Una casa a lo lejos completamente incendiada, la mirada de la niña aquella del meme con media sonrisa. ¿Un quemar todo para poder volver a vivir?. Recuerdo a Fauces hace siete años cuando lanzaba el single Cheshire, tras varios trabajos, versiones, EPs, acaba de publicar el que es su primer larga duración: El Incendio (Autoeditado, 2024).
El Incendio esconde algo con lo que me identifico tanto que creo que Carlos hubiera estado en mi mente. En él se habla como durante muchos años ha estado viviendo una serie de cosas, los que él bien llama casi algos, pseudo-exes, y yo, sinceramente no sé bien que nombres ponerles. Aunque a algunos de ellos les tuve, y tengo, un amor de lo más absoluto por haber estado en momentos que estaba arriba y también en algún momento que no podía estar más abajo. Esto va por una persona en especial, ya lo sabes Sendoa.
Así el disco quiere hablar sobre las historias de esos casi vividos, de esos momentos, de esos pequeños espacios que creo que también nos dan un aprendizaje importante, como sucedía en la película Weekend. Cada canción es una habitación de esa casa, un pequeño fragmento de una serie de historias que han sucedido y el incendio es la necesidad de quemarlo todo para poder volver a empezar. Pero ojo, teniendo en cuenta esas cenizas que fueron un aprendizaje muy importante, incluso salvando algunas fotos, diarios y a alguna de esas personas que se salven de la quema.
Hemos ido descubriendo este disco por medio de singles que comenzaron a llegar en 2021 con Juno, la canción que además abre el disco, hasta la llegada de Ikea a mediados de septiembre de 2024 antes de la salida del disco.
Juno abre el disco, con momentos melódicos que me llevan a Interstellar, con el lanzamiento de una nave espacial a la seis de la mañana. El ruido de la nave ya señala lo que va a suceder. No hay vuelta atrás, da igual lo que suceda pero no se va a anular ese lanzamiento. "Te dije que esta vez ya no había vuelta atrás". El decir adiós sin mirar por el retrovisor para ir a nuevos mundos o a satélites diferentes en el que investigar. Nuevos territorios están por llegar. Una canción especial que nos puede enlazar con esta temática que han sido utilizadas habitualmente por Fangoria o La Prohibida.
En Perdidos vemos como hay una desesperación "Lo haría distinto" ante una persona con la que lo acabas de dejar. Parece que la cosa no hay ido como se esperaba "Quiero volver a empezar" y esa búsqueda en el pasado. Pero aún no tenemos ninguna posibilidad de regresar al pasado, como si tuviéramos cada uno un Delorean, porque además: las cosas fue como fueron y supimos hacerlas. "Hazme un mapa para volver a ti" pero ese mapa ya será una trampa. No estoy de acuerdo en querer cambiar el pasado.
Quizás la parte más pop nos la encontramos en Otro Asalto, de las que entran directas. "Frente a frente en este ring Peleamos hasta el fin Arañándonos la piel Ponte firme y dame bien Muerde y asegúrate Que no puedo responder". Cuando sabes que esas peleas pueden acabar en un KO, pero al menos sabrás cual es el resultado. El estribillo se crece y te obliga a cantarlo aunque no quieras.
Cuando llegamos a Spin off nos encontramos con una canción sobre el honor, el honor propio y el saber cuando debemos de decir la verdad porque es necesario enfrentarse a ello. "Es cuestión de honor saber cuando claudicar". Casi suena un poco a intro de serie de animación épica, a lo Dragon Ball. Así que dejemos los spin off para ponerles finales con el punto. A no ser que haya un spin off espectacular por ahí, que algunos casos habrá.
