Rick Astley is never gonna es sólo una excusa

Esta semana ha sido realmente apasionante ¡He encontrado la imagen que podéis ver aquí arriba! Creo que sentí un gran entusiasmo al verlo. Rick Astley, ese hombre que cuando algunos éramos pequeños escuchábamos en las emisoras que ponían nuestros padres en la radio. Al final sin querer nos cantábamos sus canciones por inercia. ¿No os pasa que cuando escucháis canciones que escuchabais de pequeños de repente os trasladáis casi sin querer a esa época y lugar?

No ha sido el único descubrimiento friki, porque uno, si alguien hasta ahora no se ha dado cuenta, es muy friki. Dando vueltas por muros de redes sociales me apareció una frase que me chocó de forma directa El "te quiero como amigo" es como un "bueno no te llevas el primer premio pero si este fantástico aplauso del público".

Las carcajadas que me he podido echar han sido muchas. Quizás la mejor forma de quitar importancia a las cosas es reírse de uno mismo y de las situaciones que a veces nos encontramos en la vida que no nos gustan ¿A quién le encanta que le digan eso de "te quiero como amigo" si lo que quieres es algo más? Total, un drama. Al final todo es tomárselo con sentido del humor. A la próxima vez que os pase ya sabéis que tenéis que hacer: pensar en la segunda frase y sentiros como si estuvierais en un concurso televisivo.

"La vida es un juego y hay que apostar", cuánta sabiduría que tenía la canción del ¿Qué Apostamos? ¿Eh?, si es que uno encuentra cosas curiosas en todos lados

En realidad todo esto viene para hablaros de lo que viene a continuación. Es apasionante todo lo que vamos haciendo y las interacciones que tenemos con otras personas, hasta las que tenemos con nosotros mismos. 

Esta semana he decidido volver a escribir, algo más que lo que hago en Confesiones tirado en la pista de baile o en Antonia Magazine cada semana, no sé hacía donde irá esto, pero toda la gente que se lo he comentado me han dado apoyo y ánimos, desde amigos, hasta gente que he ido conociendo en los últimos meses que me han aportado muchas cosas, más incluso de las que ellos piensan.

También ha habido conversaciones apasionantes, encuentros enriquecedores y queda alguna cosa friki divertida (¿He dicho que soy friki?). Es curioso la diversidad de charlas que puede haber, unas más profundas, otras, aparentemente más banales, pero de cada una de ellas sacas conclusiones y sobre todo ver que cada día hay situaciones que te aportan cosas. Ni más, ni menos, tan sencillo y complicado como eso.

Quiero con todas mis fuerzas ser feliz y con eso hacer también un poquito felices a los que me rodean, eso es lo que siempre quise.

¡Ay que bien, que bien Lisboa!, Javier