Ayer estaba trabajando. Actualmente me dedico a ser Game Master. Cada día veo pasar a muchos grupos de jugadores. Cada uno de ellos son diferentes, reaccionan de formas extrañas, divertidas, o a veces se asustan. Uno de los grupos me sonaba muchísimo sus caras. Eran colombianos. Podía apostar que un grupo de música. Bingo. Al terminar el juego pregunté, los mismísimos Morat. Además de empezar a canturrear en mi cabeza el Cómo te atreves, me lo pasé tan bien en su juego y en la conversación posterior, que ¿Sabéis cuando habéis conocido a alguien y os ha despertado interés por saber más de él? Pues algo así me pasó. Volviendo a casa escuché su último disco: Balas Perdidas (Universal Music Spain, 2018)
A Morat les conocemos todos, a no ser que acabemos de llegar desde Marte, por canciones como Mi Nuevo Vicio - que también tienen en dueto con Paulina Rubio- o Cómo te atreves - que está a punto de llegar a los 180 millones de reproducciones en Spotify-. El año pasado editaban el, hasta ahora, su último disco: Balas Perdidas. Éste ha sido reeditado esta primavera con cuatro canciones inéditas, entre ellas un dueto con Aitana (Presiento), que además tiene un videoclip realizado por mi querida Lyona.
Balas Perdidas no es un nombre elegido al azar. El grupo indicaba que a veces las balas impactan sin ser el destinatario de la misma. No hay posibilidad de escape ante ese momento. Así hacen el símil con las canciones y su forma de funcionamiento. Morat dice que escribir una canción es ser un tirador. Las canciones a veces llegan a unas u otras personas, en ocasiones sin querer como las balas. Pero que hay una necesidad de estas "balas" para recordar que nuestro corazón sigue palpitando a pesar de las heridas.
Reconozco que, además de las dos canciones mencionadas, no había puesto atención a la discografía de Morat. Balas Perdidas es un oasis en una época en la que parece que el reaggeton ha inundado una buena parte del mundo musical, es una vuelta a ese pop con puntos melódicos -que queda reflejado en canciones como Yo no merezco volver- hasta sacar los sombreros y las pistolas para un momento más country en Maldita Costumbre. El disco fue presentado con Besos en Guerra, con la participación de Juanes, que como sucede con todas las canciones del grupo colombiano se pegan con una facilidad espasmosa.
Esta claro que los Morat son unos románticos empedernidos, cosa que dejan claro hasta en títulos como Cuando el amor se escapa. Pasen a ritmos de cumbia en No se va y el banjo nos lleva hasta a un barco en el Misisipi en Mi vida entera. Sacan a relucir su lado flamenco junto a Antonio Carmona y Josemi Carmona (de Ketama) en El Embrujo cogiendo parte de las raíces de nuestro país el cual ya consideran como una segunda casa.
Balas Perdidas puede ser para gente de mi edad, recordar esa época donde los amores eran lo principal por encima de todo y aquellos que todavía conservan ese romanticismo en su interior pese a esas balas clavadas en el corazón.
Morat se encuentran este verano en España, tras haber pasado en mayo por el Palacio de los Deportes de Madrid, el Sant Jordi Club de Barcelona, Sevilla y Valencia, en una gira más extensa que les está llevando desde Punta Umbría hasta terminar en el festival Coca Cola Music Experience el 14 de septiembre en Madrid junto a artistas como Ciccio -Muy recomendable este argentino afincado en España que hace urban pop electrónico-, Lola Índigo o Alfred García.
Gracias a Morat y a Pedro por ser tan majérrimos.
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