23 de julio de 2018

> Bitácora del CPOP18 < Nadie canta en los subterráneos de Alburquerque [19 de julio]


Esto ha sido un visto y no visto. Igual que ha llegado ha terminado. El Contempopránea es cada año como si fuera un Gran Hermano intenso, tan intenso como tres días. Los jueves son el día que todo comienza. En mi caso fue por la mañana. Tuve servicio de recogida a domicilio -ni un Taxi, oiga- así que parte del núcleo duro del pop salimos camino de Alburquerque pasadas las diez y media de la mañana. Nos quedaba por delante un viaje de unas cuatro horas hasta llegar al que ya llamamos "nuestro pueblo" aquellos que no tenemos uno al que poder ir.

El famoso km. 134

El viaje fue a toda velocidad. Como un pepino que decía aquella presentadora mientras escuchábamos esta lista de Spotify. Hicimos la clásica (Llamadlo clásico, llamadlo que el año pasado lo hicieron algunos coches de camino al Cpop) en el km. 134 que se supone que tiene unas rosquillas buenísimas. Rosquillas que debían estar escondidas pero el bocadillo de tortilla de patata estaba buenísimo y la Coca-Cola me entró de vicio para el cuerpo. Esperamos a otro de los coches que estaba a un ratico de allí. En ese coche venían dos incautos vírgenes nuevos del festival. Las primeras veces no se olvidan... Ellos no olvidarán este año, lo sé. Presentaciones. Saber como les han engañado convencido y seguimos de ruta hacia el festival

Oh, un unicornio ¡Pide un deseo! (Hombres velludos, barbudos y guapos) ¡DESEO CONCEDIDO!

Nos equivocamos de salida y acabamos en una carretera que podía habernos llevado a algún lugar del lejano oeste porque no había nada. Bueno sí, una verja que parecía la entrada de la Cantora de Isabel Pantoja pero creo que tampoco era. Ni puto caso a los GPS amiguis cuando hay señales claras que indican que no hay que seguir lo que dice ¿Soy el único que se ríe cuando ve los carteles de la EX-1 y piensa que son los ex- novios? ¿No? Da igual, asumo que estoy mal de lo mío pero me sigue haciendo gracia año tras año.

El furgón familiar que nos enseña geografía en la parte de atrás

Después el GPS nos señalaba bien pero nuestra conductora quería que conociéramos otros lugares y nos dimos vuelta por alguna que otra población antes de irnos ya camino a Alburquerque, el tramo final cuando se ve el Castillo al fondo mientras alguien en el coche me confundía a Ruido Paraíso [Escuchad su disco Polifonía] con Dorian [que les veríamos en el festival] por eso de hablar de planetas y espacio. No dimos muchas vueltas por el pueblo mientras sonaba Selena Gomez & The Scene en el coche a toda pastilla. Llegamos a la par los dos primeros coches y lo dejamos bien colocados listos para ir a la casa. Por fin, allí estaba todo como el año anterior, lleno de vírgenes, Cristos y figuritas de todo tipo.

Aquí al fresco de Alburquerque, tomando unos algos

Así directos a La Ermita para comer aunque fueran las cuatro de la tarde. Unas raciones, unas cervezas, unos tintos, una felicidad, un amor a la vida. Descubrimos que en la Plaza de España han puesto unas fuentes modernas que por la noche darían vida a una gira de Kylie Minogue. Al fondo las pruebas de sonido en la que se ponía un empeño especial a las baterías. Pero teníamos las lágrimas de pollo que nos solucionaban todo.

Vale, esto quizás es un poco Mr. Wonderful y me está entrando un poco de picor por el cuerpo

Mientras el resto de miembros de otros coches iban llegando poco a poco y sorprendiéndose de la que debe ser única casa de Alburquerque que está reformada y en condiciones [De esto volveremos a hablar en las conclusiones del festival], es decir lo que es una CASA. Tuve la suerte de verla por dentro y era como el cielo hecho casa: Cuatro duchas (¡Con hidromasajes!), habitaciones limpias, varias terrazas... Los que hayáis estado en el Cpop entendéis lo que quiero decir.


Nadie Canta de formación. Todos en blanco. Blanco Ariel.

Una ducha, cambio de ropa y de nuevo para la plaza que los conciertos estaban a punto de empezar. El primero de todos era Nadie Canta. Es un proyecto musical que lidera Carlos Alcántara y que tiene su mayor poder en los directos. Su actitud, acompañado de un grupo uniformado de blanco -muy ABBA- es lo que le hace ganar muchos puntos. Además tenía un micro inalámbrico lo que le permitió bajar entre el público para poder cantar e interactuar con la gente que ya pululaba por allí. Así se tocó las canciones de su EP, Peligro WIFI, la versión de Lori Meyers -una muy peculiar de Emborracharme donde decía que "con las ganas que tengo de exfoliarte" o eso entendíamos nosotros creyendo que hacía una versión para todos los públicos- y unos cuantos temas nuevos. Nadie Canta ha estrenado estos días atrás el videoclip para Piensa en ti, realizado por Latigazo.



Entre medias cenar pizza, ponerse unos pantalones largos, una sudadera porque parecía que iba a refrescar un poquejo. 8€ una pizza que en Madrid nos costaría mucho más. Cebarme. Agustín Fuentes (Director del Contempopránea) salía para dejar inaugurado el escenario de la Plaza como Escenario Sergio Algora. Un homenaje que coincide con el décimo aniversario de la muerte del artista. Quizás haber puesto el nombre de Sergio en algún lugar además de ese momento al presentarlo... no hubiera estado de más.


Subterráneos con una plaza abarrotá de gente

Así salían Subterráneos con un sonido guitarrero que combinaba canciones de sus anteriores trabajos, como Maybe there's a light but we cannot see, como del nuevo disco que lanzarán después de verano con Caballito RecordsTake A Ride. Así sus distorsiones, sus ondas se disparaban a una plaza que estaba más llena que en años anteriores. En general se notaba más gente, más ambiente y es que al parecer estaban ya rozando el todo vendido. Eso es bueno porque permitirá que el festival continúe más años que para uno donde los grupos pop nacionales son los protagonistas ¡Que no nos lo quiten!.

Los últimos coletazos de los Subterráneos.
Man Pop & Güendo Dj entregados a la causa

La noche la cerraban Man Pop & Güendi Dj que pusieron hits de pop de todo tipo. Una primera parte la escuché allí en la plaza aunque otra buena parte lo hice desde la terraza de los vecinos de la casa rica que se escuchaba igual de bien las canciones hasta que a las 3 de la mañana se cerraba el cotarro. Algunos decidían seguir de fiesta... y otros llegaban a la casa media hora más tarde que yo. Aquí ya se empezaba a fraguar algo, la unión de festival con el descanso que es necesario. Estas cosas unen tanto como hacerse una foto con el cuadro de Lassie.

Cerramos los ojos. Mañana será otro día. Otro día que comenzaría pronto.


Próximo capítulo: El Cariño del Sunrise de Hawaii junto a los Lori

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