7 de marzo de 2019

[ Oh Long Johnson ] Miss Caffeina nos llevan a su pista de baile


Miss Caffeina están de vuelta con su cuarto disco. Tras casi diez del lanzamiento de su debut, que llegaría tras varios EPs, es momento de presentar Oh Long Johnson (Warner Music España, 2019). Este LP supone otro paso más del que ya habían hecho con el exitoso Detroit (2016). Con él consiguieron que la música fuera su única profesión y extender sus melodías pop por todo nuestro país, y parte del extranjero.


Oh Long Johnson tiene una evolución de un sonido. Se han quitado todos los miedos a la pista de baile, y a los sintes, con las que han coquetado varias veces en su trayectoria musical, especialmente en su disco predecesor. No han llegado a hacerse lo que pasó con el Confessions on a dance floor (Madonna) o Follow the City Lights (Dover) pero si que han decidido meterle todo un tono mucho más bailable, con algunas excepciones. Además tanto el artwork como en los videoclips no han explotado el tono bailable sino que han sido más bien comedidos y hasta tradicionales.

"No tengo recetas para días de mierda 
y todo se hace grande si lo miras de cerca 
si andas hacia atrás 
tiendes a tropezar" 

Comencemos con Oh Long Johnson que se inicia con unos compases, repetidos en el estribillo de la canción, que recuerdan a los de Reina, casi como un autoguiño. El sentido del humor se encuentra muy presente con frases como "Males de muchos ¡Consuelo Berlanga!" -este chiste habrá alguna generación que no lo pille. Pobriños- y una colección de "Menos mal" para contrarestar las situaciones que nos encontramos en la sociedad actual. Merlí fue la carta de presentación del álbum. Tomando el nombre de la serie de TV3, coge el lugar de Mira como vuelo y nos da un nuevo mantra en su estribillo: "He perdido el tiempo buscando en los demás lo que no me deja ser libre. He buscado excusas para no mirar lo que hay que dentro". Le acompañó un videoclip realizado por NYSU formado de pequeñas escenas como si fueran Stories de Instagram.



Fiesta Nacional se libera completamente: melenas al viento, luces multicolores pero con las letras, y melodías, marca de la casa. Eso es lo que hace bueno un cambio de sonido en el que no se pierden las propias bases del grupo. Calambre se pone más elegante, se puede seguir bailando pero en otros ritmos. Mientras que Reina es la balada electrónica. En esta canción hay un desnudo absoluto de forma emocional. Busca encontrar la paz con todos los demonios de la infancia, del acoso escolar y transformarlo en algo positivo. En estas últimas tres canciones participa en la composición el gran Sergio Delgado (SED), un chico talentoso con el que Alberto ha colaborado en su último single: Paso Vital.

"Grité por si alguien escuchaba 
y las hienas me bailaron una danza envenenada 
soplé las velas otro año 
cabizbajo y condenado 
a los magos y payasos"

Prende opta por un ritmo más urbano, coqueteando con el trap pero llevado a los terrenos como el del argentino Ciccio. Entremezcla el electro con lo urbano. Guillermo Guerrero se ha encargado de realizar el videoclip donde se ve un regreso a lo noventero, por un lado en ejemplos claro como la imitación de Michael Jackson o los Back Street Boys, pero también con un estilo urbano actual.



Después llegan los terrenos más bailables con Planta de interior,  Cola de Pez (Fuego) y Bitácora que tienen reminiscencias noventeras que podían ir desde el pop de la época, al eurodance y de electrónica. Es una auténtica colección de pelotazos. Sin dejar de bailar, nos aproximamos a un electropop más sugerente el que nos muestra El gran temblor.

El final, como si lo fuera el de una noche, viene con Ausentes Presentes. Quizás aquellos que se fueron siguen estando mucho más de lo que uno se da cuenta. Una reflexión que bien se podría hacer en soledad mientras ves el amanecer en la Gran Vía un sábado por la mañana.

"Parece que ahora hay que estar preparados 
para escucharte hablar en un cassette 
y que lo peor no sea el tiempo que hace de... 
sino que hay días que no recuerdo tu voz"

Así que Oh Long Johnson pone una piedra más a lo que ya habían empezado a construir con Detroit y donde vuelven a despojarse de prejuicios musicalmente hablando. Al igual le pasaba al anterior álbum, va a ser un disco que pasados los años no va a perder la esencia y se va a poder rescatar para seguir bailando toda la noche. Como decían Sonia y Selena. Todos somos Sonia y Selena. Qué bien, Miss Caffeina.


Artwork / Fotografías promocionales: Javier Biosca

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