El
Contempopranea llega como todos los años. E igual que llega se acaba yendo, son unos pocos días tan intensos como la edición más larga de
Gran Hermano donde todo se magnifica, donde uno se lo pasa bien y está deseando ir el siguiente año.
Ha habido unas cuántas ausencias -sex symbol bajito barbudo, ¡vuelve el año que viene!-, así como unas cuántas incorporaciones, casi como si fuera los cambios de repartos de una típica serie juvenil española de la década del 2000.