My Chemical Romance lanzarían el que, sin en ese momento saberlo, sería el último disco de la banda. Venían desde la oscuridad, de un disco muy denso y acompañado de una larga gira para presentarlo. Cuatro años después del anterior lanzamiento, regresaban con un nuevo álbum conceptual situado en la California post-apocalíptica de 2019 donde un grupo de extraños rebeldes batallan con una malvada corporación. Todo ello alrededor del mundo del cómic y con una actitud musical más orientado al pop: Danger Days: The true lives of the Fabulous Killjoys (Reprise Records, 2010). Este repaso al disco ha sido tras leer un tweet de mi querida Kass que me ha motivado a regresar al disco.
La banda estadounidense, con cuatro álbumes publicados, tiene tres discos conceptuales en su haber: Three Cheers for Sweet Revenge (2004) -que gira en torno a un hombre que vuelve de la muerte para encontrar a su novia, una referencia de la última canción de su disco debut, y vengarse de todos aquellos que le jodieron en vida- y The Black Parade (2006) -sin duda su gran obra en la que el protagonista es un personaje llamado el Paciente al que le descubren un cáncer, durante el disco se conoce que es terminal y la relación que tiene él con todo el proceso, la reflexión sobre la vida y el acompañamiento hasta la muerte-.
Danger Days: The true lives of the Fabulous Killjoys es una ópera rock que nos sitúa en la California post-apocalíptica en 2019, donde un grupo de extraños rebeldes conocidos como Killjoys batallan contra una malvada corporación llamada Better Living Industries con sus Draculoides y exterminadores como Korse (Grant Morrison). Así cada uno de los miembros del grupo adoptaban una personalidad que se podía ver en los videoclips con los que presentaron el disco: Party Poison (Gerard Way), Jet-Star (Ray Toro), Fun Ghoul (Frank Iero), y The Kobra Kid (Mikey Way), también nos encontramos a Dr. Death Defying (Steve Montano) cuyo voz se puede escuchar en algunas pistas del disco presentando sus aventuras. En esta ocasión buscaron la fuente de inspiración en el rock contemporáneo, psicodélico y las bandas postpunk de los '60 y '70.
Comenzaron a hacer el disco con Brendan O'Brien pero no estaban seguros si ese era el momento hacia tirar por ese lugar, ni si estaban coartándose a ellos mismos. Finalmente sería Rob Cavallo (Green Day, Avril Lavigne, Paramore), productor de The Black Parade, el que se encargaría de la misma en este álbum rescatando cuatro de las canciones de las sesiones de Brendan: Bulletproof Heart, The Only Hope For Me Is You, Save Yourself y Party Poison.
Na Na Na, dirigido por Roboshobo y Gerard Way: Nos muestra como es un día en la vida de este peculiar grupo Killjoys, hasta que Korse los derrota y capturan a "The Girl". La canción es una crítica al consumismo de Estados Unidos aunque podría ser extendido a nivel mundial.
Sing, dirigido por Paul Brown y Gerard Way: Misión de rescate del secuestro que sucede al final del anterior del primer videoclip, con un inquietante final. En el tema se habla de la subversión, como ahondar bajo la piel de personas en el entorno político y social, y como llegar a la televisión para hablar de como sentirse.
También se lanzaron como singles: The Only Hope for Me Is You, Planetary (Go!), con un vídeo rodado en directo en el O2, Bulletproof Heart y The Kids from Yesterday, este último con vídeo de diversas actuaciones en directo de su historia. El disco está compuesto por 15 canciones en las que vemos ese cambio de orientación del rock al pop aunque siguiendo con la capacidad de crear canciones redondas. A veces desde lo profundo de su corazón, como The Kids from Yesterday, otras mostrando el lado artístico de la banda, como en S/C/A/R/E/C/R/O/W inspirada en Lucy in the Sky with Diamonds de the Beatles. Aunque quizás la temática más original es la canción que cierra el disco: Vampire Money, una canción que fue la reacción de la banda cuando les pidieron hacer un tema para la saga de películas de la adaptación de Crepúsculo.
Irónicamente, tres años después se lanzaría las canciones grabadas con Brendan O'Brien como una colección de vinilos de doble cara A que acabarían siendo una recopilación en caja llamada Conventional Weapons (Reprise Records, 2012) formada por los singles: Number One, Number Two, Number Three, Number Four y Number Five.
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