien claro que somos super colegas, super amigos y estamos la mar de efusivos: uno para todos y todos para uno... que decian los mosqueteros.

Tras una noche de intenso desfase pues al dia siguiente para comenzar bien la noche lo que decidimos fue irnos a tomar algo, quien dice algo, dos litros de sangria entre dos personas y medía, recordando los buenos tiempos de Extratoiris, así como las excelencias de las becas de estudios en el extranjero o de la universidad de Alicante, donde además hay patos, algo muy importante más que nada aunque sea en términos ecológicos, que ya se sabe.


Cuando ya estábamos a punto de irnos pues nos pusieron unas tapas para poder conseguir acabar con la sangria ya que estuvimos como un par de horas poniéndonos con ella, y parecía que íbamos a nuestro ritmo, asi que nos sacaron algun de embutido, que no se si era de la zona o no.


En una de las discotecas habían decidido que lo mejor era sacar las obras a las paredes, y entre florescentes, y demás pues habían representado algunas obras conocidas, como por ejemplo "El grito", alguno decidió además hacer su propio parodia de la obra.

Hay maniquís que dan mucho mucho miedo, como es el caso de los aquí presentes, que yo no se si eran maniquís o Animatronics sacados de algún parque temático que en cualquier momento se iban a poner a cantar cosas como "Muy pequeño el mundo es...", "La vida pirata es para mi..." o alguna otra similar... por suerte no se movieron, pero a mi me crearon un sentimiento de mal rollo.

Cuantas tonterias que se pueden hacer con una bola de discoteca la verdad, pues aquí jugaban -entre esas preciosas representaciones de las obras de artes clásicas- ha jugar con unos lasers que atrevesaban una pequeña bola de discoteca y que hacía que los rayos se bifurcaran dando un efecto bastante curioso.

Esa es la botella culpable de todos los males, por 8€ en los chinos que cerraban a las cuatro de la mañana, que nos hizo beber y beber, beber, a una cantidad más rápida por mínuto que la mejor vuelta de Fernando Alonso... porque es lo que tiene llegar tarde a los lugares y que tengas que pillar el acelerón para al menos quedar a la par.


Y para acabar esta visión del grifo maléfico, porque a mi esa cara que se forma entre el logo del agua caliente y el agua fría, no me da tampoco buen rollo... que parece que va a soltar unos lasers en cualquier momento.

A veces hay despedidas tan de película que cuando las ves no puedes creer que sean reales... Sniff.

Fin (que en los cuentos siempre aparece la palabra fin no como en las secuelas de las pelis que nunca sabes cuando van a terminar)