29 de octubre de 2013

Octubre, por Jordi Di


(Segundo capítulo. Anteriormente... Septiembre)

Octubre, el mes en que la rutina se asienta, la rebeca es necesaria y las hojas empiezan a crujir a nuestros pies cuando andamos por las calles. Uno de los meses con más bodas celebradas, y quizá el que mejor tiempo hace de todo el año. Los colores más cálidos inundan los parques, y las calles se vuelven a llenar con gente de un lado para otro. Carlos había empezado la universidad en septiembre, y ahora había conseguido su particular rutina. Nada emocionante, pero era lo que deseaba después de un verano tan movido.





El Tiovivo - Luis Ramiro
Tal como dice la canción, Carlos empieza octubre de un modo positivo, un clavo quita otro clavo y Javier, era cosa del pasado. Así que su vida va dirigida a sus estudios, y a sus amigos. Le gusta salir con ellos a algún festival y hacer los mamarrachos sin pudor alguno. Carlos tiene pocos amigos, pero los que tiene valen por diez. El tiovivo nunca para de dar vueltas.



October - Broken Bells
Octubre calma las almas de más de uno, entre ellos la de Carlos. Se cree el dueño de su vida, y podría manejarla sin más, a su antojo, pero todos sabemos que eso no es así. La baja guardia, y su carácter trasnochador le llevan a discutir con Javier, que como habíamos pronosticado, ha vuelto. Le ha escrito y Carlos le ha contestado.

Otra cosa quizá no, pero Carlos da segundas oportunidades siempre. Admite que las personas se equivocan y son capaces de rectificar. No sabía si Javier había rectificado, pero al menos había tenido el valor de decir que no se había portado como merecía Carlos, y que no quería perderlo para siempre.



La lluvia es una de las invitadas de octubre, y una de las invitadas de Carlos. Javier ruega explicarle en persona que quiere intentarlo pero de otro modo. Carlos le dice a Javier que le explique lo que quiere, y así se ahorra el mal trago de tener que volver a casa llorando mientras conduce por angostas carreteras. En realidad, odia los días en que llueve por dentro.



Como bien sabéis, Carlos es un torrente enorme de emociones y sensaciones. Y parece ser que una amnesia espacio-temporal le invade por dentro. Olvida la mayor parte de las penas, pero también de las alegrías, una anestesia total. Al final decide que va a ver a Javier, en realidad es éste el que le visitará.

Al llegar el momento, los nervios inundan a Carlos, no sabe qué decir ni qué hacer. Se miran, la gente pasa por sus lados, y no dicen nada. Nada importa tanto como la mirada de ellos dos, el mundo gira pero al menos Carlos no es consciente de ello. Le abraza y parece haber olvidado la mayoría de cosas en relación a Javier. Es idiota, no mentiré.



Después de algunos reproches, y malas miradas, Carlos y Javier se ponen a hablar y, una de dos, se quedan o se van. Por una parte, Carlos no quiere dejarle ir, pero la propuesta de Javier no la ve clara (de hecho aún no la ve clara ahora, casi en noviembre). Javier le propone seguir conociéndose, sí, más. Un modo de relación abierta, pero sin considerarse relación, es decir, nada.

Lo que más asusta a Carlos es que eso no es fácil que funcione, porque Javier es muy celoso y no sabe si sabrá manejar las situaciones en las que esté conociendo a alguien o follando.



Venga, vale… Se decide Carlos, sin saber donde se mete. Un sí a regañadientes pero sin demasiadas opciones más. Sí, lo quiere intentar.



Receloso, Carlos intenta retomar la vida e incluir a Javier en sus rutinas. Hablan durante horas a diario, y Carlos piensa en Javier con toda su vida. Y desea verle otra vez y otra y otra. Pobre infeliz.

Javier mucho más relajado, habla con Carlos, pero creo que no le intenta incluir en su vida y a veces se porta un poco mal con este (otra vez, sí). Le quiere ver, pero no tiene demasiadas ganas. La balanza está descompensada, y están un poco desorientados.



Carlos decide centrarse en Javier, y quizá olvidarse de todo lo que no intuye. No sabe que la balanza pesa demasiado por su lado, que le importa demasiado Javier y que le quiere aunque no sirva de nada.

Javier sigue su vida con sus amigos, de fiesta en fiesta y no incluye jamás a Carlos. Va dándole excusas para no verse. Siempre le ocurre algo a última hora para no quedar con él. Y Carlos esperaba con la carita empapada que llegara con rosas… pero nada, no llegaba nadie. Sólo llegaban mensajes de excusas y fiestas a las que no podía asistir.



A pesar de todo Carlos decide ignorarlo todo y creerse correspondido. Como ya os dije, es idiota. Esperarle, llamarle y quererle. Mientras, Javier hace su vida al margen de Carlos, tal como pasó en septiembre.

Este capítulo en la historia de Carlos no debería existir, pero es algo de lo que se percatará en noviembre. Una pérdida de tiempo y esperanza de la que no quiere ser consciente hasta que no abra los malditos ojos y se dé cuenta de las excusas continuas y sus ilusiones de amante inocente. Ais, Carlos…

Audio de Octubre

Continuará en noviembre

Texto & foto de cabecera: Jordi Di

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