30 de diciembre de 2010

Por unos días fui Jorge Fernández


 En estos días se ha estrenado la nueva campaña de Antena 3 Pone.

¿Pone?, ¿que pone?, pues bueno lo que hacen la televisión: vender su producto. Como suele pasar en estos casos últimamente el enfrentamiento Telecinco contra Antena 3 se hace evidente en el tono humorístico y las pequeñas pullas que se lanzan.

Pero no he venido a hablar aquí de la línea editorial, ni de promoción que tiene Antena 3, sino que por unos días yo fui Jorge Fernández, ¿y esto como se come?. Pues muy facil, los presentadores, actores y demás están a mil cosas, así que mientras los bailarines crean, ensayan y pulen coreografías ellos no están por allí para hacer su papel, ¿y quien lo hace?, seguramente que lo hayan pensando en poner unos maniquís, pero para hacer algunos de los numeritos casi que mejor que sea una persona: ese es el motivo del llamado doble de luces. También para ajustar las luces, de ahí el nombre, viendo la posición para la cámara y todo el conjunto y que él no espere todo eso.

Unos cuantos días de ensayo con los bailarines, un ensayo general en el lugar donde se va a realizar y el rodaje en cuestión. Esto, en realidad, es un homenaje a los bailarines que no se si llega a notarse todo el trabajo que se hace para un rodaje de estas características -aparte del equipo técnico, producción, etc que son de los que no se ven, pero el estrés que llevan es evidente y lógico-. Daba gusto ver el buen rollo que tenían entre ellos todos los días, pese al cansancio, enfermedades, torceduras, cansancio y momentos de bloqueos.

En el tema baile he visto musicales, los videoclips, las coreografias de los conciertos y Fama... ¡a bailar!, pero es muy diferente ver todo el proceso de creación de una coreografía, verles ensayar, los cambios, los matices...

La coreógrafa fue traida desde Nueva York -Daniella Flora- y era genial ver como se entusiasmaba en cada momento que decía eso de "five, six, seven, eight...". Aplaudía con entusiasmo cuando algo salía bien, y le ponía mucho énfasis. No hay que olvidar también a Margarita, asistente de la coreógrafa así como traductora de la misma que para mi era una impulsora de optimismo con la que parece ser un placer trabajar. Al menos viéndola y observándola -ya que teníamos muchos ratos muertos- se veía que estaba dándolo todo sin perder en ningún momento la sonrisa.


Los bailarines eran bien variados: muchas caras eran ya, pese a ser jóvenes, muy conocidas por todos de otros campañas, anuncios, series de televisión., musicales... Algunos pasaron por el concurso de Fama y otros llevan tiempo enseñando, dando clases...  Todo muy variado e impresionante. En los tiempos muertos, aparte de evitar que se quedaran fríos, a veces les daba por hacer ejercicios y uno de los más espectaculares era verles en esas sábanas que cuelgan y que juegan a deslizarse, subir y hacer figuras -seguro que tiene un nombre técnico que alguien me indicara-. Había alguna maestra, aprendices y alumnos muy aplicados... otros no tanto, pero es que no se puede ser bueno en todo.

Tranquilidad porque los bailarines comen y muy bien, bueno, hay que decirlo no nos quedábamos con hambre porque comida haberla la había y en cantidad, cada día algo diferente -pizza, ensaladas, menús de restaurantes, arroz, pasta, caldos, carne, pescado- No se puede uno quejar de eso. Más aún en el rodaje que yo creo que debí engordar más kilos que los de esta navidad, porque estábamos todo el día comiendo: desayuno, comida, cena... y por supuesto almuerzo y merienda, nunca faltaba algo por las mesas situadas en el set.


En el rodaje ellos estaban asistidos con un fisioterapeuta, que encima de simpático estaba tremendo, una pena que trabaje en Barcelona porque son de esos que irías por ver su sonrisa y les dejaba como nuevos. No quise abusar pero es que me hubiera dejado sobetear la espalda que a veces se me carga.

Hacer de Jorge Fernández es complicado, sobre todo porque uno es patoso de por si y hacer cualquier paso de baile es un mundo. Creo que con un poco más de tiempo hubiera estado entregado a hacerme un numerito, pero en plan privado porque vergüenza tengo poca, pero la suficiente como para saber que hago bien y que hago mal. El verdadero Jorge Fernández de verdad es un tio la mar de majo, si es que en realidad él hacía muy bien de mi como me decía. Simpático y eso. Me tocó hacer un numerito de cambio de chaqueta por parte de las bailarinas -esto es lo más parecido que voy a hacer de musical-, un momento baile rodeado de los bailarines y hasta ese gran final, entre otras cosas.

Por allí estaba Risto Mejide, director creativo de Aftershare.tv implicada en el proyecto junto a Garage Films, que no es nada fiero de como se le pinta, bromista aunque si es verdad que impone con esas gafas y gesto cuando paseaba por el rodaje.


La canción del anuncio es muy pegadiza. Ninguno lo teníamos claro de quien era. Salió el nombre de Tina Turner y no andábamos muy equivocados: la canción original se llama Proud Mary, del grupo Creedence Clearwater Revival -el mismo grupo que hizo el Have you ever seen the rain?, una canción utilizada para una campaña de PortAventura hace unos años-. Pero Tina Turner, junto a Ike, hizo una versión años después que es la que se ha utilizado como base a la canción que sale en esta promoción mini musical que se han realizado. Y los de Glee han hecho lo mismo también hace poco con esa misma versión.

Que haya gustado el anuncio o no pues ya es otra cosa, pero con el trabajo que han hecho sólo me queda aplaudirlos, también a los de los making off -que se pasaron como los que más dando vueltas y grabando todo- y al director -Albert Uría- con su cercania que tenía con todo el mundo y con los bailarines que consideraban que eran los que, por su trabajo, tenían que estar en perfecto estado y que siempre que hiciera falta pidieran lo que necesitaran.

Como curiosidad: El final de la promo con Jorge tirando en sombrero no iba a ser así. En realidad el tiraba el sombrero y salía de plano, pero el que se ha dejado fue uno en el que el sombrero se quedó delante suyo y le dio una patada, quedó tan natural y espontáneo que nos encantó a todos. Así se ha quedado.

En fin, que nos lo pasamos bien y que el resultado ha quedado bastante bien, teniendo en cuenta que para lo que se va a usar es para dar promoción a la cadena. Por supuesto, y como suele pasar, ya he leido críticas horribles, pero era algo evidente... pero esto sucede como cuando curras de cara al público: Tu vida cambia y ya no verás problema cuando un cajero tenga algún problema y te pongas en su lugar. Pues lo mismo.

Ole por esos bailarines que tenemos en España que se lo curran mucho y que a veces parece que son secundarios cuando son los que mantienen todo un peso artístico, sobre todo verlo desde dentro que para mi ha sido una experiencia.

Los bailarines con Margarita (Fotografia de Juan A. Colomina)

Para ver todo sobre el anuncio aquí.

Saludos desde aquí a Juan, Diana, Atocha, Raul, Fran, Cris, Olga, Yanira... y el resto de bailarines, de los cuales dos de ellos me deben un baile en pelotas en la tarima, que nunca me hicieron, por el día de mi cumpleaños. Dicho queda.


También saludos a Edu y Nina por esos ratos de espera y los trayectos en coche con tan buena música que alegraban las mañanas.

Fotografias del spot: Antena 3 Pone

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