Bad things happen everywhere
Hace un mes descubría la existencia de Escape From Tomorrow (Randy Moore, 2013), una de esas películas que tienen todos los elementos necesarios para poder ser algo rompedor, nunca visto antes y dar un ejemplo de otro tipo de cine. Los elementos serían:
1) Rodar en parques Disney (Disneyland y Walt Disney World) sin permisos de la compañía.
2) Historias morbosas que pueden dar bastante juego.
3) Querer hacer una crítica al universo Disneyland.
4) Que sea una película alternativa/independiente/underground.
La película rodado en plan guerrilla en los parques Disney parte de la historia de una familia tipo (padre, madre, hijo, hija) que se encuentra de vacaciones en Walt Disney World. El último día del viaje el padre recibe una llamada de su jefe que le anuncia que está despedido, y le recomienda una atracción para visitar... a partir de este momento nos encontramos como la familia empieza a tener una visión distorsionada de la realidad. Lo que podría ser una jornada más se empieza a convertir en una mezcla de sensaciones: Jim, el padre, empieza a obsesionarse con dos adolescentes que observa en diversos lugares del parque y además empieza a tener visiones, y esto es uno de los grandes guiños de la película, en la repelente terrorífica atracción de It's a Small World ¿Hay alguien con criterio que le guste esta atracción?
La película entonces empieza a mostrarnos como Jim pierde la cabeza y empieza a actuar de forma extraña, dejando de ser un padre afable a tener un comportamiento sociópata. Que se desarrolle la historia en un parque Disney hace que dejemos de ver esa imagen pura y casta para empezar a tener la sensación de algo lúgubre. Aunque no llega a tener una completa transformación y sólo veremos estos cambios en diversos instantes y que desencadenarán una serie de acontecimientos.
Mujeres maléficas, extraños personajes, zonas secretas, encuentros, fijaciones... Aunque la película dura escasos 90 minutos no tiene el enganche que promete al ver el trailer. No hay que negar que tiene grandes momentos con ese reverso perverso del mundo Disney, un giro de 180º que todos hemos pensado que siempre ha estado ahí escondido, pero...
...si Randy Moore, que debuta en la dirección con esta película y que estuvo cuasi paranoico durante el periodo del montaje, quería ser provocativo de verdad tenía que haber dado un paso más y haber hecho un órdago. Juega delimitando las cosas, sin decirlas, sin entrar en ellas. Irónicamente todo queda ejemplificado con que muestra los pechos de varias chicas pero censura el culo de un hombre ¿Perdona?
Escape From Tomorrow me ha recordado, por motivos diferentes, a diferentes películas:
*Utiliza la técnica de promoción que ya fue usada para varias películas como The Blair Witch Project creando una expectación a la película... el problema es que con la Bruja de Blair si estaba a la altura de las mismas. Incluso se llegó a decir que la actriz, en la presentación de la película en Barcelona, estaba encerrada en un hotel para aumentar el misterio ante el juego de que la película era en realidad un documental.
*¿Quieres ser sutil? El mejor ejemplo lo tienes en la perturbadora, sin enseñar nada, Shame un claro ejemplo de que bien hecho se puede provocar mucho dejándote una extraña sensación en el cuerpo. Uno puede ser sutil y provocar mucho sin enseñar realmente nada.
*También nos podemos ir al otro extremo: enseñar, pasarse de la raya y estrellarse del todo en algo excesivo, brutal, antimoral como en A Serbian Film, película que aún no me he atrevido a ver después que alguien me contara escena por escena que es lo que sucedía.
Escape From Tomorrow me ha recordado, por motivos diferentes, a diferentes películas:
*Utiliza la técnica de promoción que ya fue usada para varias películas como The Blair Witch Project creando una expectación a la película... el problema es que con la Bruja de Blair si estaba a la altura de las mismas. Incluso se llegó a decir que la actriz, en la presentación de la película en Barcelona, estaba encerrada en un hotel para aumentar el misterio ante el juego de que la película era en realidad un documental.
*¿Quieres ser sutil? El mejor ejemplo lo tienes en la perturbadora, sin enseñar nada, Shame un claro ejemplo de que bien hecho se puede provocar mucho dejándote una extraña sensación en el cuerpo. Uno puede ser sutil y provocar mucho sin enseñar realmente nada.
*También nos podemos ir al otro extremo: enseñar, pasarse de la raya y estrellarse del todo en algo excesivo, brutal, antimoral como en A Serbian Film, película que aún no me he atrevido a ver después que alguien me contara escena por escena que es lo que sucedía.
En realidad Escape From Tomorrow juega en la misma liga que quiere criticar, la de Disney: nos vende unas ilusiones, irreales, de mentira y con una muy buena campaña de marketing. Disney ha jugado bien sus cartas sin siquiera denunciarla. La idea es buena, que esté rodada en blanco y negro también, y tiene muchos puntos que hacen que sea interesante verla, así como elementos tomados de David Lynch o de películas como Holy Motors aunque es un casi, casi... pero no.
Aún así, amigos amantes de Disneyland, debéis de verla porque es curioso todo el rodaje, el concepto y hacía donde quiere tirar... Espero que el próximo que se la juegue lo hago a lo grande y así, quizás, cruzará la pasarela y se reunirá con sus compañeros.
Escape From Tomorrow, nunca un paraíso se convirtió tan rápidamente en un infierno.
Bonus Track: La crítica de Escape From Tomorrow por Paco Casado en Cine en Serio que usa el nombre de una canción de Los Planetas como titular.
Aún así, amigos amantes de Disneyland, debéis de verla porque es curioso todo el rodaje, el concepto y hacía donde quiere tirar... Espero que el próximo que se la juegue lo hago a lo grande y así, quizás, cruzará la pasarela y se reunirá con sus compañeros.
Escape From Tomorrow, nunca un paraíso se convirtió tan rápidamente en un infierno.
Bonus Track: La crítica de Escape From Tomorrow por Paco Casado en Cine en Serio que usa el nombre de una canción de Los Planetas como titular.
Bonus Track Extra: Recomiendo un libro que leí en mi época universitaria, Rebelarse Vende (Joseph Heath y Andrew Potter, 2004), donde habla de algo parecido a lo que os cuento aquí pero en relación con el popular libro No Logo y la crítica a las marcas. Apasionante, interesante y muy recomendable, lleno de referencias cinéfilas y musicales.
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