25 de agosto de 2025

Martillo // Marta Movidas // Sus letras directas al corazón entre el funky, el City pop, los videojuegos y al ambiente nipón

Entre los discos que me perdí a lo largo del último año me he encontrado que no había escrito sobre el segundo LP de Marta Movidas, el pseudónimo que usa la madrileña-manchega Marta España, que lanzó en el otoño de 2024. Bajo el nombre de Martillo (Sonido Muchacho, 2024). Pero no suena como el machaque de un martillo sino como una colección de himnos bailables.

Anteriormente ya había publicado un LP de debut, Os castigaré (Autoeditado, 2021), varios singles y el EP Yunque (Sonido Muchacho, 2023), donde la última de sus canciones acababa en puntos suspensivos Malhaya quien nace yunque… como dice en su nota de prensa, dejaba muchas cosas abiertas. Para este disco ha contado con la producción de Bearoid (Miembro de Niños Bravos con ese EP debut magnifico que es Grandes Éxitos)y ha sido mezclado en el estudio de Yoshinori Adacchi en Japón.


Vamos a la sombra

Así el comienzo de Martillo retoma los puntos suspensivos ...en vez de nacer martillo, enlazando así ambos trabajos. El comienzo realmente parece como si cogiéramos una moto para empezar a ir a toda velocidad por una ciudad futurista en una noche. Marta tiene una capacidad de frases de esas que se te quedan casi como mantras para poder tatuarnos, así aquí la escuchamos una frase que considera que es una gran realidad "Todo es tan absurdo y aún así también contribuyo, parece tan injusto".

No sé que hace cuando te encuentro

Hay dos puertas con guardias en la entrada ¿Hablamos de una crisis generalizada a ritmo de disco japo? Pues sí esta canción es que va completamente de eso. Ademas cuando te pilla con esa crisis todavía lo entiendes más "Todo es un reflejo que no me permite ver todo lo que está detrás de la pared". Ademas habla de como a veces nos vamos, desaparecemos o decidimos alejarnos de ciertas personas. La canción es que te dan ganas de bailarla como si te fuera la vida en ella ¿Crisis? ¿Qué crisis?. No sé que hacer cuando te encuentro "Y es que alguna vez siento algo" es otro complejo de temazo en el que se nos permite ver ese coqueteo, las voces en nuestro interior y melodías que llegan. También que a veces hay que decir las cosas que mañana pues otro día será: "Ya me arrepentiré mañana de cada una de mis palabras". En Vamos a la sombra podemos ver ese aspecto más de fiesta en la playa, como si tuviéramos el coche del Out Run y en vez de estrellarlo lo dejamos bien aparcado al lado de las palmeras "Una cuenta atrás Palabras que dispararás Con mi piel hueca que no me puede hacer mal".

Que le digo a mis amigos

Un poco de relax que llevamos un trote, que diría aquella conocida concursante de Gran Hermano tomando un zumito entre compras, así parece el comienzo de Creo que ya no puedo más. "Quiero estar muy ocupada, dormirme pronto sin pensar en nada". La búsqueda de la paz, del silencio, aunque sigue siendo en ese estilo funky, casi parece un alegato al follar alegremente con alguien y hacer de todo "Así que dame más, quiero más de lo que me das". Calvario (¿Me ves llorar?) ¿la balada del disco? Podría serlo. "Una vez más me he vuelto a imaginar, que tú eres como el sol y yo una estrella fugaz, se cruzarán y no se pueden tocar". La pregunta de Que le digo a mis amigos es cuando te has quedado enamorado-empollado-enchochado con alguien y no puedes pensar en otra cosa, aunque esa persona pase de ti "Mientras Reyes y Paula me dicen que si quieren salir a tomarme o algo, y yo como soy gilipollas ni les respondo porque te estoy esperando". Una canción con punto cabaretero, ese saxo sonando de fondo, pero con un trasfondo obsesivo aunque "Estoy mejor que nunca". Marta, lo ponemos en duda.

Guadaña de iridio

Abandonamos el sofá, volvemos a la pista de baile de la plaza del pueblo en Mariposa bianor. Una canción que nos lleva a esa explosión de estribillo de pop japonés absoluto, como si de repente Marta empezara a elevarse y transformarse en Salir Moon en algún momento. Comienza de nuevo con un "Para-pa-pa-pa-pa" que ya hemos visto como se repite en varias canciones: "Porque yo sé que estamos en un jardín lleno de colores Será mejor así Una ilusión amarga descenderá al centro de mi alma Y no podrá salir". Una luz ilumina el rastro es el comienzo de la recta final, mucho más guitarrera que el resto del disco y con la pista número diez, Guadaña de iridio, ponemos el final a este disco. Como si fuera el final de un anime, de una serie, casi con un deje a canción pop setentera hasta con su propio fade out... como si fueran los puntos suspensivos finales.

Martillo se divide, como dice su discográfica,, en dos caras "una primera mitad más contemporánea y electrónica y una segunda más clásica y vintage, baladística a su modo y más convencional en su aproximación a la idea de canción". En las canciones parece que hay mucho de realidad, de fantasía, y de necesidad, de búsqueda, que al final todo es más complejo de lo pueden parecer las letras. Esto es otro discazo a tener en cuenta. 


Ilustraciones de Marta Movidas, portadas de los singles y portada de Martillo
Elora Pautrac y Jaquelin Ruther, inspiradas en los dibujos de Naoko Takeuchi

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