17 de enero de 2010

Uno más uno son siete quien me lo iba a decir

Esto es lo que sucede cuando se juntan una gran cantidad ingente de globos, a lo que añadir una mesa llena de rica comida y seis jarras de sangría en un chino donde se escuchó alguna frase como ésta "Me están tratando como a un chino... creo que no es el lugar más adecuado para decirlo"


Provoca que haya personas que saquen su vena artística más vanguardista, haciendo un nuevo palillero o una margarina moderna para jugar al "Me quiere", "No me quiere"... al final de la noche no consiguió vender la patente a ninguna empresa de todas con las que esta persona contactó a lo largo de la noche.

Hace que se vean las puertas en el techo (Nota: si la puerta estaba realmente así, o al menos eso creemos todos los testigos) como si fuera sacado de "Alicia en el país de las maravillas", que no sabemos cual es la manera de poder entrar en ella.


Y se acaba decorando motos ajenas con globos antes de entrar en un irlandés, a la salida los globos seguían instalados en el mismo lugar, lo cual en una ciudad como ésta donde te roban hasta un caramelo es cuanto menos curioso, aunque pensamos que la moto podría haber volado como si se tratara de "UP".



Shhh Shhh

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