3 de junio de 2010

Los corazones nunca serán prácticos hasta que puedan hacerse irrompibles


El Mago de Oz (Victor Fleming, 1939) es todo un clásico del cine. La  sala de exhibición de la filmoteca española, situada en el Cine Dore (Calle de la Magdalena, nº 10) había decidido recuperar por un día la película para verla en pantalla grande debido a la votación de los habituales de esta sala. Toda una gozada para los espectadores cinéfilos y amantes del cine clásico, un regreso al pasado en la que fue la primera película coloreada de la historia. Casi como coger un Delorean pero en dirección contraria a la habitual.

Antes de la película nos sentamos en el bar del lugar, que parece que es un lugar diferente a cualquiera de los que haya en la capital. Desde el edificio y ese interior me recuerda más a que estemos cerca de una playa. Así a lo tonto tres cañas después poniendo en su sitio a los hombres -que es un tema que algún día le dedicaré una entrada entera- nos dejábamos llevar por toda una gran película y más grande siendo en pantalla grande.


Judy Garland -con esos pechos aplastados para parecer una chiquilla adolescente- estaba en Kansas con su perro Toto hasta que un tornado la llevo muy muy lejos de allí. Ese viaje podría ser perfectamente un golpe que la llevo a un estado de paranoia o a que realmente cuando Dorothy iba a visitar al mago para que viera el futuro le diera alguna pastilla por debajo de la mesa y viajará con su imaginación. Sea como fuere en Oz, con sus brujas malas y buenas y el camino de baldosas amarillas nos transportan a un lugar donde nos quedaremos con la moraleja que cada uno seremos como seamos ser, que a veces lo que buscamos no es lo que realmente necesitamos y que otras veces lo tenemos tan cerca que somos incapaces de verlo. Una película por la que no pasan los años, con unos efectos especiales bastante buenos para la época.

Además, ¿Quien no ha cantado alguna vez algunas de sus canciones?, porque al menos hay un par que las hemos escuchado en bocas de otros artistas y en campañas publicitarias.


Aunque la película Australia, del director de Romeo + JulietaMoulin Rouge: Baz Luhrmann, no ha cautivado entre el público -no tiene edición especial en nuestro país y lo último es que la regalan directamente con una revista este mes- pero tiene algunas referencias a este clásico, así como un homenaje no muy encubierto al mismo.


Su Over the rainbow ha tenido una preciosa versión de nuestra querida Kylie , realizada en las dos giras de Showgirl, donde ella es subida en una luna con un fondo estrellado poniendo los pelos de punta. Las chicas de Pauline en la Playa hicieron un homenaje con Nada como el Hogar, nombre de su primer mini CD y de uno de los temas que está dedicado a la película y es igual de delicioso que ella.

Hacía tanto que no escuchaba esta canción hasta que la pusieron en ese sitio que me ha recordado a mi adolescencia tardía y a la tonteria de aquella y de esta época:


Quizás más alla del arcoris encontremos lo que queremos. Eso si tenemos las tres "E", lo cual no nos lo va a quitar nadie.

2 comentarios:

  1. El Mago estuve muchos años sin verla porque ya no la daban por la tele, hasta que se la regalé a una amiga por el cumple. Y una de las cosas que más me llamó la atención fue la cantidad de homenajes que le hacen en Los Simpsons, desde los monos voladores hasta la canción Ding Dong murió la bruja.

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  2. Kiss Me....Canción donde las haya:D
    Pastelosa, horrible, pegadiza, hortera, super rosa....pero da un gusto escucharla en ciertos momentos...

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