"Yo moriría por ti, si tuviese que hacerlo, amigo"
Sexo. Dolor. Amor. Disfrute. todo son la base de los animales, nosotros somos animales y de eso trata la película Animals (Marçal Forés, 2012): Todos somos animales y tenemos unos instintos primarios que tendemos de saciar hasta que llega un punto en la sociedad donde nos encontramos con la necesidad de "cortarlos" las alas para poder adoptarnos al mundo actual.
Animals habla del conflicto de los adolescentes de alguna manera como en la mítica Donnie Darko incluyendo algunos guiños a la película Elephant y el toque fantástico de Eva, otra película española a reivindicar. Un colegio, una familia desestructurada y un oso de peluche amarillo que habla con su dueño, un chico de 17 años llamado Pol. Por medio del discurso que tienen entre ellos descubriremos algunos de los miedos, ansias y preocupaciones.
Animals se desarrolla entre el català, inglés y el castellano (en las canciones de la banda sonora) y en un precioso paraje de la ciudad de Barcelona, con buena parte de la película rodada en la UAB (Universitat Autónoma de Barcelona), y cuenta como protagonistas a algunas caras desconocidas para el gran público como Oriol Pla (El Cor de la Ciutat), como Pol el protagonista, Augustus Prew (le veremos en Kick Ass 2) como Ikari un alumno misterioso, Dimitri Leonidas como Marc, el que va a su rollo, Roser Tapias (Amar en tiempos revueltos, Bandolera) como Laia, una chica enamorada de Pol, Javi Beltrán (Little Ashes) como Llorenç, el sexy hermano de Pol que es mosso de esquadra. Quizás la excepción sea Martin Freeman, como Albert. Aunque ahora sea conocido por la saga Sherlock Holmes o El Hobbit algunos le recordaremos siempre como el doble de luces de películas porno en Love Actually.
Animals es de esas películas que parece que no cuentan nada en algún momento pero en realidad lo hacen mucho más que aquellas que predican de hacerlo. Es decir, hay mucho significado en cada una de las acciones de los personajes: desde los besos, las caricias, las frases que nos van diciendo sobre ellos, y su actitud ante las cosas, los misterios, y situaciones que se les van planteando.
Animals es de esas películas que parece que no cuentan nada en algún momento pero en realidad lo hacen mucho más que aquellas que predican de hacerlo. Es decir, hay mucho significado en cada una de las acciones de los personajes: desde los besos, las caricias, las frases que nos van diciendo sobre ellos, y su actitud ante las cosas, los misterios, y situaciones que se les van planteando.
El oso de peluche Deerhoof, que toma el nombre por un grupo de música real, se convierte en un personaje fundamental para poder entender todo y sobre todo en la relación con esta especie de alter ego que nos puede recordar a aquel oso amarillo de un anuncio de hace muchos años.
En este guiño en el nombre del oso de peluche no está al azar: el director, Marçal, es un melómano empedernido por ello veremos una gran cantidad de grupos medianamente desconocidos en su banda sonora la cual ha sido editado en vinilo para más inri: Los Claveles, Los Ginkas, Bananas... es más el protagonista toca la guitarra y se canta algunas canciones. La música de nuevo una pieza importante en Animals.
Si os gustan las películas para pensar, que os dejen un extraño sabor de boca y que den para debates tomando unas cervezas sobre la vida, la muerte y la madurez estáis tardando en ver Animals que podéis hacerlo en todas estas plataformas.
Gracias a Seis grados bajo cero por la recomendación
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