7 de agosto de 2017

El motivo por el que un concierto de [La Casa Azul] es mejor que un chute de lorazepam en vena


El efecto La Casa Azul no es algo que yo diga aquí cada vez que hablo sobre el proyecto musical de Guille Milkyway, es un sentimento común con el que comulgo con muchas personas y como yo he hablado muchas veces solo sobre ello en Confesiones tirado en la pista de baile he cogido a algunas personas con las que compartí el Contempopránea este año para que ellos me expliquen: El motivo por el que un concierto de La Casa Azul es como mejor que un chute de lorazepam en vena.


"La Casa Azul defiende siempre la misma canción, que trata sobre sentirse incluido, salir del egocentrismo. Lo hace encajándola en melodías que son atractivas, tan atractivas como las partes de canción de fondo de fonoteca en que se inspira para hacerlas propias. En resumen, La Casa Azul hace sencillo lo multifacético. Por eso, esa sobredosis de información entra tan bien y hace sentir mejor"

Álvaro, disfrutando de sus conciertos


"¿Qué quieres que te diga?,
¿qué mi vida va genial?,
¿qué todo transcurre tal y como lo pensé,
tal cual sin más?,
¿qué todas mis decisiones
pasan por un autotune de aciertos?

Pues para mí un concierto de La Casa Azul es la mejor “terapia de grupo” que existe, en el sentido de música/grupo musical como terapia y en el sentido literal psicológico de un grupo de gente que se reúne para empatizar con las movidas de los otros y contar o mejor dicho cantar las suyas. En este caso las canta Guille pero todos en alguna frase, en algún momento nos vemos identificados. Y esto no es un concierto de Nacho Vegas cortavenas o un porro lisérgico planetario o estar metido en la oscuridad profunda de The Cure (por poner algunos ejemplos)… Aquí lo haces bailando, sonriendo y esa sensación de felicidad aunque todo no sea perfecto es algo que me engancha de La Casa Azul, porque la vida es así:

“Así es mi vida hoy por hoy, casi casi lo mejor,
pero siempre es casi casi, nunca llega a lo mejor.
No me mires, déjalo, necesito una razón,
un portento, un ansiolítico, una voz….” La de Guille

En esos momentos es Guille el que parece que está abajo contigo bailando y disfrutando su música favorita, transmite ese amor por la música que los que estamos en la misma frecuencia sabemos apreciar. “Esta noche Guille canta para mí” es un poco el resumen de la sensación…  y es mejor que cualquier chute de prozac o de cualquier droga, porque esto es “natural” y “real”.
Así ¿Qué quieres que te diga? … que no sepáis ya. Terapia de Grupo

…y siempre creo que al final
un hallazgo extraordinario,
apoteósico y sin par
calmará mi sufrimiento
al fin de forma radical.
Y es que es tan absurdo
cómo pierdo el rumbo ya"

Raúl, Yes we pop




"Llevo años viendo a La Casa Azul" en directo. Desde que saco el primer ep, para algo soy mayor, y siempre me produce la misma sensación: un chute de adrenalina. Como juega con las melodías y esa manera de contar cosas tristes a un ritmo sincopado. Desde los primeros conciertos, cuando todavía defendía la existencia del grupo y justificaba de una manera u otra que no habían podido asistir, hasta el último, donde se le ha visto completamente cómodo enfrentándose al público, Milkyway tiene algo que hace que te olvides de todo lo que te ocurre, que sólo tengas en la cabeza disfrutar del concierto, cantar y bailar. Si encima en el concierto estás rodeado de amigos, se produce un momento de locura y euforia como no pasa muchas veces. Pocos grupos hacen que mientras está tocando,todo el mundo pierda la vergüenza y baile como si no hubiese un mañana, porque, efectivamente, para que vas a pensar en el mañana si puedes estar ahí disfrutando del hoy, viviendo el momento con La Casa Azul"

