Hay una tendencia muy grande a decir que los noventa no molaron pero sólo por la vena del eurodance hubiera merecido la pena, de todos modos hay más motivos, uno de ellos es del que vengo hablaros hoy: la película Más que amor, frenesí (Albacete, Bardem & Menkes, 1996). Es curioso verla en plena adolescencia y después, no sé cuántos años después, para tener la misma sensación de diversión.
El trío de directores crearon una película que quería ser el reflejo de una parte de la sociedad de mediados de los noventa: universitarios, fiesteros y con ganas de comerse la vida, aunque también enamorados, con sentimientos y luchas internas y externas. Y sí, creo que me he pasado de profundidad.
El trío de directores crearon una película que quería ser el reflejo de una parte de la sociedad de mediados de los noventa: universitarios, fiesteros y con ganas de comerse la vida, aunque también enamorados, con sentimientos y luchas internas y externas. Y sí, creo que me he pasado de profundidad.
"Que folles bien no significa que no seas un cabrón" |
Cuando uno la ve actualmente echa de menos, o no, eso de poder fumar elegantemente en los bares, que la gente tuviera tarjeta de saldo para la cabina y que no hubiera la crisis actual. Más que amor, frenesí fue esa película que parece que iba adelantada a su tiempo, como Mentiras y Gordas (Albacete & Menkes, 2009) fue la película que ya llegaba tarde.
"¿Mi vida? La vida es esto, un disparó y se acabó" |
Lo primero es sorprendente la cantidad de actores que allí nos encontrábamos, todos la mar de juveniles en plan universitarios, desde la protagonista con Cayetana Guillén Cuervo, que hace de mujer chunga de la vida y para ella lo más importante es ser actriz; Nancho Novo, como un misterioso chico de compañía que esconde un secreto tras de sí; una dulce e inocente Ingrid Rubio, un Liberto Rabal menos morboso que en Carne Trémula, Beatriz Santiago siendo una chica buena, reivindicativa y enamorada hasta la médula de Juan Diego Botto... al que le gusta otra, Bibiana Fernández haciendo de madame con muy mal carácter, un teñido Gustavo Salmerón, que se pone igual de profundo que películas que rodaría más adelante como El Arte de Morir, o un siempre guapo Javier Albalá, que de nuevo coincidiría con Cayetana en esa serie llamada Raquel busca su sitio.
[Sexo acuático] |
"Y viviré una vida triste y sencilla..." [Drama on] |
Nos encontraremos con amor, sexo, drogas, traición, dobles vidas, dudas, ex novios, encuentros por sorpresa, asesinatos, chicos de compañía, madame, fiesta, mucha fiesta, más fiesta, castings de actores, muchos cameos... un popurri bien mezclado, agitado y presentado en la ciudad de Madrid.
"Llevo toda la noche pensando que quizás no sean fallos de los demás, que soy yo quien puede estar equivocado" |
También descubriremos a drags queen como Dolly, cuya frase al llegar a una fiesta y ser presentada es "¿Dónde está el alcohol?" (hazte fan), acompañada de Divina y Jacky, un trío bien avenido que se encargan de animar cualquier fiesta que se precie con sus peculiares vestimentas tematizadas. Gracias a ellas aprendimos coreografía para Estoy llorando por ti de Ku Minerva una de las reinas dance de los noventa en nuestro país, podríamos decir que era nuestra propia Alexia pero en versión dramática. En todo este momento drag había, quizás, algo de Priscilla, Reina del Desierto que había llegado a los cines dos años antes.
"Esta noche soy Cindy, Cindy Crawford y como no encuentro a Richard Gere estoy que muerdo así que ponme los Martinis y no te enrolles... ¡Tú! ¡Paga!" |
La música es otro de los alicientes con temas bailables y desfasados por doquier desde la mencionada Ku Minerva acompañado de otros tantos tales como So in love in your de Duke, Come into my house de DJ Chus, We need a friend de Spanic, La Baker versionando en plan bakala el A quién le importa de Alaska y Dinarama o la canción que suena en los últimos minutos de la película, Frenesí de Mirror que es un canto optimista.
[Homenaje a Pedro Almodóvar, Ingrid Rubio cual Victoria Abril en Kika] |
La carrera de los directores fue cambiante: Miguel Bardem se "independizó" e hizo aquella historia surrealista que fue La Mujer Más Fea del Mundo protagonizada con una mujer que sólo quería que la quisieran interpretada por Elia Galera. Albacete & Menkes han seguido como pareja artística e intentaron explotar el filón del debut con No me hablas de los hombres que me pongo Atómica, que no funcionó igual de bien que su predecesora. Después cambiaron de género con Sobreviviré, I Love You y Entre vivir y soñar en plan dramas/comedias amorosos. Finalmente regresaron de nuevo a sus orígenes con Mentiras y Gordas que podría haber sido el Más que amor, frenesí, de esta generación pero que se queda en la lejanía aunque nos permitió ver a Hugo Silva follando de todas las formas posibles... cosa que es de agradecer, todo sea dicho.
[Nunca había mirado nadie tan atento un camión de la basura] |
"¿Estás enamorada? Dilo, dilo, pues prepárate que todos son unos cabrones" |
Como decía una amiga deberíamos pedir a la filmoteca que proyecten Más que amor, frenesí, que después de ver el espectáculo de Showgirls, ésta puede dar mucho juego. Una vez vuelta a ver, muchos años después, creo que es una película muy Confesiones tirado en la pista de baile.
Así al final acabaremos todos cantando alegremente a las siete de la mañana mientras amanece en la ciudad:
"Quiero que vivas sólo para mí, y que tú vayas por donde voy
para que mi alma sea algo más de ti, bésame con frenesí
Dame la luz que tiene tu mirar, y la ansiedad que entre tus labios vi,
esa locura de vivir y amar, que es más que amor frenesí"
[¡Quiero una puerta así para mi casa!] |
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