Anterior capítulo: Nadie canta en los subterráneos de Alburquerque
Abro los ojos el sábado por la mañana. Ahí está Alburquerque. Parece que mi compi de la habitación de enfrente -mi ángel protector, como se definió ella- se encuentra despierta. La paz se respira en el hogar... hasta que, deja de estarlo. Un drama pop de viernes por la mañana. Algunos hemos dormido nuestras horas pero otros han pasado por la clásica Marquesita -lo que es un after de toda la vida- que es un complemento muy necesario para algunos en el Contempopránea. Otros no vivimos los dramas pero nos los cuentan, si llega estar AR ya tiene para una hora de programa.
Carteles que vimos aparecer al amanecer del sábado por todo Alburquerque |
Nos bajamos -all together- a desayunar a la plaza. Esto si que es un clásico, comerse una tosta de jamón con tomate y aceite. Es como el mayor placer de los placeres, disfrutarla sin prisa, con calma, saboreando cada parte de ella. Empiezan a llegar zomb... perdón drogad... perdón, los que vienen del after sin dormir y empalmando -otro clásico- que puede que tengan mucha más hambre que yo. Tras disfrutar, saborear y tragar. Vuelta para casa porque hemos bajado algunos en pijama, que es más cómodo y ahora nos cambiamos al bañador para ir ya listos a la piscina pero pasando por la proyección del documental Champán para todos de Lola Lapaz en el Espacio de creación joven.
Lola Lapaz presentando el documentan Champán para todos |
Foto en la que aparecen dos personas al fondo que no son aliens, son (creíamos) amigas que iban a la piscina |
Salimos al sol... se produce el momento en el que se instaura a la Minista de Brilli Brilli -por eso había todos los carteles puestos por el pueblo- con todos los honoros y regalos varios. Algunos siguen medio dormidos pero todos nos vamos a ir a la piscina en masa. Unos en coche y otros iremos andando. Mi casa - ¡Casa Mari!- son muy aplicados y habían comprado algo de comida por lo que ya teníamos hechos bocadillos para todos. Salimos camino a la piscina, por el solecillo del lugar hasta llegar a la piscina justo a la hora de comer... y de tomarnos unos minis/macetas de tinto de verano.
¡Gente guapa! ¡Hombres bellos! ¡Cuerpos descamisados! ¡Buena música! Y una toalla sobre la que echarse y relajarse un rato. Pero esta vez fue muy poco rato porque mientras nos estábamos bañando ya había empezado el primer grupo que actuaba en los acústicos de la piscina: Hawaii Five. Con todo el lío de horarios nos habíamos despistados, pero llegamos a tiempo. Ellas son dos, hacen canciones propias y versiones ajenas, de La Casa Azul hasta la correspondiente de Lori Meyers pero tienen su punto en las que son suyas como la que dedican a los ex que apunta a temazo. Pude hablar con ellas un rato y estaban buscando tiempo para grabar sus canciones. La cosa promete y nos lo pasamos muy bien.
Tras ellas, sin pausa, llegaban las Cariño. Alicia, Paola y María han llegado para quedarse. Este era su concierto de debut, en un lugar como el Cpop. No pudo ser mejor, además de sus dos temas publicados, tocaron más canciones inéditas -que irán a su primer Mini LP que llegará en algún momento antes de finalizar el año-. Hay material para que sigan creando himnos con ironía, mala leche y esa puesta en escena de chicas buenas. Para rematar, María se ha descubierto como una gran oradora entre canciones, con poca vergüenza y que nos dejó un mensaje que podríamos tatuarnos "Si estáis rayaos, un tintillo. Que de todo se sale". La hicimos caso con los tintillos.
Capitán Sunrise son exponentes del pop de este país. |
El cierre del escenario de la piscina venía con unos clásicos del Cpop: Capitán Sunrise. Han actuado en 2010, 2016 y vuelven este año. En formato "Santi y los heteros", con Fito y Fran de la formación y la incorporación para este día de Pablo a la guitarra y los coros, nos deleitaron con muchas de las canciones que formarán parte del segundo disco entre ellas Como los heavies de la Gran Vía, Los dramas del primer mundo, La Reina Indie, me dedicaron Confesiones de un tarado sentimental -que crearon para este blog- e hicieron Hostal Pimodán de Lori Meyers. Una explosión de pop con letras que siguen estando actuales y entregados a un público muy fan con ganas de cantar y moverse a su ritmo. Fran, te quiero, aunque te repases el pelo del pecho, seas hetero y no sea tu tipo.
Es hora de comenzar a recoger las cosas. Ha sido un día rápido en la piscina pero muy bien aprovechado con los conciertos. Estamos pendiente de la llegada del resto de ocupantes de la casa (Hola, soy Mercedes Milá y esto es Gran Hermano) y una vez localizado, encontrados y abrazados procedíamos a irnos hacia la Ladera del Castillo donde nos esperaban muchos más conciertos para disfrutar, bailar y cantar.