Fer, El abyecto


"Es ese grupo de música que nos canta dramas llenos de optimismo, que te hiptoniza de tal manera que te hace ser feliz mientras suena su música, no puedes dejar de bailar, saltar, cantar, chillar, y sonreír. La Casa Azul es una píldora de felicidad en forma de ondas sonoras.
Con La Casa Azul he vivido momentos muy bonitos, he hecho amigos, afianzado posiciones, y me he asustado con sus caretas, son el armario de camisetas de muchos amigos, La Casa Azul son uno más del grupo y uno más de cada uno de nosotros"

Támara, organizadora de pro


"El ir a un concierto de La Casa Azul es una demostración de que la felicidad existe. Desde que compras la entrada sabes que va ser un día especial. Ese día pase lo que pase sabes que vas a tener cita con todo lo positivo de la vida. Si en esas casi dos horas de concierto hubiera un medidor del buen rollo y de las ganas de disfrutar, sin duda sin fundiría. E incluso el día después puede ser maravilloso, son los efectos secundarios de La Casa Azul"                 

Paz, bailarina de swing


"¿Mis sensaciones pop con La Casa Azul?
Me teletransporto a un mundo de felicidad y de sueños, me olvido de mis problemas, me olvido del mundo y solo pienso en disfrutar, en bailar, en reír y en cantar.
Creo que La Casa Azul consigue que el aunque el mundo se pare, explote o se consiga la paz mundial, a mi me de igual, porque lo que realmente es importante en ese momento es que Guille solo cante para mi"

Cris, amante del pop


"Un concierto de La Casa Azul es desfogar energía y dar la vuelta a todas las emociones y recuerdos que van asociados a las canciones de Guille.

Es recordar los males de amores y las decepciones, gritarlas junto con los amigos y convertir el drama en alegría"

Despop, director de videoclips y antes conocido como Dj


"Un concierto de la casa azul es como una explosión de  un kilo de peta  zeta en la boca regado con tang de naranja y rodeado por un arco iris gigante que te envuelve a tu alrededor una y mil veces"

Jaime, también es fan de Los Planetas



"Un concierto de La Casa Azul es bailar las canciones que más me han arropado desde mi adolescencia, en las que Guille sólo canta para mí y describe a la perfección todos mis problemas y contradicciones de una manera muy natural. Pero lo bonito es que esa vez no sólo canta para mí, sino que en cada concierto me dejo la voz (y los gemelos) con viejos y nuevos fans que se van convirtiendo en amigos de batalla, porque pocas cosas unen más que berrear Cerca de Shibuya con otra fan de provincias que esté descubriendo que realmente hay gente que va a estos conciertos y se vuelve igual de loca.
Los conciertos de LCA suponen un desahogo inmenso, un chute de adrenalina y un empujón para aguantarlo todo hasta...el siguiente concierto programado. Es precioso y perfecto siempre, así que sales en paz pero pensando irremediablemente de vuelta a casa en cuándo llegará el siguiente. Porque LCA engancha y de esa droga no se sale. Ni hay intención"

Sol, yogurina flexible



"Para hablar de los que se siente en un concierto de La Casa Azul, primero hay que que distinguir dos tipos de conciertos, bueno quizás tres: los íntimos, los de la gira (por llamarlos de alguna manera) y los festivaleros, porque son experiencias totalmente distintas... los primeros son en espacios reducidos, con menos gente y normalmente repletos de "talifans" de La Casa Azul y de Guille en general. No solo saben (sabemos) las canciones al dedillo (aunque se nos quedemos en blanco en algunos momentos y tengamos que recurrir a internet...jeje) si no que conocemos toda la trayectoria del grupo, proyectos paralelos de Guille y hasta, en plan psicópatas, algunos de sus platos favoritos (espaguetis aglio e olio). Estos conciertos son los más especiales. Aunque se salte y se baile menos que en los demás e intentemos cantar más bajito para que no se nos oiga desafinar como gallinas, se gana en otro tipo de intensidad. Se crea un aura difícil de explicar, diría que Guille consigue relajarse y sentirse "entre amigos" y llegar a disfrutar de verdad sin importar si en un momento dado se equivoca en una nota o tiene que pedir ayuda al público para recordar cómo empieza una estrofa... pero es que eso también es guay... es como que la distancia entre público y artista se difumina y se crea una conexión de manera directa y natural. Además, es donde Guille encuentra el tiempo, la confianza y la calma para hablar durante el concierto y contar anecdotillas o curiosidades que para el público son oro puro. Para mí son los favoritos y los más intensos a nivel emocional, de los que dejan resaca que dura varios días.




