Hay que reconocer que en los últimos años la celebración del Día de la Música es todo un acontecimiento. Para este año se ha vuelto a reconvertir, pasando a ser un festival de música en toda regla con un precio bastante competitivo y una muestra variada del género musical actual.
Tras una noche de fiesta -como en las dos anteriores ediciones, vaya, que es una tradición- me disponía a enfrentarme con unos cuantos amigos a una jornada donde el calor nos indica que en dos días llega, oficialmente, el verano.
La primera fue en la frente, ¿Dónde está la entrada?, pues estaba escondida en un lateral. Quizás una pista era una estatua del festival pero que parecía que no indicaba nada. Unos de seguridad que vigilaban un pasillo, que si, que iba hacía el mercado.
Allí las zonas de sombra estaban muy disputada, este año han decidido no poner unas lonas para evitar que los de los stands mueran achicharrados lentamente. Creo que vi a alguno de ellos por la noche con un moreno digno de haber estado de vacaciones en el Caribe.
El escenario del Mercado llevaba un retraso de una hora y cuarto. Era muy gracioso porque veías a la gente en unas bicicletas pedaleando delante del escenario... no fui capaz de saber porque hasta que pregunté: Al parecer funcionaba con esa energía el escenario y las placas solares. Tranquilidad: Nadie murió de una lipotimia en el lugar, o al menos no se ha dado a conocer esa noticia. La lástima fue que el festival en el interior empezaba a las 16.30 hora en la que al final comenzó Ed Wood Lovers y después Bravo Fisher! dos de los más interesantes de esa mañana. A primera hora habían tocado Los Lagos de Hinault que sacarán disco tras el verano.
A esta hora de la mañana el canje de las pulseras era muy tranquilito, apenas gente en las taquillas, aunque nos costó encontrar alguien que supiera donde se canjeaban las pulseras porque aún estaban poniendo muchos de los carteles indicadores.
A esta hora de la mañana el canje de las pulseras era muy tranquilito, apenas gente en las taquillas, aunque nos costó encontrar alguien que supiera donde se canjeaban las pulseras porque aún estaban poniendo muchos de los carteles indicadores.
Entrada al recinto, lugar de conflictos. Chan Chan. |
Así que cuasi corriendo llegaba a la nave 16 donde sonaban ya a las cuatro y media en punto la canción Mientes del grupo Ellos. En el escenario un piano, una sección de cuerda, una bateria, el bajo, y Guille y Santi. Un repertorio basado en el último disco. Con alguna excepción como En tu lista, Nada más puro y una versión casi country de Lo dejas o lo tomas. El público, que suele llegar siempre tarde, pues eso: llegaba tarde aunque había bastante aforo. No estamos acostumbrados a la puntualidad en este pais, porque siempre todo el mundo llega tarde y más en los conciertos. En este caso no fue así y quizás la temprana hora del mismo, añadido al calor, hizo que todos llegarán un poco más tarde. Una pena porque fue una ocasión por el momento única para verlos con esta formación. Esperemos que haya más en próximos conciertos venideros de la gira.
Después al sol, a tomar algo encontrarse con gente que sólo ves en festivales/conciertos/encuentros casuales por la ciudad, que conoces noches de concierto en Aravaca como fanes del mismo grupo que te gustan a ti.
Investigando el programa -que a su vez hacía la labor de abanico- decidimos acercanos a ver a Sam Amidon. Uno de los descubrimientos del festival: folk americano que en ocasiones se mezcla con momentos humorísticos, que nos tenía a todos bastante hipnotizados. Todo el mundo sentado en el suelo o en las gradas, mirándole a él y a su bateria-hombre para todo. Un espectáculo más intimista. Eso si, si uno conseguía llegar hasta allí porque al entrar en la nave del escenario Rockdelux la oscuridad a lo Pasaje del Terror se hacía presente provocando un miedo atroz a golpearte, tropezarte o que te saliera Freddy Krüger de algún lado.
Un voltio por el mercado a media tarde viendo que Toro y Moi no nos convencían en exceso. Había gente pero se estaba bastante bien. Oportunidad para coger la Mondo Sonoro con el disco de CatPeople, Love Battle, de hace unos meses o la
guía de festivales que dan para el verano -con una portada que a mi me
encanta-. Si no tenéis ejemplar físico se puede leer on line desde su web. La portada, que la podéis ver a la derecha, me parece simplemente cautivadora.
Al regreso llegaban los platos fuertes del festival como The Pains of being Pure at Heart. Es la segunda vez que les veo en directo y hay que reconocer que suenan estupendamente, con grandes temas. Pop del que entra perfecto, sin vaselina ni nada, y que se quedan resonando. Había ya bastante público siguiéndoles, porque creo que justamente juegan al juego que parece que muchos grupos han olvidado: hacer canciones con melodías. Para mi eso es la música.