Una de las canciones que "aparentemente es de las más alegres" que encontramos en el disco es Sirenas. Y digo aparentemente porque en cuanto entras a girar en la letra te das cuenta que el protagonista de la historia está rodeado de sirenas que les llevan con sus cantos y les hacen que no se fijen en el fondo, en esa persona que realmente le quiere que eres tú. Mientras la canción, y su propia melodía, lo sigue embaucando por ese camino. "Te limitas a girar en un climax permanente, siguiendo el eco de su voz"
Deja Vu deja que la voz de Carlos Fauces sea la "víctima" y al que le está sucediendo cosas para dar la sensación de convertirse él en el verdugo. El que sabe lo que sucede, lo que está pasando. Una producción que se inclina más al Weekend que vimos hace unos años. "Lobos a media noche y aunque parezca el cielo, no suele ser sincero". ¿Quizás es el propio dolor de las relaciones fallidas que hacen que al final se meta la pata aunque no se quiera?.
La melodía pop que nos lleva Goliath de nuevo aparece con un tono épico que tiene ese enfrentamiento de David y Goliath. ¿Quién se lo llevará? ¿Por qué en qué momentos somos David y en otros quizás sin darnos cuentas nos convertimos en Goliath? "Puedo ser tu perro fiel y lamerte las ideas, conducirte al infierno, condenarte de verdad". Las letras de Fauces siempre tienen esa imponencia y autoridad en las que parecen decir grandes verdades, cual líder de secta.
Malas Compañías, no confundir con aquel corto que los maricones idolatramos en los dos miles, habla de lo que es a todas luces una relación tóxica en el que nos encontramos mensajes sin responder y luces de gas que inundan. Cuando al final te das cuenta que ese no es el lugar. La melodía te va acompañando en este recorrido con un ritmo pop house bailable que, como suele pasar con muchas canciones, engaña al escuchar el tema.
Brillar es una canción que lo único que pide son las únicas palabras "Bailar, girar, sudar y brillar" una mezcla que se va cambiando, mutando en un tema muy funk pop que quita también toda la intensidad que hemos vivido en las canciones anteriores. Así que usémosla para desconectar con nosotros y volver a conectar con quien lo necesitamos. Además está muy bien situada porque le sigue Flechazo.
Es la canción más inmediata de todo el disco con diferencia. Sabe perfectamente a lo que juega en este disco. Da un espacio estupendo para bailarlo absolutamente nada, hasta ese momento de esperanza que tenemos cuando sucede un Flechazo. Un tema que bebe de las canciones pop más luminosas pero en su propio terreno. Esos flechazos son de las cosas más bonitas que nos suceden. "Es el viral de esa canción que ya no puedes olvidar"
Si Fauces ya es una persona querida por este blog desde sus inicios, lo mismo pasa con Ale Vaez que es el feta. que tiene el penúltimo tema del disco: Ikea. Como si fuera una pelea en plena naturaleza, o escapar del Ikea si decides no seguir las señales, porque al final nos enfrentamos a todo lo que sentimos cada uno de nosotros, lo que siente el otro, de la consciencia, de la fuerza y de lo que está sucediendo entre dos personas "Si fuéramos conscientes de lo que está pasando saldríamos corriendo".
Tomando el nombre del disco llega El Incendio. Una canción, que me ha llevado hasta momentos sonoros de Zahara en Puta, donde vemos como el incendio que se ha creado es complicado de poder pararlo. Pero es que El Incendio es una canción más brutal de lo que parece, con esa producción que apunta a un relax dentro del caos... hasta que cambia, todo es baile, momento en el que: "Y ahora que la casa está en llamas No puedes salir Te advertí que al final pasaría". Cuando ya todo ha explotado y aún así sigues siendo esa pólvora que puede estar dispuesta a detonar.
El Incendio es un viaje increíble, Fauces tiene la capacidad de generar unas historias en sus trabajos como ya lo hizo en el EP El Camino (Autoeditado, 2020). Aquí, ni más ni menos, con 13 canciones que van dando tumbos, como el amor, como la vida y que consigue conquistarte. Mete dedo en los yagas, pero también parece darnos un masaje cardiaco en algunos momentos, pasando por la tristeza y, en ocasiones, simplemente la vida. No es sólo Fauces, es la producción, es la portada y todas las portadas de cada single.
Un incendio digno de quemarse lentamente en él aunque después haya que darse curas.
El Incendio
Producción: Gryves y Mané López
Portada LP: chiquitapersona
Portadas de cada canción: Aren Garci
Fotografías: Rubi
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