La noche en la Ladera del Castillo la comenzamos con el concierto de Los Punsetes que se encargaban de dar toda la potencia al atardecer con una selección de hits de todos sus discos con Tus amigos abriendo la noche, no olvidándose de Dos Policías, un par de himnos del último disco (¡Viva!) como Mabuse, Miedo o Tu Puto Grupo. Esta última parece que "dejaron caer" que iba dedicada a Lori Meyers de los que no iniciaron ninguna versión. Los Punsetes me gustan cada vez más y sus directos, con una Ariadna que sigue estando sin movimiento en el escenario y con un espectacular traje donde al menos le corre el aire. Intuimos cierta sonrisa de Ari al terminar cada canción pero nadie nos confirma que eso fuera cierto. Por cuestión de tiempo no les dejaron cantar ¡Viva!, canción con la que terminan los conciertos, y fue una pena porque es un himno generacional brutal que quería haber cantado allí, en ese momento. Un poco de ceder, por favor.
Después llegaría La Habitación Roja que, aunque con nuevo disco editado este año, Memoria, se hicieron todo un repaso de su discografía. Algunos de nosotros vimos el concierto intentando comer algo en el festival. Había mucha gente, más que los últimos años y (en función a lo que había disponible) que desde que vine por primera vez hace diez años justamente, las colas para coger los Tokens eran largas... y después para pedir en el único puesto de comida, aunque no había gente, se hacían ellos solos un lío con los pedidos cosa fina. Así que vimos la recta final del concierto que terminaba con Ayer, uno de sus grandes éxitos. Da gustazo ver a Jorge Martí en plena forma después del problemilla de salud de esta primavera. En perfecta forma, dando saltos, cantando y entregado a la gente. Qué bien, ¡Qué bien!
Jorge Martí en plena forma en el escenario de la Ladera ¡Qué alegría verle así! |
Después llegaría La Habitación Roja que, aunque con nuevo disco editado este año, Memoria, se hicieron todo un repaso de su discografía. Algunos de nosotros vimos el concierto intentando comer algo en el festival. Había mucha gente, más que los últimos años y (en función a lo que había disponible) que desde que vine por primera vez hace diez años justamente, las colas para coger los Tokens eran largas... y después para pedir en el único puesto de comida, aunque no había gente, se hacían ellos solos un lío con los pedidos cosa fina. Así que vimos la recta final del concierto que terminaba con Ayer, uno de sus grandes éxitos. Da gustazo ver a Jorge Martí en plena forma después del problemilla de salud de esta primavera. En perfecta forma, dando saltos, cantando y entregado a la gente. Qué bien, ¡Qué bien!
Proyecciones, luces y ganas, muchas ganas puso Lori Meyers |
Uno de los cabezas de cartel, con todos los méritos pese a quien pese, eran Lori Meyers. Lo que se cuenta, y dice mucho de ellos, es que parece ser que rebajaron su caché para actuar en el Contempopránea. Eso no se sabe a nivel público pero lo que si les vimos es a un grupo muy agradecido con el festival, su organización y con aquellos que vamos/van año tras año a entregarse a los ritmos pop en Alburquerque.
Lori Meyers entregados en su concierto en la Ladera |
Fue un concierto de grandes éxitos en el año que se les homenajeaba y con el disco 20 años, 21 canciones. Así que desfilaron por allí éxitos de todas las épocas del grupo, reconocibles, cantables... y con un Noni dando las gracias casi entre canción y canción. Descubrí que sabía más canciones de las que creía. Pierdo el control, Tokio ya no nos quiere, Religión, ¿Aha han vuelto?, Emborracharme -que creo que fue la canción que más grupos versionaron-, El tiempo pasará, Luciérnagas y Mariposas o Dilema entre otras. Todo ello acompañado de un juego de luces y de visuales que acompañaban al grupo a la perfección. Yo, sin ser mega fan, quedé encantado y me están dando ganas de comprar la entrada para el mega concierto que harán el 29 de diciembre en el Palacio de los Deportes para celebrar su veinte aniversario. Veinte aniversario que contaban desde que comenzaron a ensayar en 1998, ahí es nada.
Miranda! debería de buscar un patrocinador que fuera un gimnasio o algo. |
El cierre de la noche, para un servidor y unos cuantos más, sería con Miranda! Lo que pasa que creo que se nos había olvidado demasiado pronto lo que había pasado en Madrid en el mes de noviembre. Su concierto es un "Non stop" de bailar y cantar como si no hubiera un mañana. Al estar en modo festival decidieron cargarse de su repertorio todas las del último disco y se fueron a lo seguro. Desde Yo te diré pasando por Nadie como tú, la versión que hacen de Cola Song de Inna, un repaso por El Disco de tu corazón con Perfecta, Hola o Prisionero. Y así pasamos aquello como si fuera una clase de gimnasia intensiva a las tres de la mañana.
Nuestra noche terminaba en ese momento, con ganas de haber visto a L Kan, para meternos en la cama no sin antes charlar sobre Momo -más que charlar mostrar una imagen perturbadora a mi vigilanta de cama- y caer rendido. Al día siguiente sería otro día, otro día de drama pop, de música, de piscina y más conciertos.
Próximo capítulo: El Fiera de la Arista Doriana del Buen Hijo
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