25 de octubre de 2016

Hometown / Luis DH nos avisa que hemos llegado a casa... ¡Para bailar en calzoncillos sobre la cama!


Luis DH ha llegado a casa, pero lo ha hecho lleno de canciones y temas que pretenden hacerlo de pleno subidón: Hometown (Vodka Cat, 2016) ha sido creado, en parte financiado, gracias a la compra de singles que ha ido lanzando a lo largo de los últimos meses y cuyo dinero iba destinado a completar el álbum completo.

He seleccionado la edición Deluxe del álbum, que es la portada que veis comenzando la entrada que incluye 14 canciones y un DVD donde se cuenta como ha sido el proceso de grabación del disco, pero Hometown no es uno de esos discos que se pueden ir desgranando canción por canción. No, no funciona de esa forma.

Hometown es un pack completo, aunque cada una de sus canciones funcionen de forma independiente. Cada una de ellas tiene su lugar aunque a veces pueda parecer que toda la música electrónica bailable sea igual, cada canción tiene un tempo, un ritmo y una forma de transmitir emociones: Felicidad, alegría, tristeza, miedo, desorientación, esperanza, fuerza, superación...







La música tiene que transmitir emociones y lo hace mediante letras y melodías. La pista de baile debería hacer más caso a Luis DH que juega con la electrónica más directa. No da concesiones a experimentos, ni a canciones eternas que no acaban de arrancar. Él juega al tema directo, directo a bailar bajo la bola de discoteca. Sí, esa que tienes colgada sobre tu cama donde podrás saltar, romper alguna balda pero seguir disfrutando de esas sensaciones que otorga el bailar. Un buen ejemplo son los singles que se han editado: Summer, When The Morning Comes y Cherry Cola.

Hometown no engaña, juega en la liga de lo seguro. Puede que te recuerde algunas canciones a esos temas que bailaste en una terraza en un atardecer en el Bellas Artes de Madrid o en un garito de la Barceloneta de Barcelona pero, lo importante, es que te va a seguir apeteciendo escucharlo. Y yo mientras escuchaba el disco en Spotify me lo he comprado en su Bandcamp por 10€ (12,50€ con gastos de envío) un precio más que asequible. Comprar música es bueno, muy bueno.

Pero es que no sólo él se encarga de la creación musical, el diseño y los videoclips de su proyecto musical. En 2013 decidió crear el sello Vodka Cat con el que editar sus discos pero también el de otros artistas que considere interesante. Merece la pena echar un ojo a su web porque sospecho que os va a gustar más de uno.

Hometown y a bailar. Sin más.


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