Guille Milkyway: "La Polinesia Meridional es la otra cara de la moneda de La Revolución Sexual"

Esta semana se ha editado uno de los discos más esperados en el panorama pop nacional. La Casa Azul publica su tercera álbum de estudio: La Polinesia Meridional (Elefant Records, 2011).

Ha sido la excusa perfecta para hablar con Guille Milkyway, su creador, alma y cuerpo de La Casa Azul, que nos comenta sobre este disco donde el escapismo a nuestra vida habitual se muestra como el tema central del mismo. Uno de los genios del pop español, que igual hace bandas sonoras para películas, gana un Goya por una de esas canciones, crea todas las canciones de una series de animación, música para anuncios o es capaz de darnos una gran cantidad de píldoras pop por álbum.

Ha respondido de manera sincera, extendiéndose sobre los temas, a las preguntas que le he planteado. No sabéis el placer que ha sido recibir sus respuestas. Todo un disfrute de sinceridad, cosa que en el mundo musical sabemos que no es algo que se estile mucho.

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Apodo: No tengo

Años reales: 37 (¿hay años irreales? no me irían mal algunos...) 

Una canción: Make your own kind of music (Mama Cass Elliot) 

Un disco: Hoy..., no sé, A New World Record de la ELO 

Un concierto: Brian Wilson presentando Lucky Old Sun en el Royal Festival Hall. 

Un videoclip: Twiggy Twiggy de Pizzicato Five 

Una película: Annie Hall de Woody Allen 

Una banda sonora: Pufnstuf Charles Fox y Norman Gimbel en todo su esplendor. 

Una compañía (para pasar un buen día): Silvia 

Un plan perfecto para un atardecer en la ciudad condal: Terraza, Raval, Cerveza. 25ºC. 

Una noche (que haya sido especial): La del 25 de septiembre de 1999

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Tras algún retraso nos llega el tercer disco de La Casa Azul, “La Polinesia Meridional”, tras ver esa portada y nombre me imagino bailando tus canciones en un precioso atardecer… pero ¿Qué nos quieres contar bajo toda esta estructura? 

Realmente ni idea. Nunca tengo una idea así en plan "conceptual" de ningún disco. Visto así desde la distancia, creo que habla un poco de escapismo, de miedos varios (la muerte, el paso del tiempo, el fin del mundo,), de ansiedad y del desastre de sistema que nos rodea. Vamos, las preocupaciones diarias de cualquiera.... 

¿Este disco es una continuidad -que vemos en el logo del grupo o en el estilo futurista- a “La Revolución Sexual” o vamos a descubrir un nuevo universo diferente del grupo –Adios a los androides, ¿hola a las androides?-? 

Creo que sí se puede considerar en la órbita de La Revolución Sexual, aunque hayan pasado 4 años, la mayoría de canciones están hechas hace bastante tiempo y no ha salido antes por motivos personales. Estéticamente es como la otra cara de la moneda de La Revolución Sexual, esa era mi intención. Respecto a los androides, bueno, ya sabes, La Casa Azul siempre ha sido una fantasía, distinta en cada disco. A veces ha habido androides, a veces dibujos, a veces un grupo juvenil,... Ahora las cosas respiran cierto aire cósmico... 

En este disco según la nota de prensa vemos que hay canciones sobre pesimismo, el aceptar las situaciones como son, aunque algunas vienen con optimismo bajo el brazo y además una reflexión sobre el paso del tiempo, ¿Qué evolución ha habido en toda la historia de La Casa Azul? 

No lo sé. Supongo que la propia de mi vida. No he querido cambiar ni un ápice la forma de hablar sobre mis preocupaciones. No veo demasiada diferencia entre hablar de enamorarse por primera vez a hacerlo sobre la muerte, sobre el declive del sistema o sobre el paso del tiempo. Todo son sentimientos vitales y costumbristas. A veces se tiende a asumir que hablar sobre el amor es más mundano que hacerlo sobre política o sobre la ansiedad. Yo creo que son la misma cosa, En mi opinión el costumbrismo incluye todas esas vivencias. 

“La Revolución Sexual”, se convirtió en todo un himno a la optimismo, a darnos cuenta que todo depende de nosotros y de nuestra manera de querer ver el mundo, ¿Hay canciones tan terapeúticas que pueden ayudarnos en nuestra vida? (Como tratas en el tema “Esta noche sólo cantan para mi” y comentabas antes de presentar esta canción en los directos de la última gira) 

Creo que siempre he tendido un poco al catastrofismo, a tener miedo del futuro, es algo incómodo, la verdad. Pero a su vez siempre he intentado mantener una actitud vital en mi vida, porque si no, me moriría. Aunque suene cursi, hacer canciones va muy bien para aplacar un poco la ansiedad. Es muy recomendable. Personalmente mis canciones me resultan terapéuitcas no por el mensaje (la mayoría de veces, todo sandeces) sino por el simple hecho de hacerlas. Es como gritar un poco acerca de todo lo que te asusta. Como cuando un niño pequeño se pone a hacer garabatos a toda velocidad y como poseído sobre un papel. Cuando termina, está más relajado y feliz. Pues es un poco eso... Y sí, escuchar una canción a veces le salva a uno de entrar en bucles malignos. 

El día que Guille saltó a la pista de baile con coreos

En “Ingrid: la película” vemos en una escena como todo un grupo de personas cantan “Cerca de Shibuya” a grito “pelaó” en un salón con la canción de fondo, un momento muy emocionante ver eso en pantalla grande del cine, ¿Es importante como las personas aceptan una canción y finalmente la hacen suya adaptándola a su vida?

No sé si es importante... para mí sí lo es. Es algo puro e infantil. Y nos quedan tan pocas cosas puras e infantiles...

Se anuncia que la gira de presentación de “La Polinesia Meridional” comienza en marzo del 2012 ¿Algún avance que puedas (o te dejen) hacer en esta nueva gira? ¿una pista? ¿un detalle?

Lo pasaremos bien, espero...

Has hablado del suicidio, de los tranquilizantes, de la mentira en general que planea el mundo, de la política, te has metido con los 40. ¿Tiene algún precio esta libertad de hablar lo que quieras y cómo quieras? 

Bueno que cada cuál haga lo que quiera... no soy quien para meterme con nadie, faltaría más... Nunca me he metido con los 40, simplemente creo que la "radiofórmula" es la quintaesencia de los extremos del sistema aplicado a la música. Esa cosa de la repetición, la falta de variedad, la eliminación de la especialización, la uniformización. No me parece mal sonar en los 40, lo que no me gusta es que suenen pocas cosas, que siempre sean parecidas, que no haya programas especializados, y que los estandares sean siempre los mismos. No lo veo saludable para la realidad cultural de un país. Quizás la adecuación menos mala del sistema a eso serían muchas radiofórmulas diferentes y diferenciadas. Internet puede ayudar a ello. Siempre y cuando no se mimetice eso en la red... no sé, bah, .... no sé muy bien.... Respecto al precio, qué va, no me gusta nada ese discurso en plan "he perdido muchas cosas por decir lo que me ha dado la gana". eso siempre me suena a pose. A mí me gusta escuchar a gente que cuenta las cosas de forma natural, concuerden o no con mis pensamientos y opiniones. Es lo que hacemos en el bar cada mañana en el primer café del día. No cambia por cantarlo en un disco. Son cosas sencillas de las que todos hablamos. Por eso pienso que la forma es algo muy importante en el arte. Pienso que es gratificante disfrutar también de la forma en cómo se dicen las cosas, no solamente de lo que se dice. 

Montse, Luis y Guille, acompañados de Juan de Pablos

Desde tus inicios has estado unido a Elefant Records, ¿Qué manera de trabajo se tiene dentro de esta compañía?, ¿Es muy diferente a lo que has podido observar o comentar con otros compañeros de profesión? 
Éste es un pilar de mi vida. Es algo con lo que he tenido mucha suerte. Luis y Montse de Elefant son unos de mis mejores amigos. Por suerte, en todo lo que he hecho hasta ahora, me he podido rodear solamente de amigos para hacerlo. No sé si es diferente o no a como se trabaja en otros sellos, pero para mí es la única forma que concibo. Han sido claves en mi vida. 

“Jelly Jamm” es una apuesta importante en formato serie de animación donde has puesto toda música. Parece que has retomado el estilo del primer disco y del primer mini CD de La Casa Azul, ¿Cómo ha sido el proceso de creación? ¿Veremos las canciones publicadas?

Sí a todo lo que comentas. Desde el principio, el proyecto nos resultó fascinante. A mí me encanta hacer cosas con los niños en mente porque me aporta libertad de movimientos y es super gratificante. Por otro lado me resulta liberador poder retornar un poco al estilo del primer disco en un entorno más natural que lo que sería hacerlo dentro de La Casa Azul hoy en día. Respecto al proceso de creación, bueno, hemos trabajado a distintos niveles, a veces desde el guión, a veces desde el montaje en tono más narrativo, pero, sobretodo, mi gran objetivo era poder aportar a la serie "canciones", canciones que se sostuvieran por sí solas. Intentar escapar un poco de lo narrativo y entrar más en lo evasivo.

Rodaje del año pasado del videoclip de "Todas tus Amigas" con 15 seguidores del grupo

La relación de los seguidores de La Casa Azul contigo siempre ha sido bastante cercana, cosa que siempre es de agradecer, como participar en videos (“Como un fan” y “Todas tus amigas”, el avance del disco) o dedicar una parte del Goya a ellos/nosotros ¿Crees que es buena esa cercanía hace que cada evento de La Casa Azul sea como la reunión de una gran familia? 

No sé si es buena. Pienso que es natural. Lo de los videos para mí es muy gratificante, sí. Mucha gente participa a veces de una forma totalmente desinteresada y eso es muy de agradecer, la verdad. Creo en lo teatral, pero no en el divismo. 

