13 de agosto de 2013

Antes del Anochecer | Y al final sucede, la vida


"Cada generación cree que está viviendo el fin del mundo"

Una de las grandes sagas del cine contempóraneo la forma la iniciada con Antes del Amanecer (Richard Linklater, 1995) el encuentro casual entre dos jóvenes, Celine (Julie Deply) y Jesse (Ethan Hawke), en un tren entre Budapest y Viena. Una noche que podría haberse convertido realmente en lo que años después contaría Weekend sobre los encuentros breves que pueden marcar toda una vida.

Años después el director de la películas nos situaba a los personajes pasado el tiempo reencontrándose una tarde en la ciudad de París en Antes del Atardecer (Richard Linklater, 2004) las cosas ya han cambiado, no es lo mismo, pero recuerdan aquella noche que disfrutaron y todo lo que ha pasado entre esos dos momentos. Lo que hicieron, lo que no hicieron y lo que podrían llegar a hacer. De nuevo el metraje, con en su primera parte, se basa en las largas conversaciones entre Celine y Jesse.

Ahora, 18 años después de la primera entrega, llega el fin de la trilogía: Antes del Anochecer (Richard Linkater, 2013) nos presenta a dos personajes ya entrados en la cuarentena que se enfrentan a  retos diferentes. Esta saga nos permite apreciar que el paso del tiempo nos va cambiando la mentalidad, pero a la vez nos sigue poniendo casi muchas veces los mismos retos que cuando éramos jóvenes.



"Tienes que estar algo loco para mantenerte con vida"

La película se convierte en un retrato de lo que es la pareja hablando del amor, la comprensión, aunque también sobre la falta de comunicación, las heridas abiertas que quedan siempre en el corazón y los celos. Antes del Anochecer se desarrolla en Grecia, exactamente en el sur del Peloponeso -aunque podría haberlo hecho en Italia o España que fueron candidatas a ellos, y en cualquier momento me veo corriendo a Meryl Streep cantando alguna canción de ABBA- un paisaje paradisíaco donde saltan los problemas... pero aparte de los problemas también llegan debates sobre si el amor es para siempre, como es el amor dependiendo de la edad -una de mis escenas favoritas es la comida que tienen en un porche que está lleno de pequeños y delicioso diálogos-, el problema de los padres separados y la culpabilidad de muchos de no poder estar con sus hijos todo el tiempo que quieren... 


"Pero no saber las cosas no es tan malo"

Albert Espinosa decía en El Mundo Amarillo que había que hablar de la muerte, aquí los personajes también se lo plantean... como empiezan a hablar de los recuerdos, hasta del primer encuentro. Se pasa de diálogos enriquecedores a momentos de peleas que parecen que van a hacer explotar absolutamente todo lo que parecía una pared dura y rígida pero que con una fisura descubre algo más.

A los seguidores de la saga no les extrañará el proceso que tiene Antes del Anochecer, se vuelve completamente lógico y sentido, por momentos duros y con un final que nos deja lleno de dudas, aunque cada uno desde su punto de vista, cuando la cámara se aleja antes de los créditos, decidirá que es lo que sucede con Celine y Jesse... yo lo tengo claro.


"Pero al final de un día no es lo que importa el amor a una persona, es el amor a la vida"

Bonus Track: Alex Pler es muy fan de esta saga y podéis leer su reflexión sobre ella en Sombras de Neón: Antes del AmanecerAntes del Atardecer y Antes del Anochecer. Más que recomendar, en este caso, os diría que es de lectura obligada.

1 comentario:

  1. Te superas. Tu reseña es más "Sombras de neón" que la mía. Con las citas exactas, las referencias precisas y esa frase que lo resume todo tan bien: "Lo que hicieron, lo que no hicieron y lo que podrían llegar a hacer."

    Bravo.

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