Carly Rae Jepsen es una estrella del pop. Esto es así. Lo sería aunque sólo fuera por aquella canción llamada Call Me Maybe que, a día de hoy, sigue haciendo que nos levantemos de las sillas, sofás o donde estemos para bailarlo perdiendo la vergüenza y la compostura. No, no fue su primer single aunque podamos pensarlo y, sí, sigue viva (musicalmente) y coleando. Ayer estrenaba Party for one, su último single demostrando que no es necesario tener prisa.
Antes de Call Me Maybe debemos saber que Carly proviene de uno de esos realitys de donde no salen artistas -Un saludo a Alejandro Parreño, Mai Meneses, Nika, Vega y Soraya Arnelas, artistas en toda regla-. Fue el Canadian Idol donde quedó tercera en la quinta edición del programa. Tras su salida del programa publicaría su álbum debut, Tug of War (2008). De él se avanzaría una canción pop, tranquilita, llamada Sunshine on my shoulders. Tanto ésta como Bucket recordaban más a canciones de películas teen de los 90 que a temas de 2008. Ahora bien, la que daba nombre al disco, Tug of War, hacia que nos pusiéramos un poco más bailongos.
Pero fue en 2012 cuando el mundo la conoció a lo grande. Tras el EP Curiosity llegaba Kiss (2012), el disco completo, incluyendo el popular Call Me Maybe. La canción fue la apertura absoluta de la cantante con la que llegó a millones de hogares de todo el mundo. En cifras, al momento de escribir estas palabras, lleva más de 380 millones de escuchas lleva en Spotify y el videoclip oficial ha superado el billón de visitas (1.100 millones de visitas para ser exactos).
Otro éxito de Kiss fue la colaboración que hizo con Owl City en Good Time. Un hit, casi incluso mayor que el Call Me Maybe, que quizás perdió empuje por un vídeo realmente "relajado" y "tranquilo" que creo que no encajaba con la velocidad del tema. Pero la canción también funcionó como un tiro convirtiéndose en otro hit que se encuentra como su segunda canción más escuchada en el perfil de Spotify de la artista con casi 155 millones de escuchas.
Pero claro, este disco seguía teniendo más canciones. This Kiss, el tercer single, tampoco se quedaba atrás. Una canción con algún toque más ochentero pero que seguía con la idea de hacernos bailar y cantar. Parece que Kiss fue un disco hecho con toda la consciencia del mundo y donde Carly indica que se inspiró en artistas como Robyn o Madonna para él.
El hasta ahora último LP de la artista canandiense se llama E•MO•TION (2015) y es uno de esos álbums que hay que descubrir. Porque sino lo hicimos en su momento es quizás momento de darle una escucha detenida para descubrir que es uno de los discos de pop de esta década. Quedó claro que Carly estaba decidida a cuidar su trabajo, no perderse y poner su toque de pop al panorama actual. Sólo hay que escuchar la canción que abre el trabajo, Run Away With Me - que fue segundo single del disco- y que es una canción de pop perfecta.
El disco se presentó con I Really Like You que trataba de seguir los pasos de Call Me Maybe pero su vídeo, protagonizado por Tom Hanks, me sigue pareciendo un misterio. Aún así ya podíamos decir que tendría el éxito de tener "Two Wonder Hits"... aunque ya hayamos visto que sólo con los singles había más temazos que quizás la industria y público no hemos tenido tan en cuenta.
El tercer single, Your Type, deja claro que Carly ha cogido muy bien las influencias y estilos de otras artistas grandes pero llevándoselas a su terreno. Aquí Robyn se encuentra entre esos sintes, como si estuviera escondida en ellos. E•MO•TION es todo un disco por descubrir. Sé que El Pop estará orgulloso de mí cuando lea este párrafo.
Alguna canción más salió de E•MO•TION y recomiendo dar una escucha al álbum completo porque os va a sorprender -Atentos a I Didn't just come here to dance- pero como para este disco había tal cantidad de temazos hechos unos cuantos se quedaron fuera. No problem! E•MO•TION Side B (2016) incluye ocho de esos descartes. Llamadlo descartes que para otra artista pop sería otro discazo en toda regla. Ironías de la vida. Todo muy ochentero. Para muestra un botón: First Time, la canción que abre el disco.
Saltamos a 2017 cuando un nuevo single, casi de manera sorpresiva, Cut to the feeling que pasa a formar parte desde la primera escucha como uno de sus hits y una de las canciones de ese año. Contagioso, divertido, intenso, y desprendiendo de nuevo esas ganas de bailar como locos. ¿El videoclip? No lo había visto hasta ahora y creo que decidieron alquilar un local, coger un catering y juntarse amigos, familia y el grupo para echar un buen rato.
Así llegamos hasta 2018 donde ha estado abriendo los conciertos del Witness Tour de Katy Perry en parte de su recorrido por América del Norte a comienzos del año. Ahora el día de resaca de Halloween publica Party for One que, parece ser, es el adelanto de su cuarto disco. Una canción sobre la autoestima, quererse a una mismo que viene con un vídeo... que es bueno, donde vemos a varias personas disfrutando en soledad en sus habitaciones hotel. El autoplacer, onanismo o unas pajas mentales estupendas.
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