4 de diciembre de 2012

Canciones perfectas para poner cuando amaneces con el chico que conociste la noche anterior (y quieres que se quede a desayunar) | Patrick Dyphuso

Patrick Dyphuso dicen sus amigos que es alguien especial, entregado completamente, un entusiasta que puede tener ese flechazo de amistad eterna al primer contacto: abierto, cariñoso, amoroso y divertido. Seguidor del mundo del, mal llamado, tontipop, pero abierto a todo tipo de sugerencias musicales. Es el tipo de persona que te escucha, te anima y te alegra un día. Como curiosidad su último cumpleaños fue con la temática de Coreovisión.

Patrick llega hasta aquí después de pedir una lista sobre canciones perfectas para poner cuando amaneces con el chico que conociste la noche anterior (y quieres que se quede). Hice una búsqueda en la red para localizarle y pedirle que la hiciera él.

Puedes escuchar toda la lista también en Spotify. A partir de este punto la entrada es toda suya:

Todos nos hemos encontrado en esa extraña tesitura en la que amanecemos en casa del chico que conocimos la noche anterior. Ese ser que encontramos en la discoteca random en la que acabamos tras demasiadas copas y que pasó de ser la persona con la que cruzamos miradas en la pista a convertirse en la promesa de una gran noche.

Y ahí nos vemos nosotros a la mañana siguiente, recién levantados, desnudos, con la boca seca y con los niveles de endorfina disparados a pesar de que el polvo etílico de esa noche ha sido bastante peor de lo que vayamos a reconocer nunca. Y en ese momento usamos la poca materia gris activa que tenemos en imaginarnos si ese será el chico con el que pasaremos el resto de nuestra vida.

En esos casos, cuando aún no sabes nada de la otra persona y eres sensible a cualquier información que recibas para determinar si quieres tener uno, dos o tres hijos con esa persona (o lobotomizarte de forma urgente), la banda sonora que os acompañe las siguientes horas es crucial.

Una canción mal escogida o metida a calzador en el momento erróneo puede estropearlo todo, por lo que tener a mano las canciones perfectas para este momento nos ahorrará más de un quebradero de cabeza. Aquí mi humilde selección



Si existiese justicia cósmica, más allá del Cardiopatía severa de Ellos, todas las discotecas decentes que frecuentamos cerrarían sus sesiones con Música para cerrar las discotecas de Doble Pletina. Así, después de una noche de roces bailando, besos furtivos en el baño primero y ante toda la sala después, se encenderían las luces y, tras lanzaros esa mirada de “hoy dormimos juntos”, os abrazaríais con la determinación que da saber que por fin podéis marcharos y consumar lo que se ha gestado a lo largo de la noche. La gente iría pasando por vuestro lado hasta dejaros solos en mitad de la pista bailando; bien agarrados.


Son las 12:30 y os acabáis de despertar a la vez, pero todavía estáis aturdidos. No es momento de mantener una conversación, sino de mantener las persianas bajadas, sacar la botella de agua, ir a mear y volver a retozar. Y por retozar entiéndase arreglar el polvo que seguramente se quedó a medias horas atrás. John Grant servirá como transición perfecta para ese redescubrir sexual.


Exhaustos y sudorosos después de copular pero con ganas de dormitar un poco más, os tumbáis en la cama. Tu cabeza en su pecho, mientras le acaricias el vello del pecho/barriga. Estáis a punto de volver a quedaros dormidos y Los planetas os van a ofrecer el sueño más dulce y reparador que hayáis tenido en mucho tiempo.


Habéis dormido hasta la saciedad. Abrazados, separados o cara a cara. Vuelve a entrar luz en el cuarto. Empezáis el día, aunque sean las cuatro de la tarde, y necesitáis un buen café. Mientras te levantas a prepararlo y dejas en el cuarto a tu conquista nocturna cotilleando cualquier cosa que tengas a la vista, deja que “All summer long” os prepare con su animado optimismo para lo que os espera: la primera conversación. Al menos la primera de provecho. Habéis pasado 12 horas mágicas y ha llegado el momento de conoceros de verdad.


Ya con un café en la mano sois capaces de miraros a los ojos, reír ante las anécdotas que recordáis de la noche anterior y hablar de vuestras cosas: a qué os dedicáis, quiénes sois... Momentos de sinceridad desnuda como los que Family siempre nos ofrece.


Estáis seguros. Esto no ha sido un polvo de una noche. Vuestras necesidades fisiológicas básicas han sido saciadas, pero te ríes con él, te sonroja su sonrisa ante tus ocurrencias matutinas. Sabes que se va a quedar a comer, así que ha llegado el momento de dejarle ropa de andar por casa y compartir un cigarro en el balcón mientras tomáis un vermú. ¡Atención! Aunque se pueda aceptar el vino tinto como sustitutivo, un hogar no lo es si no hay vermú en la nevera. Sólo a nómadas sin destino se les ocurre no preocuparse por ese detalle.


Ya completamente activos es el momento de comenzar a decidir qué hacer para comer entre risitas que hace tiempo dejaron de ser nerviosas. Ahora son de complicidad.
Elige bien entre uno de estos temas que convierten en recuerdo cualquier momento mínimamente afectivo al que acompañan.

Pasta, arroz, ensalada... Da igual qué escojáis, esta canción va a proporcionaros el ambiente perfecto mientras hacéis la comida juntos y él te abraza por detrás mientras tú buscas la sal. Y le besas el cuello mientras remueve la sartén. Reís, jugáis y os besáis. No importa si la comida se quema. Por eso es el momento perfecto para que los más atrevidos lleven a cabo la táctica del tropiezo.


Le tienes acariciándote, tumbado junto a ti, mientras habláis y los platos siguen vacíos encima de la mesa. Es la ocasión que esperabas para darle al play. She's got you high no sólo va a permitiros hablar de cuánto os gusta 500 days of summer. Es una ocasión perfecta para conocer su personalidad frente a las relaciones según defienda/reproche la actitud de Summer. Además, con esta canción podrás crear de forma subversiva en su mente la imagen de los dos, cogidos de la mano, paseando por Ikea.


Habéis pasado a estar completamente tumbados en el sofá, abrazados. El día está llegando a su fin y, aunque sabes que ha sido algo especial, flotan sobre ti LAS preguntas; ¿He sido un polvo de una noche para él?, ¿ha sido un polvo de una noche para mí?

Pero te permites disfrutar del momento por encima de cualquier otra duda. Y lo haces con Le mans y Nadadora de fondo. Empezáis a hablar de las cosas que os dan miedo, de lo que os gustaría hacer y de lo que nunca habéis hecho.


El día ha llegado a su final. Él ha decidido que ya ha llegado el momento de volver a su casa. Te ha preguntado si puede ducharse antes. Tú le esperas tumbado en la cama, él llega ya cambiado, deja la toalla en el suelo y se acuesta contigo. Queda poca luz en la calle y, abrazados cara a cara con los ojos cerrados, escucháis Navigation pensando si realmente os volveréis a ver después de que acabe la canción.




Gracias a Xiana por su aportación de datos sobre Patrick. 
Aquí hay amor del bueno, del de verdad.

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