Tumbado en la cama. Cierro los ojos. Estoy viajando. He llegado hasta aquel maravilloso lugar, contigo, si tú, que siempre estuviste ahí. Tu barba rozándome el cuello, tus manos pegadas a mi pecho, un leve soplido en la oreja, el vaivén de las olas como único sonido de fondo. Sólo puedo darte las gracias por aquel tiempo, porque fue bueno, porque me gustó y porque me dejaste con la sensación que aunque las cosas cambien no desaparecen los sentimientos, el cariño y eso que llaman amor.
Ahora puedo descolgar el teléfono, llamarte y que te vengas a ver una película a casa. Por favor ven ahora.
Ahora puedo descolgar el teléfono, llamarte y que te vengas a ver una película a casa. Por favor ven ahora.