Los conciertos de la gira son los que combinan todo a la perfección, son el equilibrio perfecto entre "fiesta universal" y emoción. El grupo va con su formación al completo, cualquiera que sea en cada momento, y les acompañan las magníficas "pantallitas" con los visuales que hacen que la experiencia sea completa. A estos conciertos se va a vivir una fiesta, a cantar y salir con agujetas de tanto saltar; pero no solo eso,  porque al ser conciertos de larga duración (unas dos horas), hay tiempo también para momentos de mayor intimidad entre Guille y el público, pequeñas dosis de calma, canciones al piano (necesarias para no acabar desmayados de tanto saltar) y algunas palabrillas de Guille entre canción y canción. La magia sucede en los conciertos en los que Guille se siente especialmente emocionado, pueden ser los de comienzo de gira o quizás los del final o quizás pueda ocurrir en cualquiera. Una de las cualidades de Guille es transmitir esa emoción al público y si él se siente inspirado y cómodo, el concierto será redondo...
Los últimos son los conciertos dentro de festivales, suelen ser más cortos, masivos y menos íntimos pero en cualquier caso son una fiesta, una fiesta de las que curan, una fiesta de las que salvan y una fiesta de se sale desfogado...
Lo que si tienen en común todos los conciertos de La Casa Azul es que puedes llegar triste pero nunca estar triste mientras suena la música, puedes llegar sol@ pero nunca sentirte así durante el concierto.
En los conciertos de La Casa Azul se forma una especie de magia en la que todo lo que te rodea parece mejor, todo el mundo sonríe, salta baila y aunque sea durante lo que dura el concierto es muy difícil no sentirse plenamente feliz.
Y lo que tengo claro es que La Casa Azul hace amigos. Amigos de verdad, de los que duran... y también amigos de los de salir a bailar... quizás sea porque La Casa Azul une a personas con sensibilidades parecidas que danzan dispersas por el mundo..."

Cris, La Dona Vinguda del futur 


Y sólo queda el que os escribe esta entrada:

Un concierto de La Casa Azul es como una montaña rusa vas subiendo lentamente y de repente hay una explosión de subidas, bajadas, giros y que todo acaba a toda velocidad y con una sensación de subidón de ánimo como pocas veces se ve en un concierto. Como una cita en la que todo fluye con facilidad, como disfrutar de tu plato de comida favorito, como ese momento antes de dormir que pegas un pequeño gemido de felicidad, como un sábado por la mañana sin tener que madrugar, como una explosión de confeti... como una buena vida en la que los sentimientos se alborotan, ganas de reír, de llorar, de bailar y casi de explotar en modo regeneración del Doctor Who. Un festival de sensaciones, sentimientos y amigos.

Así es.


"Y finalmente y eso si que por encima de todo, y aunque quizás David Bisbalee un poquito aquí a lo mejor, pero está muy bien también. Quiero dar las gracias a todos los fans de La Casa Azul porque lo soportan todo, porque aguantan mis ocurrencias, como por ejemplo hacer una rumba para esta película y porque son lo mejor y nunca se lo he dicho" 


Fotografías concierto del Contempopránea 2017 de Confesiones tirado en la pista de baile, excepto las tres en el texto de Cris que son de Raúl de Yes we pop y la apertura y cierre extraída del Instagram de Guille Milkyway

3 comentarios:

  1. Lloro de amor😍😍😍😍 me he tenido que poner la casa azul de fondo de la emoción

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    1. Entonces hemos conseguido, entre todos, transmitir la emoción que nos da un concierto de La Casa Azul ¡Enhorabuena! :P

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  2. Ahhh y hay quien cuando tiene mucho miedo (en el dentista) le ponen LCA y automáticamente se borran las cosas malas!!

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