Cada cierto tiempo llega esa película que viene acompañado de un hype impresionante. Este mes de enero nos encontramos con La La Land (Damien Challeze, 2016) que en España han decidido aumentar con con el previo La Ciudad de las Estrellas haciendo referencia al lugar donde se desarrolla toda la acción y a la canción principal de la película. Emma Stone y Ryan Gosling son dos personas que tienen sueños, inquietudes y que sus vidas, sin darse cuenta, se van entrelazando. ¿Os suena? Sí, es la vida real.
La película tiene una fotografía, música y un estilo precioso en el que creo que nadie estará en su contra. Los tonos de color, esa sensación de mezcla del mundo actual pero con esa imagen tan de años 70 como si estuviera en algún lugar fantástico entre épocas que sería complicado de reconocer. Emma Stone sigue siendo maravillosa pero Ryan Gosling por momentos me da la sensación que no transmite las emociones de la misma forma que Emma que nos gana y adoramos desde el minuto uno que aparece en la pantalla de la película.
Y es que la vida es un gran musical donde hay que compaginar el trabajo, la búsqueda del trabajo de tus sueños, el amor y ver como todo eso encaja perfectamente... o de la mejor manera posible. La La Land da comienzo con un número musical en un atasco a las afueras de Los Ángeles que es un canto a aunque haya problemas siempre brilla el sol, Another day of sun y a partir de ese momento viviremos la vida de ambos protagonistas a lo largo de todo un tiempo en el que descubriremos como va transcurriendo su vida con necesidades artísticas y personales por ambas partes.
De gran belleza visual aunque por momentos puede que algo lenta, La La Land me pide un segundo visionado dentro de un tiempo para saber apreciar más conscientemente aquello que viví.... Sobre lo que no hay duda es que tiene grandes momentos musicales y la última parte es simplemente brillante, triste, nostálgica pero con un guiño de buen rollo a la llegada de los créditos.
Los Ángeles es la ciudad de los sueños, pero bien podría ser también Madrid, Barcelona o cualquier otra ciudad del mundo. La La Land está dentro de ti.
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