Hay una tendencia muy grande a decir que los noventa no molaron pero sólo por la vena del eurodance hubiera merecido la pena, de todos modos hay más motivos, uno de ellos es del que vengo hablaros hoy: la película Más que amor, frenesí (Albacete, Bardem & Menkes, 1996). Es curioso verla en plena adolescencia y después, no sé cuántos años después, para tener la misma sensación de diversión.
El trío de directores crearon una película que quería ser el reflejo de una parte de la sociedad de mediados de los noventa: universitarios, fiesteros y con ganas de comerse la vida, aunque también enamorados, con sentimientos y luchas internas y externas. Y sí, creo que me he pasado de profundidad.
El trío de directores crearon una película que quería ser el reflejo de una parte de la sociedad de mediados de los noventa: universitarios, fiesteros y con ganas de comerse la vida, aunque también enamorados, con sentimientos y luchas internas y externas. Y sí, creo que me he pasado de profundidad.