La Elegancia del Erizo (Muriel Barbery, 2006) es una propuesta en formato libro que después paso al cine. Tras leer el libro he de reconocer que me quedan muchas ganas de ver la película.
La historia del libro se nos cuenta por medio de dos narradores: René una mujer de más de cincuenta años, portera de un edificio que vive en una continúa rutina de la que parece no querer salir, aunque pudiera hacerlo y Paloma una niña 12 años que no quiere seguir viviendo en el mundo.
Las dos historias hablan casi de parte de los mismos personajes que inundan el edificio, y lo hacen desde un punto en general bastante amargado. Pero lo que nos va a querer contar la historia es que siempre hay cosas que quizás no sepamos y que nos esperan allí, sólo hay que saber aprovecharlas.
Es complicado hablar de un libro sin destriparlo, por lo que no quiero decir mucho más. Si os gustan las historias donde hay que dejar reposar los pensamientos, si pensamos que no hay nada que merezca la pena (Cosa que, perdonadme, no me creo que os pase, siempre hay algo que merece la pena), si no tenemos ilusiones, si llega ese momento en el que no vemos más allá...
A partir de ese momento sólo queda disfrutar de la lectura, de las referencias a la cultura japonesa, así como a la cultura en general y disfrutemos viendo que no todo es lo que parece a simple vista del resto del mundo.
(Viendo el trailer de la película, por lo que parece, sigue bastante bien el estilo del libro, creo que la veré)
El libro me sorprendió para bien. La película me encantó. Es de las pocas películas que están basadas en un libro y que sentí que (me) aportaba algo nuevo, algo que el libro no ofrecía.
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