"La música no son luces y fuegos artificiales, sino sentimientos", ha dicho Salvador Sobral tras ganar el festival de Eurovision 2017 representado a Portugal con la preciosista Amar pelos dois. Podríamos matizar un poco las palabras para decir que no son sólo luces y fuegos artificiales porque se pueden combinar con sensaciones, más frívolas o profundas, sino que en Eurovision tiene que haber cabida todo tipo de canciones.
En el caso de Portugal el sentimiento, la intimidad y la canción los ha superado con creces convirtiéndose en todo un merecido ganador del festival en el que hacia siete años que no superaba su semifinal, incluso el año pasado no se presentó, y esta vez ha arrollado incluido con el poderoso italiano que ha acabado bajando más de lo esperado en la tabla.
En el caso de Portugal el sentimiento, la intimidad y la canción los ha superado con creces convirtiéndose en todo un merecido ganador del festival en el que hacia siete años que no superaba su semifinal, incluso el año pasado no se presentó, y esta vez ha arrollado incluido con el poderoso italiano que ha acabado bajando más de lo esperado en la tabla.