Hay que reconocer que a mi Barei no me entró con buen pie. En una entrevista, antes de la catastrófica gala de preselección, decía que estaba harta de los concursitos y que tuvieran que competir entre ellos. Seguramente no lo hizo con mala intención, pero ya sabéis como suenan las cosas por escrito y como se pueden deformar. Llegué a pensar que no conocía el Melodifestivalen, que en Suecia se convierte en una plataforma de lanzamiento para muchos artistas. Pero bueno, la canción Say Yay! que presentaba no me motivó en exceso... aunque reconozco que en cada escucha me gustaba un poco más.
Un primer punto de inflexión, porque me niego a recoger la actuación de cualquier participante de la preselección en TVE, fue su actuación en la segunda semifinal de la preselección de Ucrania. Una puesta escena sencilla pero efectiva y ella entregada a la causa. Aquí ya me ganó.
Ahora nos llega la versión oficial y el videoclip de Say Yay! en el que ha emitido algunos nuevos elementos, detallitos a la canción para hacerla más completa. El clip es el mejor de los promocionales para Eurovision que hemos hecho en muchoooooooos años y nos lleva a lo largo de diversas ciudades del mundo jugueteando con ese ritmo de los pies que le ha hecho popular.
Y hay que reconocerlo, echemos la vista atrás en los últimos años: la mejor representante fue Pastora Soler con Quédate Conmigo. Me pasó exactamente igual que con Barei, no me convenció en un comienzo y después se convirtió en una de mis favoritas. Todavía hoy se me pone la piel de gallina.
A Barei sólo me queda desearla mucha suerte, que se lo está trabajando, poniendo ilusión y Say Yay! te da unas ganas de bailar y de mover los pies a toda velocidad ¡Si hasta su pizzería de siempre le deja mensajes en las cajas! ¡A por Eurovision!
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