Uno de los musicales más esperados de la temporada es La dona vinguda del futur que se está representando en el TNC de Barcelona. Motivos para ver esta obra había de sobra: Marc Rosich, escribe y dirige; Guille Milkyway, pone la música; Beth Rodergas es la protagonista y Lyona se encarga de las videocreaciones del espectáculo. Con esta baraja de ases parecía que sería el musical pop que necesitaba la escena teatral pero ¿Estaría a la altura de lo esperado?
Una vez visto se confirma que es un espectáculo muy recomendable: combina ese colorido pop que enganchará a los más pequeños de la casa, ya que el musical está orientada a un público familiar e infantil, pero que tiene continuas referencias para que los adultos al final acaben disfrutando tanto como los pezqueñines del hogar. Curioso ese caso que a medida que pasa la obra vas viendo que todo eso que parece infantil habla mucho más al público adulto de lo que puede parecer.
La dona vinguda del futur nos sitúa en la casa de una familia, tradicional como ellos se llaman, que se levantan y se dedican a hacer su día a día casi basado en lo que van viendo por la televisión, la influencia de los anuncios parece que guían su vida diaria... pero algo sucede: ¡unas manchas que no hay forma de quitar! Tan graves son que parece que no va a haber solución, hasta que aparece la mujer del futuro con la solución a sus problemas (y bajo el ritmo de He vingut del futur que, tras darle muchas vueltas, me he dado cuenta que su final es tan Xanadú) aunque ella se convertirá en un problema cuando no pueda volver a su tiempo.
Con este pretexto veremos el comportamiento de una familia muy ecléptica: desde el imaginativo, y futuro inventor, Àlbert (Marc Pujol) fascinado con la obra de Albert Einstein, Mina (Míriam Puntí) la hermana que dice no ser gótica aunque tiene todas las características para serlo, La mamà (Gretel Stuyck) una autobusera que tiene un orden muy estricto para todo y el papà (Jordi Andújar), sin contar otro personaje más obsesionado con el mundo de los mojitos llamado profesora Alright.
El plantel se mueve por un escenario futurista, realizado por Sebastià Brosa, lleno de pantallas que están buena parte de la obra iluminadas entre los anuncios, proyecciones, todo con un estilo animado que cautiva a los chavales, pero también a los mayores.
Este musical puede recordar al estilo de la serie infantil Lazytown, tienen en común que es una puesta en escena muy colorista y canciones aceleradas... en el caso de La dona vinguda del futur cuenta con canciones de Guille Milkyway que igual te saca un disco con La Casa Azul, te pone canciones a anuncios, produce temas de Fangoria y Papá Topo o temas de la serie animada Jelly Jamm. Para este musical hay 9 canciones que hacen que uno no pueda dejar de canturrear durante la obra... ni al salir... ni al día siguiente... ni cinco días después. Tenéis unos avances de las mismas, así como el tema principal completo, para descargar en esta sección del TNC.
Las canciones recuerdan a la primera etapa de La Casa Azul, aunque alguno de los anuncios parecen sacados de la época de La Polinesia Meridional pero no os la vais a quitar de la cabeza. Son una parte fundamental del éxito de la obra. También hay que recordar que Guille tiene alguno de sus mejores temas en català como el extraordinario Vull saber-ho tot de tu.
Las canciones recuerdan a la primera etapa de La Casa Azul, aunque alguno de los anuncios parecen sacados de la época de La Polinesia Meridional pero no os la vais a quitar de la cabeza. Son una parte fundamental del éxito de la obra. También hay que recordar que Guille tiene alguno de sus mejores temas en català como el extraordinario Vull saber-ho tot de tu.
Una de las grandes preguntas es sobre el vestuario, creado por Mercè Paloma, para la mujer venida del futuro: ¿la inspiración viene por parte de uno de los trajes clásicos de Madonna con las pezoneras junto con el de El Principito? Yo ahí lo dejo pero es digno de estudio. A todo esto le acompañamos el detergente con logo popero y la peluca rubia de Beth que completan un peculiar personaje del que es fácil encariñarse. Beth irradia la ternura de una niña pequeña que se encuentra en un mundo que no es suyo haciendo descubrimientos a cada paso gracias a la familia.
Existen muchos guiños, por un lado a otros musicales (cuando alguno de los actores canturrea algún fragmento de otros), chistes con las confusiones de las lenguas entre expresiones en català y castellano... y otros tantos detalles para descubrir.
A la obra le pongo un par de peros a tener en cuenta a quien corresponda:
1) El volumen de la música algunas canciones es excesivo: los actores casi tienen que gritar para poder escucharles que es lo que están cantando en algunos momentos, y eso hace que se pierda casi la letra que por momentos es imperceptible. En cierto instante con el chunda chunda de fondo pensaba que iban a empezar a repartir cubatas entre todos los asistentes para levantarnos y bailar a las doce de la mañana... Que no digo que no, pero siendo una obra familiar no es buen ejemplo para los chavales y eso.
2) ¿Cómo es posible que aún no estén las canciones publicadas? Es sorprendente la cantidad de gente que preguntan a la salida que donde si se puede comprar un CD con las canciones. Es más por seguir la "historia" del musical se podrían hacer por medio de una venta de tarjetas como las de la obra (ver primera foto) con códigos de descargas, como son pocas canciones lo pones a 5€ y seguro que hay una buen respuesta. Ya estaríamos todos cantando las canciones. Aunque si Elefant Records, como decía un amigo, nos vende hasta las canciones del Nesquik... sospechamos que antes o después llegarán también las del musical.
Estamos ante, lo que reza el eslogan, "El musical más pop" y es que si esto no es pop en su pura esencia que bajen los Dioses ABBA y nos lo cuenten. Buenas canciones, actores, libreto, puesta en escena y una crítica a nuestro mundo actual con la excusa de ayudar a regresar a una mujer del futuro a su tiempo. Salir de un musical tatareando los temas, sonriendo y casi que dando algunos pasos de baile es una muy buena señal para La dona vinguda del futur.
Y cuidado que la obra se está planteando hacer una conquista de todo el país... Por ahora la podéis ver hasta el próximo 7 de abril, los sábados a las 18:00h y domingos a las 12:00h., en la Sala Gran del TNC en Barcelona.
el futur, un paradís postnuclear, un parc temàtic colossal,
tot pol·lució, l’autèntic estat del benestar
al futur no ens discutim, no qüestionem, ja no ens cal protestar
només necessitem el targeter cromàtic i ja està!
Bonus Track: Entrevistas a Marc Rosich, que escribe y dirige, y Lyona, creadora de las videocreaciones, sobre el musical.
Acabo de flipar porque en la web del TNC hay fragmentos de todas las canciones en calidad estudio. Se habrían forrado si a la salida de la función vendieran el EP con los 6 temas. Seguro que casi todos, con el subidón post-función, lo habríamos comprado.
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