Wild Beasts tocaban después en el escenario de al lado, una mezcla de música con los que estuvimos un rato entretenidos. Pero había que sentarse a esperar a Vetusta Morla, una buena ocasión para hablar de la vida mientras llegaba gente y más gente. 14.000 personas de las cuales la mayorí habían venido para poder ver a este grupo que con sólo dos discos en el mercado han conseguido hacerse un buen hueco en el mercado entre el indie y lo comercial. De esos grupos que acaban criticando en ambos lados, sin importarles a muchos lo que hagan. A mi me parece que hacen buenos temas, y dieron un concierto impecable.
"Los días raros"
"Vaya mierda de organización" se gritó durante la espera del concierto de
Vetusta Morla, y mira que yo sólo pensé que fue curioso que me
acreditaran para la rueda de prensa del festival y después me rechazaran
la acreditación para el festival [el mismo día que se agotaron los
abonos, vamos una putada], pero es que ha habido cosas realmente importantes en el festival que hay que decir: Las bebidas que no se podían sacar y meter aunque se
vendieran a dos metros la misma, naves donde no se podía meter la bebida
y otros si, en alguna barra de las naves tampoco valían los tickets,
las colas de los canjes de pulsera por la tarde (hasta dos horas por la tarde), los
tickets para comprar sólo validos para el día, inexistencia de sombras
ni de artilugios refrescantes... En fins, el año que se paga y el año peor organizado. Ironías de la vida.
Crystal Fighters |
El sábado terminó conmigo. El domingo me abstuve pero el martes tenía mucha curiosidad por poder ver "La película del Día de la Música". Un ejercicio extraño en nuestro país: 10 grupos de música, 10 directores de clips, 10 canciones. Todo ello concentrado en 65 minutos grabado con cámaras de cine para dar un toque mucho más grandioso si cabe. Entrevistas, ensayos, viajes, momentos a cámara lenta... todo estaba producido, montado y organizado por la popular productora CANADÁ. Una pena que pareciera que mucha gente pasaba de verla porque fueron llegando más tarde para los conciertos a posteriori, porque merecía la pena y era algo original con un montaje muy efectivo, escenarios peculiares y algunas incidencias como lluvias varías o caprichos de alguno de los grupos. Aunque viendo la película se ve quien va de diva y quien no. Bien clarito.
Tras la película había dos actuaciones: primero los mallorquines The Last Dandies, que sonaban bastante bien y después Supersubmarina, que tienen a un público bastante juvenil pero no está reñido con tener buenos temas especialmente el que dedican a Granada y la versión de Alex y Cristina. Mi cansancio hizo que me perdiera a los últimos.
*La microcámara que parecía una nave extraterrestre, supongo que iba rentransmitiendo parte de lo que sucedía, pero era como muy rayante.
*En pleno concierto de The Paints un chico se desmayó, seguramente por el calor, viendo que no venía la ambulancia o alguien del Samur un chico al lado grandote le cogió entre sus brazos. No pude evitar tatarear mentalmente El Guardaespaldas, ¡Fue tan bonito! Espero que se quedara todo en un susto.
*Que Pucho de Vetusta convocara a la gente al día siguiente para la manifestación. Ahora vendrán con que son populistas, pero estoy muy harto de ese tipo de comentarios.
*Con el calor se me debía ver cara de cangrejo Sebastían así que en el stand de Elefant me dieron crema solar sin pedirla. Gente maja que son.
*El encuentro de una amiga con Russian Red en medio de una de las puertas de entradas del Price para el foso, parecía que jugaban al escondite, al final es Lourdes la que paraba para saludarla. Verla hablar un rato hace quererla aún más, me parece tan adorable esta chica igual que cuando fuimos un amigo y yo a verla a la grabación de los conciertos de Radio 3 hace tres años y charlamos un rato con ella.
*El encuentro de una amiga con Russian Red en medio de una de las puertas de entradas del Price para el foso, parecía que jugaban al escondite, al final es Lourdes la que paraba para saludarla. Verla hablar un rato hace quererla aún más, me parece tan adorable esta chica igual que cuando fuimos un amigo y yo a verla a la grabación de los conciertos de Radio 3 hace tres años y charlamos un rato con ella.
Muchas gracias a Guille Mostaza y Ulía Moreno por conseguir que pudiera ir a la jornada del sábado; a Pirate of dreams y a Seis grados bajo cero por su compañía y a
la compañía de ambos (Carlos, Fran, familia de Fran, amiga de Fran) -que
no pudo ser mejor-; a Jonás del stand de Elefant Records por pensar que la crema solar me vendría bien para mis entradas en la cabeza; a Javi Román por sus sugerencias para una entrevista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario