"Yo era guapa a los veinte, ahora soy totalmente sexy"*

La noche comenzaba yendo por el maravilloso metro de Madrid donde entre los múltiples pasajeros en uno de los andenes esperaba la adorable Lourdes de Russian Red, que son de esas chicas que darían ganas de presentar a tus amigos, tu familia... en esta ocasión el lugar elegido para tomarnos algo era Las Meigas, un local gallego donde uno se puede poner fino a tomar cañas con suculentas tapas de patatas alioli, paella y similares. Además de tener el cuarto de baño bien escondido.

Ironías de la vida habíamos quedado varías personas pero nuestro querido anfitrión decidió que no daría señales de vida hasta pasada media hora larga, lógicamente llevando de cañas desde las cuatro de la tarde podría no haber aparecido y haber sido algo incluso de lo más normal. Pero si allí estaba el anfitrión que venía fino fino fino, con su llegada se produjo el encuentro entre los tres Sufridores en casa, que cumplían además un añito en la web -todo un lujo que pasará de ser un blog creado por ellos, a pasarse a formar parte de los blogs de TP- celebrándolo brindando por tal gran momento.

Aunque lo de anoche recordó a lo que había pasado hace más o menos un año en el evento surrealista de ese año, unas cuantas rondas de cañitas hasta poder seguir a nuestro siguiente destino: Fuel Madrid. Allí rodeados de múltiples caras llenas de barbas, como nos gustan a nosotros, y entre los asistentes el cantante Victor Algora, esperábamos a que La Prohibida saliera a actuar en un escenario, mini escenario o llamalo plataforma a deleitarnos con algunos de los temas de sus dos discos comenzando con Yo en Saturno, tú en Aranjuez, Cuando dos electrones chocan -os podeís hacer fan de este baile, que algunos además utilizan para todas las canciones de La Prohibida-, No busques Compañia, Flash, y cerrando con Love for ever Robot. Eso si para las dos últimas canciones pidió primero que cuatro hombres se quitaran sus camisetas y después fueron seis los elegidos, y me vi obligado a hacerlo ligando creo que con el único hombre maduro sin barba que había en la sala... ironías de la vida, eso si gané un beso de La Prohibida. Después de bajar La Prohibida de su gran éxito en este mini concierto-actuación, sonaron temas que iban desde La Revolución Sexual de La Casa Azul (que a la gente no le emocionaba y parecía como que no se la sabían...) hasta el hit de Cyndi Lauper de Girls just wanna have fun

Unas cuantas cervezas después -ya no seguimos la cuenta- acabamos en The Angel -es triste ser de la capital y aún a día de hoy seguir conociendo bares tan interesantes como estos- donde pinchaba el que puede ser el nuevo DJ sex symbol de la temporada Carlos D'Orive, un osete de barba que me hizo muy feliz sabiendo combinar desde el Lo dejas o lo tomas de Ellos, con un clasicazo de Ladytron con Destroy everything you touch (temazo de esos grandes) o el Heavy Cross de Gossip, para pasarse después a La tormenta de arena de los, ya muchas veces mencionados por aquí, Dorian, el clasicazo del Take me out de Franz Ferdinanz o el petardo Estoy llorando por ti versionado por Roberta Marrero (¿quien no recuerda esta canción en la banda sonora de Más que amor, Frenesí en su original de Ku Minerva?) hasta el Disco 2000 de los Pulp.

Aquí sucedió el trágico momento de "Ya no se como voy de alcohol que que pasa si toco este botón..." y así desaparecieron en un instante las fotos, pese a mis gritos de "¡Que las estás borrando!", nada se pudo hacer... (un minuto de silencio por estas fotos), otro de los momentos de la noche fue los encuentros inesperados y el golpe "cariñoso" que me dio un tio pensando que era otra persona, menos mal que era cariñoso que si hubiera tenido un odio hacía esa persona a saber que hubiera pasado...

La noche iba acabando sin saberlo, nos empezamos a retirar para ir andando tranquilamente en busca de los taxis, pero como estamos tan bien hablando acabamos teniendo confesiones tirados delante del km. 0 de la Puerta del Sol, un lugar muy bonito para quedarnos por allí de charla variada y terapeútica, hasta que con la hora que era nos queríamos ir a desayunar y acabamos en el PaPizza que como abre 24 horas, pues todos tan contentos, que nos sentó de vicio y así terminamos.

Creo que cuando llegaba a mi casa el amanecer estaba a punto de llegar, y creo que tras estos días mi cuerpo puede que llegue a morir del agotamiento, pero este agotamiento mola.

Carpe diem y pongamos una sonrisa, que sin duda es una de las mayores lecciones de vida que se pueden dar y pocas personas consiguen tener esa magia de transmisión.

*La Prohibida tras el grito de alguien de público que era guapa

**Calidad de fotos de movil, como si fuera en plan cámara secreta, ¡Shhh!