Río Salvaje / Little Jesus directamente desde México

Ayer estaba viendo la lista de Los Mejores Discos Hispanos de 2016 por Los Prieto Flores y entre un montón de grupos musicales conocidos para mí, y otros tantos desconocidos, me hizo click el cerebro cuando aparecieron Little Jesus con Río Salvaje (2016), sólo escuché algunas notas de la canción que sonaba de fondo mientras Pepito Prieto hablaba de lo maravilloso que sería que un grupo como éste acabara siendo cabeza de carteles de festivales por todo el mundo.

Río Salvaje es su tercer disco de estudio y contiene todos los ingredientes para conseguir hacerte bailar en los conciertos sin conocer ni una sola de sus canciones. Desde el comienzo en Nuevos Amigos, con una intro extendida que acaba con un pequeño movimiento dance y que nos enlaza directamente con La Magia que tiene todos los elementos de una canción pop, de las que te gusta mover los pies, bailar, corear... al final levantas las manos con tu cerveza brindando por este pequeño momento de felicidad. Pasamos a un punto más funky y distorsiones con Mala Onda pero sin perder el gusto por la melodía algo que a mí, sinceramente, me apasiona. De ahí nos vamos a un toque veraniego en Niña Bien que recuerda a esos momentos de citas veraniegas, amores efímeros pero siempre recordables.

La Luna parece actuar como si fuera un interludio extendido, aunque al final encontramos el susurro de las palabras. Nos seguimos relajando con Golden Choice que tiene ese rollo de pop armonioso y preciosista, Trágame Tierra con ese rollo más soul (que puede recordar a algunos de los temas de Capital Cities o grupos similares). La recta final viene con Nuevo México, que tiene un aire a canciones españoles de los 80, Río Salvaje que se convierte en un festival de distorsión y TQM en lo que parece toda una declaración con riff guitarreros con las voces de Ximena Sariñana, Elsa y Elmar.

Río Salvaje juega con el pop pero también coquetea con el soul, el funky y bien es verdad que el grupo puede ser perfecto para un festival. Descubrirlo. Hacerte fan. Llevarte el disco a casa y desear volver a verles en un próximo festival.