19 de enero de 2012

Fugarse. Hagamos de la ficción una realidad


Las noches de los miércoles nos llega una serie que, por lo que llevamos hasta ahora, promete entreternos bastante en Telecinco, de la mano de la productora BocaBoca.

Se llama La Fuga. Ambientada en una cárcel de un futuro no muy lejano, una joven chica se va al rescate de su marido, encerrado en ella, haciéndose pasar por una carcelera más. Su misión incluirá el rescate de varios miembros más de una rebelión en la que se encontraba su marido.

De lo mejor de la serie Asier Exteandia. Creo que a día de hoy es uno de nuestros actores más reputados y cada papel que hace lo borda. Se hizo popular siendo el maestro de ceremonias con Cabaret, estuvo en la serie Motivos Personales ¡Hasta se pegó unos bailes en Un paso adelante! Una pena que no saliera el proyecto de El Lunes puede esperar.


También tenemos a chulazos para todos los gustos. Desde el adorable Aitor Luna, que tiene un personaje que haga que todos queramos casarnos con él (junto con su partener femenina María ValverdePaco Manzanedo, el más chulo de los carceleros, con permiso de Asier, que nos pone a todos burrotes y saca el lado más cerdo de algunos. Manolo Martínez, el ex lanzador de peso leonés, como uno de los presos, entre otros tantos. Además se ha recuperado a actores como Jimmy Castro (Club Disney, Los Hombres de Paco) o Jennifer Rope (Música SI)

Mai "Nena Daconte" Meneses ha puesto letra a la melodía de la cabecera, con la canción Pero si tú no estás, un contraste a todo el mal rollo morboso carcelario.

La serie, en los dos capítulos que llevamos, mantiene el interés, lleva un buen guión, buena puesta en escena y esperemos que no se convierta en una serie de esas infinitas que acaban perdiendo el interés con el tiempo. Con una buena temporada cerrada pueden hacer algo interesante y que quede como buen recuerdo para el espectador.

Pero con todo esto me ha venido a la mente el mundo futurista, el videojuego y el convertirse uno protagonista de estas historias.


Todo comenzó con los famosos Laser City. Quizás la cadena más conocida es Q-Zar, que todavía sigue existiendo a día de hoy y tiene varios centros en nuestro país. Una sala en medio de la oscuridad, luminosos fosforescentes, un peto con hombreras, una pistola laser... ¡Es la guerra! Por equipos o en solitario nos enfrentábamos a una batalla laser donde sólo uno puede ser el ganador.

Aquellos que seáis más o menos de mi quinta recordaréis el Star Laser del Parque de Atracciones de Madrid donde nos quitábamos las tensiones de los exámenes en el mes de junio, en la típica visita anual al parque tras odiosa época. Tengo por casa un par de trofeos de ganador, porque yo lo valgo.


El ambiente de la serie: una cárcel futurista, que nos recuerda al ambiente de Scavengers. Un programa que es emitió en parte de Europa, grabado en los famosos Pinewood Studios londinenses y que en España presentó (¡Atención y mano al botón!) Bertín Osborne.

El programa era una mezcla entre concurso, videojuego y casi que serie televisiva, ya que cada programa seguía una trama hasta con ciertos momentos de historia. Se mezclaban personajes dignos de Atmosfear, que combinaban con un formato de videojuego televisado donde los concursantes se convertían en los protagonistas de El Gran Juego de la Oca (¡Atentos a Patricia Pérez y Lola González!) en versión futurista. En Inglaterra duró dos temporadas, en España apenas algunos programas porque no cuajó el formato.


Una buena idea, impresionante puesta en escena, ya que realmente parecía estar metidos en una nave espacial, con ese concepto de videojuego. Puedes ver todos los programas del original inglés, presentado por John Leslei, en el canal Ascyltos.

Diez años después nacía una especie de videojuego real, sin ser concurso televisivo, sino como ocio en el centro de Madrid: Negone: La Fuga, una carcel futurista situada junto al Paseo de la Castellana, pero para hablar de esto. Comenzaremos por el principio.


Hace unos cuantos años nació un centro llamado Négone en un centro comercial en Getafé. Llegó a mis oídos por lo que se suele decir "el boca a boca", porque no había publicidad. Meterse en su interior era lo más parecido a un videojuego en la vida real: lo que siempre quisimos ser los protagonistas de uno de esos juegos, consiguiendo puntos, pasando fases... sino éramos eliminados de las formas más originales: Por una alcantarilla, un ascensor, puertas giratorias, y si ganabas salías por una pasarela a lo Operación Triunfo con todos los honores. Los jugadores, con sus nicks, iban acumulando puntuación, se hacían rankings, se conseguían premios, vidas extras con determinada puntuación... Una alternativa al fin de semana.


Siempre fue complicado explicar que era sin jugar. Dos años después se abrió el gran proyecto que estaban incubando: Négone: La Fuga. Estaba situado al lado del Paseo de la Castellana, ocupando lo que fue un banco, allí tres pisos que se habían reconvertido en una cárcel futurista con todo tipo de salas, que se fueron promocionando antes de la apertura con unos carteles que aparecían por las marquesinas del bus y en el metro indicando "No a la cárcel".

Los que decidían jugar se convertían en presos. Tendrían que ir pasando pruebas para lograr escapar de Mazzinia, que así se llamaba la cárcel futurista donde pensar o sentir estaba prohibido. Todos los presos eran llevados, escaleras abajo, a un sotano donde se encontraba el acceso para los recién llegados.


Una vez iniciados de la mano de un cabroncete carcelero anfitrión -así como avisados por parte del grupo Mazzinia Libre de como escapar del lugar-, teníamos un tiempo para poder ir superando fases, desde el basurero, pasando por laboratorios, la zona de cargas... todo dentro de un ambiente oscuro lleno de rincones, de misiones y de pruebas.

Años después se comenzó a hacer una reforma del juego, produciéndose un progresivo cambio de cárcel a gigantesco laboratorio donde se escapaba un experimento. Por desgracia esta actualización no llegó a completarse ya que hace dos años cerró sus puertas para siempre tras la quiebra de la empresa gestora que, aunque tenían proyectos de amplicaciones interesantes que nunca pudieron llegar a plasmarse.


Tuve la suerte de ver crecer este proyecto fue Négone desde esa primera versión beta, visitar las instalaciones de La Fuga antes que abriera al público, viendo recreaciones de lo que sería, así como fue un placer ser un preso en reiteradas ocasiones... así como también haber sido uno de los múltiples carceleros que pasaron por sus instalaciones encargados de iniciar a los reclusos.

Mazzinia ¡LIBRE! Ays que recuerdos

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