Como lleva alguien como tú, con esa humildad que siempre hemos visto el subir a recoger un Goya. Desde fuera algunos lo vivimos con una enorme felicidad y un reconocimiento a algo más que la canción “Yo también”, sino indirectamente a una trayectoria musical. 

Bah,... los premios en general tienen siempre ese aire de aleatoriedad... Estas cosas no se llevan bien porque no son muy naturales. Por otro lado conozco a tantísimas personas que se merecerían reconocimiento y no lo tienen ni tendrán nunca... No es humildad, yo creo que es lo normal. Parece que si ganas un premio las cosas que has hecho te tienen que hacer más feliz y eso no es así. Sin embargo, paradójicamente, cuando te dan un premio de repente sientes como una felicidad momentánea inmensa. Es algo casi infantil, yo creo que aprendido, cultural, debe ser algo así, sino, no me explico esta falta de coherencia...

Como fan de Eurovisión que soy, tengo que preguntarte ahora en la distancia ¿Qué tal la experiencia de la candidatura?, Si hubieras ganado ¿Cómo hubieras imaginado la puesta en escena con el espectacular escenario que hubo ese año?

Personalmente, física y emocionalmente, fue una mala experiencia. Yo lo hice como algo divertido, porque me parecía fantástico hacer una canción para eurovisión, yo que siempre he tenido una rara fascinación por el festival, desde pequeño. Tengo recuerdos increibles de las noche viendo eurovisión, desde muy pequeñito. Y con esa naturalidad intentamos ubicarnos. Pero ubicarse en un entorno así resulta muy difícil, muy costoso.

Momento "A lo karaoke" como gritaba Guille en la anterior gira

Tus conciertos son como una especie de fiesta, karaoke y unión completa entre tú, el público creando una atmósfera especial, por la cual ganaste un premio en Inglaterra el año pasado, ¿Crees que sabes hasta que punto la gente sale feliz de tus actuaciones? 

Me alegra mucho que me digas eso. Siempre pensé que estaba infravalorado disfrutar de cierta euforia colectiva, y la anterior gira me demostró que la mayoría de público del grupo siente la música como yo, desde un prisma meramente emocional. Es muy gratificante para mí, y me libera de tener que justificarme continuamente.

Hablando de conciertos son el lugar perfecto para que sucedan cosas, uno de los momentos más “bizarros” contigo fue en el Lemon Pop 2008 cuando tras el concierto recuerdo que un nutrido grupo de gente te aplaudimos al ver lo bien que conducías una camioneta… ¿Cuál es tu recuerdo más divertido de alguna de tus actuaciones o alrededor de las mismas? 

Jajajaja, bueno, hay gente con mucho sentido del humor, sí. El bizarrismo libre de prejuicios me gusta. Liberarse de ataduras es fascinante. Llegar al punto de reírse de los clichés del mundo del rock y del pop es genial para poder disfrutar de ellos al mismo tiempo. Como reírse de uno mismo, ese tipo de cosas... Momentos divertidos... no sé, todo se me olvida. Tengo muy mala memoria para explicar anécdotas, no soy un buen entertainer...

En tu faceta de DJ, Guille, es conocido los gustos variados que pinchas, ¿Cuáles consideras temas imprescindibles que hace que todo el mundo salte a la pista de baile sin poder evitarlo? 

Me encanta compartir la música en una sesión de baile. Me gusta ser ecléctico, dar tumbos, romper todo el rato la uniformidad.... Me gusta que una noche uno pueda pinchar "Make your own kind of music" a las 4h de la madrugada en un club indie de moda y que la gente baile, cante y grite como si el mundo se fuera a terminar al final de la canción. Eso es mágico. Bailar "canciones" eleva el tono emocional del baile. A mí me resulta más completo. 

Hablando de otros proyectos ¿Cuándo escucharemos algo más de Milkyway? ¿Tendremos la suerte de escucharte cantar más en català? “Vull saber-ho tot de tu” nos dejó maravillados. 

Respecto a Milkyway, sí, espero que pronto. Estoy empezando con el nuevo disco. Aires retro, más 60s y 70s, más analógico todo. Menos barroco. Me apetece un montón. Respecto al catalán... no lo sé. Para mí es una lengua igual de natural que el castellano, así que supongo que en cualquier momento sucederá.

Mi amigo Iñaki Izaola pregunta: 

A que artista resucitarías para irte de fiesta, a cual para grabar un dúo y a cual para asistir a un concierto. 

Para irme de fiesta, a Mama Cass. Para grabar un dúo, a Chet Baker. Para asistir a un concierto, me gustaría resucitar a la ELO del 78.

Acaba a lo grande. Di lo que quieras. 

No soy muy bueno en esto, no...

Muchas Gracias a Montse de Elefant Records por ser la intermediaria de esta entrevista y a ti Guille por el tiempo dedicado.

A ti por tu amabilidad.

Agradecimientos: Montse Santalla
Fotografias: Elefant Records